Una historia de amor en tiempos de guerra ha sido uno de los argumentos más recurrentes en la historia de la literatura, como lo es también la historia de un chico y una chica cuyo destino les esquiva, les rehuye y les obliga a estar separados pese a que luchan con todas sus fuerzas por permanecer juntos. Si a esta trama básica le añades como escenario una galaxia muy muy lejana en guerra y ofreces al lector un punto de vista diferente sobre los acontecimientos narrados en la trilogía original de “Star Wars“, solamente podía salir una novela redonda.
El reinado del imperio galáctico ha llegado a Jelucan, uno de los planetas del Borde Exterior, donde el aristócrata Thane Kyrell y la aldeana Ciena Ree comparten la misma pasión por el pilotaje. Años después, su sueño se hace realidad cuando ambos logran entrar a una de las más prestigiosas academias imperiales. Sin embargo, las ilusiones de Thane se acaban cuando se convierte en testigo de las terribles tácticas que el Imperio utiliza para demostrar su poderío. Resentido y decepcionado se une a la aún joven Rebelión.
Ciena tendrá que enfrentarse a la insoportable realidad de tener que decidir entre su lealtad hacia el Imperio o el amor que siente por el hombre que conoce desde que era niña. Por primera vez, Ciena y Thane se encuentran en facciones opuestas de una misma guerra. Los grandes amigos ahora son enemigos. ¿Encontrarán la manera de estar juntos o su deber los separará, al igual que a la galaxia entera?
El primer elemento destacado de la novela “Star Wars: Estrellas Perdidas” de Claudia Gray es que estamos ante una novela ambientada en el universo de “Star Wars“, hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana.
Tras la traicionera orden 66, aplastados los Jedi y desaparecida su luz, con el senado galáctico reducido a un mero títere sin poder en manos del Emperador, la galaxia vive unos tiempos oscuros y turbulentos. El Imperio domina la antigua república con puño de hierro y pocos se atreven a cuestionar el nuevo status quo. En concreto la historia que nos cuenta Claudia Gray, ocho años después de la caída de la Antigua República, nos conducirá primero hasta Jelucan, uno de los aislados y exóticos planetas del Borde Exterior, un desolado planeta montañoso, cuyos ciudadanos conservan la esperanza de un mejor futuro tras el final de las Guerras Clon, pero luego nos hará viajar hasta la Academia Imperial de Coruscant y a la primera Estrella de la Muerte, al helado planeta Hoth y el cálido Yavin, ¡incluso Jakku de “Star Wars VII: El despertar de la Fuerza“!, y nos permitirá subir a bordo de destartaladas naves de carga, veloces Ala-X, letales cazas TIE o majestuosos Destructores Imperiales, conocer a alienigenas de todo tipo, incluyendo twi’leks, wookies o mon calamari, sin renunciar a disfrutar de breves cameos del Lord Oscuro del Sith Darth Vader, la bella princesa Leia Organa, la sobria Mon Mothma, e incluso del mismísimo Emperador Palpatine.
El segundo elemento destacado de la novela “Star Wars: Estrellas Perdidas” de Claudia Gray es que estamos ante una historia de amor.
El cine y la literatura nos han hablado en muchas ocasiones de romances que se desarrollan durante conflictos bélicos, de historias de amor que deben superar los turbulentos tiempos en los que les ha tocado vivir su relación. A veces con final feliz, muy a menudo con un destino trágico esperando a los desdichados amantes, intentar construir una relación romántica mientras miles de hombres se matan entre ellos en nombre de su rey, o cuando las bombas caen del cielo para sembrar el caos y la destrucción en populosas ciudades repletas de inocentes civiles, o cuando un joven recluta debe dejar a su amada atrás para marchar al frente, a una muerte segura. “Adiós a las armas” de Ernest Hemingway (y la película de Frank Borzage), “Casablanca” de Michael Curtiz, “Doctor Zhivago” de Boris Pasternak (y la película homónima de David Lean), “El paciente inglés” de Anthony Minghella, “Lo que el viento se llevó” de Margaret Mitchell, incluso la mediocre “Pearl Harbor” de Michael Bay o la muy mejorable “Troya” de Wolfgang Petersen nos hablaron de un romance en tiempos de sangre y fuego. De hecho en “Star Wars” tenemos dos claros ejemplos de este tipo de relaciones estigmatizadas por el conflicto bélico: Anakin Skywalker y Padme Amidala durante las Guerras Clon, y Han Solo y Leia Organa durante la Rebelión.
En “Star Wars: Estrellas Perdidas” conceremos a Thane Kyrell y Ciena Ree del planeta Jelucan, un chico rico de familia noble y un chica pobre de familia humilde que unirán sus destinos desde la infancia. Los dos jóvenes compartiran sus sueños, su amistad (que, como no podía ser de otra manera, se transformará inevitablemente en amor) y sus caminos desde su planeta natal hasta la Academia Imperial, y desde allí a la guerra, a la lucha sin cuartel contra los terroristas rebeldes.
El tercer elemento destacado de la novela “Star Wars: Estrellas Perdidas” de Claudia Gray es que estamos ante una historia de amor… a la que el destino pone numerosas piedras en el camino.
Puestos a recordar películas, algunos también es posible que recordéis “Los amantes del Círculo Polar” del director vasco Julio Medem y la trágica, apasionada y secreta historia de amor de Otto y Ana, un par de enamorados que se separan y siguen caminos distintos por los caprichos del destino. O “Largo domingo de noviazgo” de Jean-Pierre Jeunet, donde conoceremos a Mathilde y el duro viaje que emprende para conocer el destino de su prometido, un soldado de la I Guerra Mundial. En este tipo de historias las dificultades de los amantes no solamente las causa el conflicto bélico sino también los caprichos del destino, que retuercen los senderos por los que discurren las vidas de los enamorados para que no se encuentren, para que se alejen, para que sus encuentros sean breves y fugaces, de manera que el fuego del amor debe luchar también contra la distancia y la ausencia para sobrevivir.
En “Star Wars: Estrellas Perdidas” su autora nos explicará como los sentimientos de Thane Kyrell por Ciena Ree y de Ciena Ree por Thane Kyrell son sólidos como una montaña, pero no hay historia de amor que merezca su nombre si no hay elementos trágicos que pongan a prueba la fortaleza de sus sentimientos. En este caso su relación se tensará hasta límites que jamás hubiesen imaginado cuando Thane decida desertar, resentido y decepcionado, para unirse a la aún joven Rebelión mientras Ciena permanezca fiel al Imperio. En bandos opuestos de la guerra, ¿estos amigos convertidos en enemigos encontrarán la manera de estar juntos o su deber los separará para siempre?
El cuarto elemento destacado de la novela “Star Wars: Estrellas Perdidas” de Claudia Gray es que estamos ante una historia que nos conduce por episodios conocidos de la trilogía cinematográfica original de “La Guerra de las Galaxias” pero que nos presenta los hechos desde una óptica diferente.
Algunos quizás recordareis la hilarante escena en la primera película del director Kevin Smith, la muy recomendable “Clerks”, donde Dante Hicks y Randal Graves discutían en el videoclub sobre los trabajadores inocentes que murieron en la construcción de la segunda Estrella de la Muerte en “El Retorno del Jedi”. En su versión original en inglés:
Randal Graves: A construction job of that magnitude would require a helluva lot more manpower than the Imperial army had to offer. I’ll bet there were independent contractors working on that thing: plumbers, aluminum siders, roofers.
Dante Hicks: Not just Imperials, is what you’re getting at…
Randal Graves: Exactly. In order to get it built quickly and quietly they’d hire anybody who could do the job. Do you think the average storm trooper knows how to install a toilet main? All they know is killing and white uniforms.
Dante Hicks: All right, so even if independent contractors are working on the Death Star, why are you uneasy with its destruction?
Randal Graves: All those innocent contractors hired to do a job were killed – casualties of a war they had nothing to do with. All right, look-you’re a roofer, and some juicy government contract comes your way; you got the wife and kids and the two-story in suburbia – this is a government contract, which means all sorts of benefits. All of a sudden these left-wing militants blast you with lasers and wipe out everyone within a three-mile radius. You didn’t ask for that. You have no personal politics. You’re just trying to scrape out a living.
Con “Star Wars: Estrellas Perdidas” viviremos de nuevo, y desde un punto de vista diferente del que nos ofreció George Lucas en las tres películas originales, el asalto a la corbeta consular Tantive IV de la princesa Leia sobre los cielos de Tatooine, como estalla en mil pedazos el planeta Alderaan o la destrucción de la primera Estrella de la Muerte desde el destructor imperial Devastador, el ataque a la base Echo del planeta Hoth desde el puente de mando del destructor Ejecutor o el avance implacable de los AT-AT desde un A-Wing, veremos en primer plano como el Halcón Milenario escapa de las garras de Darth Vader en el planeta Bespin, como Mon Mothma planea el asalto a la segunda Estrella de la Muerte, y viviremos la derrota final del Emperador Palpatine en la batalla de Endor.
Y cuando decimos que Claudia Gray nos ofrece un punto de vista diferente de los hechos lo hacemos porqué, por un lado, nos traslada a un lugar diferente desde el cual asistir como espectadores a los hechos y, por otro lado, los personajes que observan y juzgan los acontecimientos tienen una opinión diferente de lo que ha sucedido, y por lo tanto su posicionamiento sobre las acciones de los rebeldes, por ejemplo, son muy diferentes al simplón “buenos y malos” de George Lucas.
El quinto elemento destacado de la novela “Star Wars: Estrellas Perdidas” de Claudia Gray es que estamos ante una novela del nuevo cánon del Universo Expandido de “Star Wars“, el llamado Canon Disney, material oficial enmarcado en el ‘Nuevo Universo Expandido’ publicada en castellano por el sello Timun Mas del grupo editorial Planeta.
Creo que la historia, a estas alturas, ya la conocemos todos: tras la compra de LucasFilm Ltd. y la franquicia de “Star Wars” en el año 2009 y el anuncio de la nueva película de la saga, “Star Wars VII: El despertar de la Fuerza” de J.J. Abrams, la compañía Walt Disney Pictures puso en marcha varios proyectos ambientados en el universo de “La Guerra de la Galaxias“, como nuevas colecciones de cómics, renovadas series de televisión, y varios spin-off centrados en las aventuras de personajes secundarios de las seis películas de la saga cinematográfica. Pero, para poder empezar con todo ello, antes tenía que romper con el pasado.
Así, desecharon todo el material conocido como ‘Universo Expandido’ que nos había explicado con cómics, novelas, series de televisión y videojuegos todo lo que había sucedido antes del encuentro de Qui-Gon Jinn con el niño esclavo Anakin Skywalker en el planeta Tatooine y después de la muerte del malvado Emperador Palpatine a manos de Darth Vader en la segunda Estrella de la Muerte, sobre las lunas de Endor. A partir de aquel momento, en abril del año 2014, todo el ‘Universo Expandido’ era historia, incluyendo a personajes tan emblemáticos como la sith Asajj Ventress, la Mano del Emperador Mara Jade, el falleen Xizor de la organización criminal Sol Negro, Talzin de Dathomir, Kyle Katarn, los zombies de “Las tropas de la muerte”, Jorus C’Baoth, los hijos de Leia Organa y Han Solo Jacen y Jaina, el renacido Darth Maul con piernas robóticas de “Las Guerras Clon” o Darth Revan, y todas sus aventuras quedarían identificadas con el sello ‘Legends’ para diferenciarlas del material canónico, aquel que Walt Disney Pictures iba a señalar como oficial.
Como conclusión, y como habitual reflexión final en las reseñas de libros de “Star Wars“, señalaremos que la toda colección de novelas de “Star Wars” que publica Planeta Cómic es recomendable principalmente, por no decir exclusivamente, para los aficionados y seguidores de la saga cinematográfica, de la trilogía original, de las tres precuelas y de los recién llegados a “Star Wars VII: El despertar de la Fuerza”. Dicho esto, “Star Wars: Estrellas Perdidas” de Claudia Gray es de lo mejor que hemos leído de “Star Wars” en los últimos años. Una grata sorpresa de una autora de bestsellers y de novelas de corte romántico conocida sobretodo por su trilogía de ciencia-ficción “Firebird”.
Y como queda menos de un mes para el estreno de “Rogue One: Una Historia de Star Wars” (“Rogue One: A Star Wars Story”), el spin-off de “Star Wars” dirigido por el británico Gareth Edwards que llegará a los cines a finales de este año y que narra la historia de unos héroes improbables que se unen para robar los planos de la Estrella de la Muerte, amenizar la espera con este “Star Wars: Estrellas Perdidas” es una buena elección.
Star Wars: Estrellas Perdidas.
Autora: Claudia Gray
Título original: Star Wars: Lost Stars
Traducción: Albert Agut Iglesias
Fecha de publicación: Octubre de 2016
ISBN: 9788416476022
Formato: 14×22,5cm. Rústica con solapas
Páginas: 416
Precio: 22,00 euros
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…