Han pasado diez mil años desde que el Hijo se rebeló contra el Padre, desde que empezó la Herejía de Horus, desde que los dioses oscuros del Caos pusieron sus ojos en nuestro universo, y pocas cosas han cambiado desde entonces. La guerra sigue. Pero en estos tiempos oscuros una luz brilla en el horizonte, un faro de esperanza que quizás pueda cambiar el destino de la raza humana: el regreso de Roboute Guilliman, Primarca de los Ultramarines, tras diez siglos durmiendo.

Han llegado tiempos difíciles a la galaxia. Cadia ha caído, destruida por el violento ataque del Caos. En la disformidad se ha producido una Gran Fractura, y de sus profundidades emanan demonios y los horrores de la Vieja Noche.
Pero no todo está perdido… Un héroe, ausente hace mucho tiempo, ha vuelto y, con él, la ira renacida de los Ultramarines. Roboute Guilliman ha resurgido para sacar al Imperio de la oscuridad y guiarlo en una cruzada como no se ha visto desde los legendarios tiempos del Emperador.
Sin embargo, las fuerzas de la Ruina nunca antes habían concurrido en tales cantidades, por lo que ningún lugar está a salvo del expolio. Las hordas del Padre de la Plaga, el señor Nurgle, acuden desde las temibles Estrellas del Flagelo con la pustulosa mirada puesta en Macragge.
Mientras la Cruzada Indomitus sigue su curso, Guilliman se dirige a toda velocidad hacia Ultramar y hacia un enfrentamiento con la Guardia de la Muerte.

El universo de “Warhammer 40k“, oscuro, violento, sangriento y caótico, tiene su origen en un juego de estrategia con miniaturas creado por Games Workshop en 1987, basado a su vez en otro juego de miniaturas de fantasía llamado “Warhammer Fantasy Battle“. Para desarrollar el juego los creadores de GW decidieron establecer unos cimientos firmes sobre los que apoyarse, una ambientación completa y detallada sobre la que organizar las facciones que se enfrentaban sobre el tablero. Un trasfondo histórico ficticio para el juego. Así nació este mundo sombrío, un futuro apocalíptico y neo-gótico ubicado en el cuadragésimo primer milenio de la humanidad. La raza humana ya hace siglos que se ha extendido por el espacio exterior, dirigida con mano férrea por un líder religioso de diez mil años de vida llamado el Emperador, y vive en constante conflicto enfrentado a razas alienígenas, rebeldes secesionistas o humanos corrompidos por las fuerzas del Caos.

La historia de “Imperio Oscuro” sucede diez mil años después de los eventos conocidos como la Herejía de Horus, cuando las semillas de la traición y de la deslealtad sembradas por las fuerzas del Caos hicieron que el antaño leal señor de la guerra, el más fiel de los primarcas Horus, se volviera contra el Emperador de la Humanidad. El enfrentamiento entre estos dos titanes desembocó en episodios sangrientos por todo el universo, provocó que se estremecieran hasta los cimientos del Imperio e hizo que el hermano se enfrentara al hermano en una brutal guerra civil, luchando contra sus semejantes sin piedad. La mayor traición que el universo haya conocido jamás.

En aquella época remota Roboute Guilliman era el Primarca de los Ultramarines, creador del Codex Astartes, Primogénito de la Segunda Fundación de Marines Espaciales y Lord Comandante del Imperio tras la traición de Horus. Lamentablemente, durante la Batalla de Thessala, el traidor Fulgrim de los Hijos del Emperador, que se había convertido en un demonio, lo derrotó. Roboute Guilliman fue herido mortalmente por la hoja envenenada del Primarca de los Hijos del Emperador pero, antes de fallecer, fue rescatado por sus Ultramarines y preservado en un campo de éstasis hasta el día que el Emperador decretara desde su Trono Dorado que era necesario despertarlo. Y así permaneció, durante diez largos milenios, preservado en lo más profundo del Templo de la Corrección, uno de los lugares sagrados del Imperio. Bienvenido a la Era Indomitus.

En las páginas de “Imperio Oscuro” seguiremos los pasos de Roboute Guilliman, ahora como Regente Imperial y Primarca responsable de la Cruzada Indomitus, empezando en la batalla del Pozo de Raukos, una brecha de las tantas que han fragmentado el universo y por las que se escurren las criaturas del Caos, liderando sus fuerzas desde el puesto de mando de la Honor de Macragge. También conoceremos a Tullius Varens, miembro del trigésimo Regimiento Auxiliar de Ultramar del planeta Talassar, que llegará al planeta enfermería de Iax para ser sanado de sus heridas en combate contra los muertos vivientes de Espandor. Sobre ambos personajes girará la historia que nos cuenta el escritor Guy Haley, un habitual del universo de “Warhammer 40k” (“Belisarius Cawl: La gran obra”, “La Herejía de Horus: Muerte titánica”, “La Herejía de Horus: Pharos”, “Age of Sigmar: Tormenta de guerra”,…), que fue subdirector de la revista “SFX” y editor de la revista de videojuegos “White Dwarf” de Games Workshop.

A lo largo de veintidós capítulos y casi cuatrocientas páginas veremos como Roboute Guilliman y sus poderosos guerreros se enfrentarán a las hordas del Padre de la Plaga, el Señor de las Moscas, el Gran Corruptor, el Señor de la Plaga, el Maestro de la Pestilencia, el Señor de la Decadencia, el pestilente señor Nurgle. Sus legiones son temibles guerreros, pero también portadores de la muerte, la infección, la enfermedad, la putrefacción, la decadencia y la descomposición. El objetivo del señor del Caos es anexarse los prósperos mundos del Reino de Ultramar a su Jardín de Nurgle, y mientras su primarca Mortarion lanza una masiva invasión sobre Ultramar y la Guardia de la Muerte hostiga el sistema Macragge, consiguen mantener a Roboute Guilliman bien alejado con la Cruzada Indomitus.

Imperio Oscuro” no es el mejor título para sumergirse por primera vez en el universo “Warhammer 40k“, y los no habituales quizás deberán hacer un esfuerzo excesivo para entrar en esta variante del género de la literatura de ciencia-ficción. Es difícil seguir la nomenclatura propia de esta ambientación, el léxico específico y la compleja estructura organizativa de los ejércitos (el Adeptus Ministorum, los Word Bearers, la Black Legion, los Ultramarines,…), así como los elementos esenciales de la misma y como han llegado al punto de salida de la historia, diez mil años después de la traición de Horus (el Emperador en el Trono Dorado de Terra, el Astronomicón, las fuerzas del Caos, los Marines Espaciales, la Herejía de Horus del trigésimo primer milenio, la Gran Fisura, la Cruzada Indomitus, la disformidad, el Padre de la Plaga,…). Justamente la primera novela de la Herejía de Horus, “Horus, Señor de la guerra” de Dan Abnett, sería una buena elección para adentrarse en este complejo universo de “Warhammer 40k“, y seguir avanzando a partir de aquí. Han pasado diez mil años y el universo sigue en guerra.

Imperio Oscuro” se puede leer y disfrutar pese a no conocer el género ni el juego de miniaturas, aunque conocer los códigos específicos ayuda a seguir con fluidez la narración. Además es una obra densa, con mucha descripción. Es poco amable para un lector que haya vivido de espaldas a “Warhammer 40k“, que nunca ha visto ni comprado, ni menos aún pintado, una figura de Games Workshop hasta hoy pero será un placer para sus seguidores más fieles pues contiene todo aquello que un “hijo del Emperador” esperaría encontrar en una novela de la franquicia.

Imperio Oscuro
Autor: Guy Hale
Traducción: Ariadna Cruz González
Colección: Warhammer 40.000
Serie: Dark Imperium
Fecha de publicación: Julio de 2023
ISBN: 978-84-450-1514-8
Formato: 22.5x14cm. Rústica con solapas
Páginas: 368
Precio: 20,95 euros