Durante muchos años Tim Burton fue uno de los creadores con mayor talento de Hollywood pero, como le sucede a muchos artistas de disciplinas diferentes, llegó un momento en que su arte no fue bien recibido por el público y su llama se fue apagando. Irrumpió a finales de los años ochenta con un estilo particular e inconfundible que incluía mundos imaginarios repletos de elementos góticos y oscuros, protagonizados por seres inadaptados y misteriosos, cargado de viejas referencias catódicas y guiños a los clásicos del cine pulp. Y a menudo con la música de Danny Elfman sonando de fondo y el rostro de Johnny Depp para encarnar al protagonista.
“Mars Attacks!” llegó a los cines de todo el mundo en el año 1996, cuando la carrera de Tim Burton estaba en la cima. Ya había demostrado su talento inmenso con “Bitelchús“, “Batman” y “Batman vuelve“, “Eduardo Manostijeras” o “Ed Wood“, y aún no se había llevado el bofetón del fracaso que le esperaba a la vuelta de la esquina, con “Sleepy Hollow” o el remake de “El planeta de los simios“. La película llegaba con el nombre de Tim Burton destacado en letras mayúsculas en el cartel, junto a un elenco de actores y actrices que muchos hubiesen deseado poder tener a disposición: Jack Nicholson, Glenn Close, Pierce Brosnan, Sarah Jessica Parker, Annette Bening, Danny DeVito, Martin Short, Lisa Marie, Rod Steiger, Tom Jones, Lukas Haas, Natalie Portman, Michael J. Fox, Pam Grier, Jim Brown o Jack Black, entre muchos otros. Con todos ellos el genio de Burbank nos ofreció una desternillante comedia acerca de una invasión extraterrestre. Una comedia extraña, con un sentido del humor peculiar, que no dejo satisfecho ni a los aficionados a la comedia más simplona, la del slapstick y la escuela de los ZAZ, ni a los aficionados al humor más disparatado, el que nos podrían ofrecer los británicos Monty Python, ni a los del humor más sobrio e intelectual.
Parodiando los films de ciencia-ficción de los años cincuenta, inspirada en el ‘pulp‘, en una colección de cromos de la Topps Company de los años sesenta, en las películas de serie B como “Plan 9 from outer space” o “Cuando los mundos chocan” y en la propuesta radiofónica de Orson Wells “La guerra de los mundos“, “Mars Attacks!” nos contaba como el mundo se detiene tras la aparición de platillos volantes procedentes del planeta rojo. El mundo, aterrado, ilusionado y expectante, espera conocer las intenciones de las criaturas llegadas desde Marte. El presidente de los Estados Unidos tiene dos opciones sobre como proceder: mientras los científicos le aseguran que las intenciones de los marcianos son pacíficas los militares desconfían de ellos y le aconsejan que aniquile a los marcianos antes de que sea demasiado tarde. Y la realidad es que los extraterrestres no vienen precisamente en son de paz.
A diferencia de “Independence Day“, estrenada el mismo año 1998, en “Mars Attacks!” no hay lugar para la épica ni el patriotismo, y los personajes se convierten en carne de cañón con los que Burton juguetea a su antojo en varios gags ingeniosos. La película se convierte en un ¡sálvese quien pueda! donde el director nos retrata lo más bajo de la sociedad y como en tiempos de crisis el hombre es un lobo para el hombre. Lamentablemente se podría decir que el tiempo ha sido cruel con “Mars Attacks!“, y mientras que otras películas de Tim Burton se han convertido en clásicos del séptimo arte, este film quedó en el vagón de las películas olvidables, que tenían gracia en un visionado, pero que quizás no daban para un segundo. “Quizás es mi película más divertida y extravagante“, dijo el mismo director de ella.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…