Batman no suele salir de Gotham City, aunque en ocasiones los negocios de Bruce Wayne llevan al Caballero Oscuro de viaje a otros lugares del mundo. Y allí donde va, el héroe enmascarado no duda en globalizar su misión de lucha contra el mal y búsqueda de la justicia. “Batman: Scottish Connection“, por ejemplo, lleva al Hombre Murciélago hasta las Lowlands escocesas.
Bruce Wayne viaja a Escocia para asistir a la inhumación de Sir Gaweyne de Weyne, un antepasado suyo. Y aunque no esté en Gotham City, es una suerte que su fiel Alfred haya metido en la maleta el disfraz de Batman, porque lo que empieza como una profanación de tumbas termina destapando un misterio relacionado con los Caballeros Templarios.
Un inglés (en realidad nacido inglés, pero escocés de adopción), Alan Grant, y un escocés, Frank Quitely, guionista y dibujante respectivamente, son los autores de “Batman: Scottish Connection“. En las páginas de este álbum breve el dúo británico lleva a Bruce Wayne hasta Escocia y enfrentarán a Batman contra un misterioso villano dispuesto a todo para consumar una centenaria venganza. No es, por supuesto, la primera ocasión en la que Batman sale de los límites de la ciudad de Gotham, o de las fronteras de los EE.UU., pero no se suele prodigar mucho en estos viajes y siempre se presentan como algo anecdótico, fuera de la continuidad. Un viaje de ida y vuelta. “Batman: El Caballero del Dragón“, “Batman: Inc.” o “Batman: El Mundo” son algunos de los títulos en los que el Hombre Murciélago ha vivido aventuras en el extranjero.
Publicado originalmente en septiembre de 1998 por DC Comics, con una edición en castellano en 2013 de la mano de ECC Ediciones, “Batman: Scottish Connection” es una historia breve de apenas setenta páginas, en las que el héroe de la función, Bruce Wayne y su alter-ego Batman, debe enfrentarse a un villano enmascarado y sus esbirros cuyo objetivo es acabar con una familia escocesa en nombre de una vieja rencilla entre familias. La presencia del multimillonario Bruce Wayne en el lugar se produce porqué asiste a la inhumación de los restos de un antepasado , el caballero Sir Gaweyne de Weyne, pero descubre que algunas de las tumbas han sido vandalizadas y, incapaz de resistirse a un misterio, decide enfundarse su traje de murciélago y ponerse a investigar.
Muy simple, ligera y lineal, sin apenas sorpresas, “Batman: Scottish Connection” tiene la fortuna de contar con el dibujo del excepcional aunque primerizo Frank Quitely. No será el dibujante excepcional de “Tierra 2” o “We3” pero su estilo detallado y personal ya asoma en las páginas de esta obra. Los verdes y húmedos paisajes de las Lowlands, los caminos flanqueados por muros de piedra, la arquitectura de las capillas góticas (la maravillosa Rosslyn Chapel en en el pueblo de Roslin perfectamente reproducida, incluyendo el mítico “pilar del aprendiz“), los personajes, la bruma cayendo de forma súbita, y las realistas escenas de acción dibujadas por Quietly brillan con luz propia.
En resumen, “Batman: Scottish Connection” es una obra menor de las aventuras del Caballero Oscuro, sobretodo porqué la propuesta de Alan Grant es poco ambiciosa y se conforma con llevar al héroe hasta las inmensas praderas verdes de Escocia bajo cielos nublados y grises, dejando que viva una aventura muy sencilla y fuera de la continuidad, con algunos toques suaves de lo sobrenatural. Por fortuna, en manos de Frank Quitely, incluso el cómic menos afortunado de Batman se convierte en un ‘must‘.
Batman: Scottish Connection
Guion: Alan Grant
Dibujo: Frank Quitely
Fecha de publicación: Julio de 2024
ISBN: 978-84-10203-75-4
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 72
Precio: 15,50 euros
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…