Se suele decir que el año 1984 fue el mejor de la historia del cine, que la cosecha de aquel año fue única, incomparable e inigualable. Una sobredosis de films que se convirtieron en clásicos del entretenimiento: “Los Cazafantasmas“, “Indiana Jones y el tempo maldito“, “Gremlins“, “Superdetective en Hollywood“, “Tras el corazón verde“, “Karate Kid“, “La mujer de rojo“, “Pesadilla en Elm Street“, “Top Secret“, “Despedida de soltero“, “Terminator“, “Footloose“, “La historia interminable“, “Loca academia de policía“,… Aquel maravilloso 1984 ha quedado marcado en letras doradas para siempre en los libros de historia del séptimo arte.
Este año se cumplen cuarenta años de aquel año mágico y, por lo tanto, cuarenta años del estreno de “Los Cazafantasmas” (“Ghostbusters“). Dirigida por Ivan Reitman, a partir de un guión genial de Dan Aykroyd y Harold Ramis, y protagonizada por Bill Murray, Sigourney Weaver, Dan Aykroyd, Harold Ramis, Rick Moranis, William Atherton, Ernie Hudson y Annie Potts, entre otros, la película nos contaba como tres parapsicólogos fracasados con tantos problemas económicos como habilidad empresarial abrían, en una estación de bomberos abandonada, un lucrativo negocio dedicado a limpiar la ciudad de Nueva York de fenómenos paranormales, sobrenaturales o extraños. El asunto adquiere otra dimensión cuando un antiguo dios sumerio, Gozer el Gozariano, quiere irrumpir en nuestra realidad a través de un rascacielos de la Gran Manzana y envía a dos subalternos, Vinz Clortho, “El Maestro de las Llaves”, y Zuul, “El Guardián de la Puerta”, para que le abran en camino. Solo los Cazafantasmas podrán detenerlo.
El director Ivan Reitman, que había sido el responsable de “Los incorregibles Albóndigas” unos años atrás, volvió a contar con la estrella de esa cinta, el hilarante Bill Murray, mucho antes de que el actor se convirtiese en un icono del cine indie. Junto a él, un equipo de cazadores de fantasmas formado por Harold Ramis, Dan Aykroyd y un Ernie Hudson que cubría la cuota de lo políticamente correcto. Para completar el reparto, una bellísima y sugerente Sigourney Weaver y un impagable Rick Moranis como Louis Tully, el contable que será poseído por el Maestro de las Llaves y recorrerá la ciudad en busca de su compañero diabólico.
“Los Cazafantasmas” fue un gran éxito. Enorme. En nuestro país consiguió convocar en las salas de cine a más de dos millones de espectadores, que se dejaron en taquilla un total de 3,6 millones de euros. En todo el mundo sumó la increible cifra de 875 millones de dólares. Unos años después, en 1989, llegó la primera secuela, “Los Cazafantasmas II“, que contó con el mismo reparto y que esta vez se enfrentaban a un brujo y un montón de mocos rosados. La segunda secuela tardó mucho más en llegar: en 2021 se estrenó “Cazafantasmas: Más allá“, una secuela que vio regresar a la mayoría del elenco principal de la película original (Harold Ramis había fallecido en 2014), bajo la dirección de Jason Reitman, hijo del director original, y que obtuvo unos buenos resultados en taquilla: casi 200 millones de dólares en todo el mundo. La tercera secuela, con un elenco íntegramente femenino, que no era ni un remake, ni un reboot, ni un homenaje, no funcionó demasiado bien. Dirigida por Paul Feig y protagonizada por Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Leslie Jones y Kate McKinnon, el público le dió la espalda. Y la cuarta secuela está a la vuelta de la esquina: “Cazafantasmas: Imperio Helado“. Todo ello sin hablar de series de televisión animadas, videojuegos y un montón de cómics.
La película no sería lo mismo sin la pegadiza canción “Ghostbusters” de Ray Parker Jr., que no ganó el Oscar a la mejor canción original: el premio se lo llevó Stevie Wonder con su “I just called to aay I love you” de “La mujer de rojo“. También era una canción excelente.
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…