La película de “Desafío Total” se puede explicar a partir de tres nombres esenciales: Philip K. Dick, Paul Verhoeven y Arnold Schwarzenegger.
El primero, Philip K. Dick, podría ser para algunos un simple escritor de ciencia-ficción, un autor cuyas obras inspiraron las películas “Blade Runner“, “Desafío Total” o “Minority Report” pero realmente es, más allá de las barreras de un género como la ciencia-ficción que es minoritario y en muchas ocasiones menospreciado, uno de los autores esenciales del género del siglo XX. Entre su extensa producción (36 novelas y 121 relatos breves) es difícil destacar algún título por encima del resto. Ninguno de ellos, lamentablemente, obtuvo ni la popularidad ni el reconocimiento merecido en su momento, solo “El hombre en el castillo“, ganadora del premio Hugo a la mejor novela del año 1962, y “Fluyan mis lágrimas, dijo el policía“, premio John W. Campbell Memorial a la mejor novela en 1975. Pero fue “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” la que lo convirtó en una figura, gracias a la adaptación cinematográfica que dirigió Ridley Scott con el título de “Blade Runner“.
El segundo, el director holandés Paul Verhoeven, fue uno de aquellos creadores que llegó a Hollywood desde Europa, alcanzó el éxito y volvió por donde había llegado. Seguramente los norteamericanos no supieron lidiar con su obra, demasiado atrevida. Un provocador con un talento inmenso. Al principio de su carrera sus películas causaron polémica, porque su trabajo era considerado demasiado violento y sexualmente explícito y en algunos sectores disgustó el tratamiento que hacía de la homosexualidad, la religión o la prensa (“Delicias Turcas“, “Keetje Tippel“, “Spetters“,…), y tuvo que irse de los Países Bajos hacia los EE.UU., donde firmó algunos de sus grandes éxitos para Hollywood (“Robocop” o “Starship Troopers“). Luego se encontró con el mismo problema en Hollywood, y como ya le había sucedido antes, levantó muchas ampollas (“Showgirls“, “Los señores del acero” y “Instinto Básico“) así que se volvió a Europa para sus siguientes producciones. Hoy, con casi ochenta años, sigue fiel a sus obsesiones, su estilo y, claro, su facilidad para tocar la fibra.
Y el tercero, el actor Arnold Schwarzenegger, el ex-gobernador de California, ex-culturista, ex-Conan el Bárbaro, ex-Terminator, y un largo etcetéra, fue una de las estrellas más brillantes del firmamento del Hollywood de los años noventa. La carrera cinematográfica de este musculoso actor austríaco, nacionalizado norteamericano, está plagada por títulos de acción, de aventura y también de alguna comedia familiar. Hubo un tiempo en el que todas sus películas eran éxitos garantizados, sumando millones de espectadores en todo el mundo y rompiendo récords de recaudación en taquilla.
En el caso de “Desafío Total“, el escritor Philip K. Dick escribió el relato corto “Podemos recordarlo por usted al por mayor” (“We can remember it for you wholesale“), publicado en abril de 1966 en la revista “The Magazine of Fantasy & Science Fiction“, Arnold Schwarzenegger convenció a las productores Mario Kassar y Andrew G. Vajna para que compraran los derechos del relato y Paul Verhoeven, que venía de rodar el gran éxito “Robocop”, dirigió la película a partir del guión de Ronald Shusett, Dan O’Bannon y Gary Goldman.
Protagonizada por Arnold Schwarzenegger, Sharon Stone, Rachel Ticotin, Michael Ironside y Ronny Cox, entre otros, “Desafío Total” nos trasladaba a un futuro cercano, al año 2075, para presentarnos a Douglas Quaid, un tipo corriente con un trabajo convencional que quiere ir de vacaciones a Marte, pues cada noche tiene pesadillas que le muestran recuerdos del planeta rojo. Obsesionado, y ante la negativa de su esposa, Quaid decide acudir a Memory Call, una empresa especializada en implantar falsos recuerdos en la mente de sus clientes y contrata unas vacaciones virtuales a Marte. Pero el proceso hace que se descubra una parte de su memoria que había sido borrada y que ni él ni su vida es lo que parece ser. Sorprendentemente logra recordar su verdadera identidad y un diabólico plan que él debe detener cueste lo que cueste.
“Desafío Total” es hoy un clásico de la ciencia-ficción, una película top de los años noventa preCGI que es perfectamente reivindicable y aguanta con solidez un revisionado. Veinte años después de su estreno intentaron repetir el éxito con un prescindible remake dirigido por Len Wiseman. Aunque odiosas, las comparaciones son inevitables y la versión de 2012 no resiste ni un asalto al pulp desenfadado y escapista de la película de Paul Verhoeven.
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…