GP Ediciones continúa apostando por autores aragoneses para sus obras, aunque también publican a autores de otras Comunidades Autónomas, y en esta ocasión se embarcan en una aventura en la que los gatos y lo sobrenatural se entremezclan de la mano de Juanarete y Nerea Díez.

Gatos de cementerioGatos de Cementerio  
Edición original: Gatos de Cementerio
Fecha de edición: octubre de 2023
Guión: Juanarete
Dibujo: Nerea Díez
Formato: 17 X 24 Cms, 72 páginas. Color.
17,00 €

Los gatos son habituales en los camposantos de todo el planeta y son numerosos los artículos de prensa que hablan de ello.

Se cree que es porque los cementerios son lugares dónde impera la tranquilidad y el silencio, donde los humanos no van en masa (salvo en días como el 1 de noviembre) y donde se pueden esconder en infinidad de recovecos.

En la Edad Media, el gato se asociaba con el mal y siempre se le ha relacionado con brujas y demonios. Pero en el Antiguo Egipto se veneraba su figura como dioses y hay gente que cree que son “guardianes de otro mundo”.

Pero ese misterio está a punto de acabar, cuando Luca y su pandilla se adentran una tarde en un camposanto, cerrado a cal y canto, y se ven inmersos en una batalla librada durante siglos entre los gatos y las ánimas.

El premiado guionista Juanarete (Premio a mejor obra de autoría aragonesa en el Salón del Cómic de Zaragoza 2022 por “La pitillera húngara”) abandona su línea centrada en la memoria histórica (“Frontera de Ordesa”, “Pepe Buenaventura Durruti”, “Plomo y gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia”) para afrontar una historia juvenil, de la mano de la joven ilustradora oscense Nerea Díez. Nerea llegó a la editorial desde la Escuela de Arte de Zaragoza para hacer sus prácticas del grado de cómic, cautivando con su trabajo a la editorial.

En este primer trabajo profesional, demuestra el porqué es uno de los valores a tener en cuenta en los próximos años en el cómic nacional y es un ejemplo perfecto de la excelente salud que goza la creatividad en Aragón.

Supongo que antes de entrar a hablar de Gatos de Cementerio debería preavisaros de que, si un cómic o un libro tienen gatitos en él, conmigo lo tienen todo ganado. Soy dueño de dos gatitas y un más que ferviente seguidor de los felinos. Adoro todo lo que hacen y las tengo en un pedestal así que digamos que Juanarete y Nerea Díez lo tenían bien fácil conmigo al decidir que los gatos fuesen los protagonistas de esta historia, pero es que además vivo en la misma ciudad, Zaragoza, por lo que cuando comienza la historia no me ha sido difícil reconocer los muros del cementerio de Torrero, por lo que enseguida he conectado con la trama de Gatos de Cementerio.

En este cómic podemos conocer, a través de cinco actos, la vida de los gatetes que viven en un cementerio imaginario (es mucho más grande y ajardinado que el de Torrero) y que pronto salvarán a unos cuantos adolescentes que han cometido el error de entrar en el cementerio casi en horas nocturnas. Después de rescatar a los adolescentes se descubrirá que una de ellos, Luca, puede comunicarse con los gatos, que será lo que veremos en cada uno de los siguientes arcos conforme Juanarete y Nerea nos explican el por qué, aunque no os hagáis ilusiones porque si bien la trama queda cerrada pronto nos damos cuenta de que aquí hay chicha para más historias y que, con suerte, estos gatines regresarán.

Juanarete deja temporalmente de lado sus historias de memoria histórica, publicadas por la propia editorial maña, como pueden ser Pepe Buenaventura Durruti, Frontera Ordesa o La pitillera húngara para revelarnos una historia de corte paranormal dividida en 5 actos en los que no sólo nos habla de estos espíritus, sino también nos recuerda la crueldad del ser humano con los animales (esos niñatos que pegan a los pobres gatos o la gentuza que los maltrata) o se permite mostrarnos una referencia de los Goonies, con la figura de Sloth Fratelli, pero no detiene ahí sus referencias a otros géneros y es que Edgar Allan Poe se lleva su buena ronda de homenajes, incluso con la reciente adaptación de Netflix, aunque prevalece sobre todo el amor hacia los gatetes.

Del dibujo se encarga la debutante Nerea Díez, que nos ofrece con Gatos de Cementerio su primer trabajo, demostrando que aunque apueste por ambientaciones realistas el detalle de sus personajes busca más la expresividad y la narrativa, a medio camino entre el cartoon y el realismo y que aporta muchísimo. La única pega es que me quedé con la preocupación de las heridas sufridas por algunos de los gatines del tebeo.

La edición en rústica de GP Ediciones es impecable, la editorial aragonesa sigue apostando con fuerza por el tebeo aragonés y eso es algo muy noble por los talentos que están descubriendo.

Obviamente Gatos de Cementerio necesita una continuación, no porque la historia no cuadre o tenga un cierre digno, sino porque es obvio que estamos ante el primer capítulo de una trama mayor, así que espero que Juanarete y Nerea nos ofrezcan la continuación cuanto antes.