El mal ha tomado muchas caras diferentes en el cine, a cuál más terrorífica: Norman Bates, Pinhead, Jason Voorhes, Chucky, Nosferatu, Hannibal Lecter,… y, por supuesto, Freddy Krueger. A lo largo de nueve películas (incluyendo un crossover, un spin-off y un reboot) y casi treinta años, desde 1984 hasta 2010, el asesino de los sueños aterrorizó la ciudad de Springwood, Ohio, asesinó a numerosos jóvenes adolescentes mientras dormían, salió de la pantalla para invadir el mundo real y se enfrentó a Jason en un extraño crossover de Ronny Yu que no dejó satisfecho a casi nadie.
Su primera aparición se remonta al año 1984, en una película dirigida por Wes Craven cuyo éxito la convertiría en una de las series más populares del cine terrorífico de los años ochenta. Y como suele suceder en estos casos, la primera entrega de la saga es un producto muy superior a sus secuelas, que han explotado la fórmula hasta el cansancio y desdibujando la imaginativa propuesta inicial. Al final Freddy Krueger se hundió en la miseria fagocitado por su propio éxito, agotando progresivamente las estimulantes premisas en que se basaba el film original del que aquí hablamos.
Protagonizada por Robert Englund, Amanda Wyss, Heather Langenkamp, John Saxon, Johnny Depp en uno de sus primeros papeles y Ronee Blakley, entre otros, “Pesadilla en Elm Street” (“A Nightmare on Elm Street“) nos contaba como un grupo de jóvenes amigos de una pequeña ciudad norteamericana empiezan a tener la misma pesadilla noche tras noche: un individuo con la cara desfigurada, que viste jersey a rayas, sombrero y guante con afiladas cuchillas, les acosa en sueños. Es Freddy Krueger, quien tras matar varios niños, fue quemado vivo por los padres para regresar años después como un espíritu vengativo con la habilidad de acechar y acuchillar a los hijos de sus asesinos en sus sueños, pero también en la realidad. En el barrio de Elm Street algunos conocen el secreto escondido detrás de la pesadilla, pero ninguno de ellos desea hablar acercar del tema. Sólo una joven llamada Nancy puede detener el sueño y la sucesión de muerte violentas. pero para ello tiene que ser capaz de despertase a tiempo antes de que ese hombre del saco onírico y quemado la asesine dentro de sus sueños.
El actor Robert Englund, que interpretaba al alien bondadoso de la serie de televisión “V“, está estrechamente unido este un icono del cine de terror slasher llamado Freddy Krueger al que interpretó en todas las películas… salvo una. Tras “Freddy vs. Jason“, la franquicia optó por ofrecer a los fanáticos un remake del título original que dirigió Samuel Bayer, con Jackie Earle Haley asumiendo el papel del villano. La película fue un autentico fracaso entre el público y la critica. Hasta cierto punto el relevo era algo lógico pues Robert Englund ya tiene setenta y tantos años y desde el año 2015 está retirado. Por si acaso, ya lo había avisado con suficiente antelación: “No creo que vuelva a ponerme el maquillaje de Freddy nunca más. Soy un poco mayor para eso“.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…