Durante los primeros años de Batman, cuando Bruce Wayne empezaba su cruzada contra el crimen en Gotham City, apareció de la nada otro hombre enmascarado que lucía el uniforme del Hombre Murciélago, un impostor cuyos métodos distaban mucho de los del original. La irrupción del falso Batman podía echar por los suelos la reputación del héroe en ciernes, puesto que no tenía las mismas líneas rojas que se había autoimpuesto Bruce Wayne.
Un falso Batman acecha en Gotham City…
La misión de Bruce Wayne como el Hombre Murciélago lleva muy poco tiempo en marcha, pero él ya tiene claro que está sirviendo de algo. Por desgracia, se ha ganado enemigos tremendamente poderosos. La élite financiera tradicional de Gotham se muestra hostil ante lo imprevisible que Batman ha traído a la ciudad… y al parecer entre sus integrantes alguien dispone de un plan para neutralizar al justiciero.
Hay un segundo Batman acechando en las azoteas y los callejones… y este no tiene ningún problema en asesinar criminales, según puede observarse en las grabaciones de cámaras cercanas. Con toda la fuerza del Departamento de Policía de Gotham City en su contra, añadida a la de los más ricos e influyentes de la localidad, Batman debe encontrar al impostor y limpiar su nombre de algún modo… pero ¿cómo puedes demostrar tu inocencia si llevas máscara?
Muchos autores nos han querido contar las aventuras de los primeros años de Bruce Wayne como Batman y, de hecho, algunos de los títulos más emblemáticos de las aventuras del Hombre Murciélago son historias acerca del origen del Caballero Oscuro y del albor de su cruzada contra el crimen. Por poner algunos ejemplos tenemos “Batman: Año Cero” dónde los guionistas James Tynion IV y Scott Snyder arrojaron luz sobre el período iniciático de Batman y la forja de la leyenda, con “Batman: Año Uno” de Frank Miller y David Mazzucchelli acompañamos al héroe en sus primeros pasos, en la secuela “Batman: Año Dos” de Mike W. Barr, Alan Davis y Todd McFarlane los fantasmas del pasado acecharon al Hombre Murciélago con el regreso de El Segador a Githam City. Todo ello, por supuesto, sin olvidar el vigésimoseptimo número de “Detective Comics“, del mes de mayo de 1939, con el debut del Hombre Murciélago creado por Bob Kane y Bill Finger, que es el origen de toda la mitología, ni tampoco el más reciente “Batman: Origen” de Scott Snyder y Greg Capullo.
Los elementos esenciales que se incluyen en todas estas historias acerca del origen del Caballero Oscuro y de sus primeras aventuras son siempre los mismos, o muy parecidos: una alma atormentada por la muerte de sus padres y el deseo de venganza canalizado en el murciélago, un símbolo para infundir miedo a los criminales. A ello se le añade la identidad secreta de heredero multimillonario, un aliado en las filas de la corrupta policía de Gotham, y el fiel mayordomo que es, a la vez, un amigo, un compañero y un aliado. Su único objetivo es el de emprender una carrera como vigilante nocturno, un héroe para algunos y un demente sin placa que se toma la justicia por su mano para otros, decidido a evitar que cualquier otro inocente sufra la misma suerte que sus padres, asesinados a sangre fría una aciaga noche en el Callejón del Crimen. Y cada autor nos ha contado la historia a su manera.
La historia de “Batman: El Impostor” se ubica en los primeros años de Batman como vigilante nocturno, antes de la llegada de Robin y cuándo Jim Gordon no está al frente de la policía de Gotham City porqué ha sido expulsado del cuerpo, cuándo el héroe todavía duda de su cruzada, y aún avanza a trompicones, cargado de dudas. Bruce Wayne lleva enfundado en el traje del Hombre Murciélago desde hace poco tiempo, y ha empezado a dejar huella en la lucha contra el crimen, pero también se ha labrado algunos enemigos poderosos con sus primeros éxitos. Las élites de la ciudad rechazan el desequilibrio que ha traído Batman a Gotham City, pues la guerra contra el crimen que está llevando a cabo el enmascarado les está provocando cuantiosas pérdidas económicas. Tanto a los que se mueven dentro de la legalidad y sufren los daños colaterales como los que se ubican claramente en las zonas más pantanosas y oscuras de la ley y sus negocios sufren la cruzada de Batman contra el crimen y la corrupción. Pero parece que alguien tiene un plan para neutralizarlo: ha aparecido un segundo Batman acechando en los tejados de Gotham City, y este otro vigilante nocturno no tiene reparos en asesinar a los criminales, retransmitiendo sus ejecuciones en vivo y en directo.
El responsable de la miniserie de tres números “Batman: El Impostor” (“Batman: The Imposter“), publicados originalmente entre octubre y diciembre de 2021 y del cual nosotros reseñamos la edición integral de ECC Ediciones en el sello DC Black Label, es el director y guionista cinematográfico Mattson Tomlin (“Project Power”, “Little Fish” y la reciente “The Batman”, junto a Matt Reeves y Peter Craig) en su primer proyecto con DC, que ha construído una historia excelente, sólida, y también sorprendente, con algunos elementos que rompen los esquemas habituales de las aventuras del Caballero Oscuro. Junto a él tiene al dibujante italiano Andrea Sorrentino, del que ya aplaudimos su trabajo en “Joker: Sonrisa Asesina” junto al guionista Jeff Lemire, que se caracteriza por su estilo sucio, desgarbado, contundente, expresivo, cargado de manchas y contrastes, que a veces no funciona con la historia que tiene que desarrollar, pero que en “Batman: El Impostor” encaja como un guante. Además, para redondear el asunto, el color está en manos de Jordie Bellaire, y eso es una garantía aunque su paleta se reduce considerablemente al blanco, negro, rojo y gris.
Este “Batman: El Impostor” forma parte de la colección DC Black Label de ECC Ediciones, que ofrece al lector de cómics de superhéroes una selección de las novelas gráficas más exclusivas de DC Comics. Son obras orientadas a lectores adultos, desarrolladas con total libertad creativa por los guionistas y dibujantes más destacados del género, que ofrecen una visión personal de los grandes iconos de la editorial a través de historias únicas e independientes, situadas fuera de la continuidad.
En nuestra opinión “Batman: El Impostor” es un buen cómic, un thriller entretenido, pero el resultado es fallido porqué podría haber sido mucho más de lo que es. Sobretodo en cuanto al desaprovechamiento del papel de la doctora Leslie Thompkins, que descubre la identidad secreta de Batman y le obliga a someterse a terapia a cambio de no revelar su secreto. Y es que lo que parecía uno de los elementos más potentes de la idea de Mattson Tomlin pronto queda minimizada, y la relación entre el psiquiatra y su paciente se convierte en un asunto menor, que se desarrolla en forma de pequeñas pinceladas diseminadas a lo largo del relato. No profundiza en la idea, ni explota la oportunidad de psicoanalizar al Batman primerizo, el que da sus primeros pasos en la lucha contra el crimen entre dudas y trastabilleos. Una lástima.
Batman: El Impostor
Guión: Mattson Tomlin
Dibujo: Andrea Sorrentino
Edición original: “Batman: The imposter” núms. 1 a 3
Fecha de publicación: Febrero de 2022
ISBN: 978-84-19163-00-4
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 168
Precio: 19,95 euros
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…