Hace unas pocas semanas Netflix estrenó Máquina de Guerra, una película de David Michôd, de la que no me he apresurado a escribir la reseña porque, bueno, francamente: ¡es aburrida de narices! Y eso que la película, a priori, pintaba bien, tener a Brad Pitt como protagonista de una película suele ser una garantía de calidad, pero, y a pesar del interés que despierta lo narrado en Máquina de Guerra, no cuando la película es tan leeeentaaaaaa.
Que vale, que lo entiendo, que se quiere narrar lo que sucedió en la guerra en Afganistán, otro de los desastres bélicos yanquis, y que adapta el libro “The Operators: The Wild & Terrifying Inside Story of America’s War in Afghanistan” pero, francamente, y a pesar de contar con nombres como Brad Pitt, Tilda Swinton, Ben Kingsley, Topher Grace o Anthony Michael Hall y con unos grandes medios se convierte en un rollo insufrible del que sólo la salva algún que otro “momento Pitt”.
En definitiva: Máquina de Guerra no me ha conquistado precisamente a pesar de que Brad Pitt bordé su actuación. 122 minutos son demasiados para una película que no consigue despertar el interés a pesar de un actor que luce con su personaje, pero al que ni siquiera los actores que lo rodean logran salvar un guión tan soporífero.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…