Estamos ante la segunda novela, cronológica, de la Saga de La Cultura. Un giro de tuerca al género de la space opera actualizada y puesta al día, sí, pero sin perder los toques clásicos del género. Una delicia de libro que he disfrutado intensamente.
El Jugador
Iain M. Banks
Titulo original: Player of Games
Ganador de los premios: British SF (2), Kurd Lasswitz (4)
Traducción: Albert Solé
Fecha de publicación: Octubre 2007
Formato: 23 x 15 cms.
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 384
PVP: 20,95 €
ISBN: 9788498003567
Colección: SOLARIS FICCION Nº: 101
Gurgeh era uno de los mejores jugadores de la Cultura, maestro reconocido de todos los tableros, y estrategias. Aburrido de su éxito y forzado por las circunstancias, Gurgeh se encontrará a sí mismo en el imperio de Azad, cruel y próspero, enfrentado al juego supremo, un elaborado reto modelado con tanta exactitud, de acuerdo con las reglas de la existencia, que el ganador del mismo es proclamado Emperador. Víctima de un chantaje, y sin verdaderas alternativas, Gurgeh se ve obligado a participar en él, enfrentándose al mayor de los desafíos y poniendo en peligro su propia vida.
El protagonista de la novela, Jernau Morat Gurgeh, como corresponde al género, es un personaje muy carismático, alguien popular pero que se encuentra hastiado de su vida. Necesita un reto que le permita salir de su hastío, algo que le incite a superarse y que le lleve a una nueva fase en su vida. Una nueva experiencia.
Este hastío le llevará a aceptar una proposición deshonesta y a ser chantajeado lo que, eventualmente, le conducirá al mayor reto de su vida; el Azad, un juego de habilidad mental como no hay otro, un reto que le pondrá a prueba a diferentes niveles. Justo lo que Morat andaba buscando para dar más sabor a una vida que le resultaba insípida y que ahora cobrará nuevo sentido.
Una vez que llega al Imperio Morat descubre los grandes atractivos de esta nación, así como lo profundamente corrupta que es esa sociedad y hasta dónde llegan las diferencias que la separan de La Cultura. Los oropeles iniciales van cayendo
Poco a poco Morat va dándose cuenta de la profundidad del Azad y de lo que implica realmente las partidas que están jugando, y es que parece que el Azad no sólo va a decidir el destino de quién gobernará el Imperio, sino algo más.
Tengo que reconocer que me ha gustado mucho esta novela. Es la primera novela de La Cultura que leo y la he encontrado francamente divertida e imaginativa. No puedo sino aplaudir el escenario de nueva space opera en el que Ian M Banks ha ubicado la Cultura, es muy novedoso, imaginativo y emocionante. Un universo de posibilidades que Banks comienza a explorar en estos libros pero que, francamente, parece no tener límite.
Si nos atenemos El Jugador hay que reconocer que el principal interés reside en las partidas que juega Morat, aunque poco a poco la trama oculta se va adueñando del interés del lector y poco a poco descubrimos que Morat ha estado jugando a un juego del que desconocía las reglas… y las apuestas. Pero conviene repasar con lupa las diferencias que Banks establece entre La Cultura y el Imperio, por motivos de género, evidentes, de diferencia de clases y por la piedra angular que supone la base de poder de ambas civilizaciones; el Marain (el lenguaje) en la Cultura y el Azad en el Imperio.
Francamente, estoy muy contento del resultado final del libro y me he quedado con las ganas de leer más. Parece que acerté al iniciarme en la saga de La Cultura con El Jugador (dicen que es el libro más accesible de la saga), libro del que se viene rumoreando desde hace años que se va a llevar a la gran pantalla.
De momento me estoy preparando para leer una nueva novela de La Cultura, después de tan buen sabor de boca…
ASQEUROSO, ASQUEROSO AGGG WAKALAAAA WAAAAAAAA