Ayer nos atrevimos a abrir la caja de los truenos y a señalar algunos libros que nos habían gustado más que la película que los adaptó. Pero eso no significa que eso sea siempre así, y no podemos dejar de hacer el mismo ejercicio en sentido contrario, señalando diez películas que nos gustaron más que el libro en el que se basaban. Avisamos con antelación que sabemos que vamos a tocar más de un punto sensible…

Tal y cómo decíamos ayer, ¿debe uno elegir entre la dulzura de Audrey Hepburn y el carisma de George Peppard en la película “Desayuno con diamantes” de Blake Edwards y la novela original de Truman Capote, de tono trágico? ¿Está uno obligado a escoger entre la obra magna de J.R.R. Tolkien en “El Señor de los Anillos” y la trilogía cinematográfica de Peter Jackson que demostró que las películas de fantasía podían ser también grandes obras maestras del séptimo arte? No. El lenguaje de cada soporte es totalmente diferente, y ofrecen experiencias diferentes al lector y al espectador. Podemos defender a uno, a otro, o a ambos.

Pero, oye, puestos a seguir con el asunto y ya metidos hasta las rodillas en el fango, nos vamos a atrever a señalar diez películas que nos gustaron más que el libro en el que se basaban:

El club de la lucha“, de David Fincher (frente al libro de Chuck Palahniuk)
El silencio de los corderos“, de Jonathan Demme (frente al libro de Thomas Harris)
Jurassic Park“, de Steven Spielberg (frente al libro de Michael Crichton)
Dune“, de Denis Villeneuve (frente al libro de Frank Herbert)
Harry Potter y el prisionero de Azkaban“, de Alfonso Cuarón (frente al libro de J. K. Rowling)
Trainspotting“, de Danny Boyle (frente al libro de Irvine Welsh)
El castillo ambulante“, de Hayao Miyazaki (frente al libro de Diana Wynne Jones)
Blade Runner“, de Ridley Scott (frente al libro de Philip K. Dick)
Jackie Brown“, de Quentin Tarantino (frente al libro de Elmore Leonard)
El Padrino“, de Francis Ford Coppola (frente al libro de Mario Puzo)