¿Cuál es la peor película de la historia del cine? Muchos señalan a Ed Wood y su delirante “Plan 9 from outer space” como la merecedora de tan singular reconocimiento, pero seguramente obtendría el trofeo tras una dura pugna con Tommy Wiseau y su “The Room“.
Con “The Room” sucede exactamente lo mismo que con “Plan 9 from outer space“: está todo tan mal hecho, es tan mala película, que era imposible que no se convirtiese en una obra de culto. Es fascinante por lo terrible que es. Por su argumento y por su ambientación. Uno llega a dudar si realmente el irreverente Tommy Wiseau quería hacer una película mala o le salió una película mala. Sea como sea, así ha pasado a la historia y se ha convertido en un fenómeno de culto que cuenta con una legión de seguidores, que asisten a las proyecciones como si fuese “The Rocky Horror Show“, y lanzan cucharas a la pantalla, se lanzan pelotas de fútbol americano entre ellos, tiran globos y recitan los diálogos de memoria.
Si el fenómeno ya había alcanzado una magnitud inimaginable, traspasó fronteras gracias a “The Disaster Artist“, la película de James Franco que retrataba el desastroso rodaje de “The Room“.
“The Room” es una película del año 2003 dirigida, protagonizada, escrita y producida por Tommy Wiseau, un tipo peculiar, excéntrico y misterioso del que poco se sabe más allá de su poca habilidad para hacer cine, de nacionalidad y edad difíciles de descifrar, y protagonizada por Greg Sestero, que es el mejor amigo de Wiseau (y autor de la novela en la que se basa la película “The Disaster Artist“). En ella nos contaron como el bueno de Johnny tenía todo lo que uno podría desear: un trabajo bien pagado como banquero, un gran grupo de amigos, y una prometida de la que está enamorado. Todo parecía irle de maravilla hasta que sufría la peor de las traiciones: su novia Lisa le engaña con su mejor amigo Mark.
La película no contó con el apoyo de ningún estudio y costó, aproximadamente, seis millones de dólares. ¿De dónde sacó Tommy Wiseau ese dinero? Pues no se ha aclarado jamás, pero él siempre ha contado que financió completamente la película por medio de la importación a los EE.UU. de cazadoras de cuero coreanas. Vete a saber… Y además la campaña de publicidad fue, como poco, peculiar: una única valla publicitaria en un rincón de Los Angeles, a cinco mil dólares al mes durante cinco años. Pero “The Room” se convirtió en la peor película de la historia del cine, con el permiso de Ed Wood, y eso resultó ser la mejor campaña de publicidad que nadie pudiese haber diseñado.
Hace unos meses Tommy Wiseau volvió a ser noticia cuando se quejó agriamente que Netflix se negó a incorporar “The Room” a su catálogo. Y actualmente ningún servicio de suscripción o streaming ha decidido incluirla entre sus películas. Injusto, pues si la infame “Plan 9 from outer space” tiene derecho a estar allí, también lo tiene esta comedia involuntaria llamada “The Room“.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…