“Zombies Party” (2004), “Arma fatal” (2007) y “Bienvenidos al fin del mundo” (2013) forman la trilogía conocida como “Three Flavours Cornetto” (también como “The Blood and Ice Cream trilogy“). El nombre de la trilogía tiene su origen en una referencia al Cornetto como un remedio para la resaca de Ed en la primera película, tras lo cual la empresa heladera Unilever regaló helados para la fiesta del estreno de la película. Y para conseguir más helados gratis Edgar Wright y Simon Pegg decidieron meter más referencias al Cornetto en “Arma fatal” para conseguir más helado gratis.
“Zombies Party” (la incomprensible traducción al castellano de “Shaun of the Dead“), dirigida por Edgar Wright y protagonizada por Simon Pegg, Nick Frost, Kate Ashfield, Lucy Davis, Dylan Moran y Bill Nighy, nos presentaba a Shaun, un treintañero sencillo, sin demasiadas ambiciones vitales, que pasa la mayor parte del tiempo jugando a la Play con su amigo Ed o en el pub, el Winchester, hasta que, por sorpresa, se encuentra sobreviviendo a un apocalipsisi zombie y enfrentándose a montones de muertos vivientes para salvar a su novia, que acaba de romper con él, y a su madre. Armado con un palo de cricket y una pala, Shaun saldrá al rescate.
“Zombies Party” es una comedia de terror, la respuesta humorística del fenómeno de las películas de zombies que azotó los cines a principios del siglo XXI. Sí, los zombies, los muertos vivientes, los comecerebros, y los no-muertos, como uno prefiera llamarlos, estuvieron muy de moda y durante unos cuantos años vivimos inmersos en el fenómeno de los zombies, que nos envolvió desde todos los frentes, sin síntomas de agotamiento aparente. Y con esta película Edgar Wright nos ofreció una visión humorística (británica, porqué el humor británico es especial) y desenfadada de lo que sería intentar seguir viviendo con normalidad en mitad del apocalípsis. La escena de Shaun yendo a la tienda en mitad de la catástrofe es antológica. También nos ofrece la típica película de supervivencia en un apocalipsis zombie en la que los personajes van cayendo, uno tras otro, ante la horda de comecerebros, pero con un tono distinto a lo habitual.
Pero, sobretodo, “Zombies Party” es la película que nos descubrió al dúo Frost-Pegg y al director Edgar Wright, uno de los mejores guionistas y directores del cine de género de los últimos tiempos, sin olvidar sus maravillosas rarezas “Scott Pilgrim contra el mundo” y “Baby Driver“. Solamente por eso “Zombies Party” ya es una película esencial y un título de culto.
Posiblemente mi película favorita del género zombie porque ¡son zombies! Nada de corredores, infectados o cualquier otro nombre. Son zombies, son lentos, son mortales… pero también pueden ser brillantes para el humor negro que es lo que desarrollan a lo largo de Zombies Party y que, francamente, es una maravilla de película que homenaje el género de zombis, y el de Romero, como ninguna otra. No es de extrañar que Romero invitase a Simon Pegg y a Edgar Wright a realizar un cameo como zombies en su siguiente película. Encantado quedó con este homenaje tan divertido.