Panini Cómics continúa la publicación en la línea Marvel Gold de la serie del Capitán América tras la etapa desarrollada por Jack Kirby en solitario. En “Capitán América: La Corporación” veremos una reinterpretación del origen del Capi y una extensa saga en la que el protagonista se hace preguntas sobre su identidad civil, Steve Rogers.
El séptimo Omnigold del Centinela de la Libertad se inicia con un puñado de historias inusuales, como la reinterpretación de su origen a cargo del legendario Roy Thomas o la llegada del Ameridroide. A continuación, se abre paso la conspiración tendida por los siniestros individuos de la organización secreta conocida como La Corporación, que conducirá a un aplastante encuentro con Hulk. El Capi también tendrá que luchar contra la Fuerza Nacional, el grupo nazi que extiende su influencia por todo Estados Unidos. Pero ¿quién es su misterioso director y por qué Sharon Carter se encuentra entre sus integrantes?
El volumen “Capitán América: La Corporación” en formato Marvel Gold hace el séptimo número en esta colección que Panini Cómics inauguró hace ya bastantes años. También ha pasado mucho tiempo desde el tomo anterior (salió en 2017), “Capitán América y El Halcón: La era de la Bomba Loca” que incluía toda la etapa del Rey Kirby en el abanderado tras su vuelta de DC. Hay que decir que todos los números del presente tomo salieron recopilados en los Marvel Gold de tapa blanda por lo que no están inéditos en Panini Cómics. Los más viejos del lugar miramos con nostalgia la portada del tomo en la que Constrictor zurra al héroe que corresponde al número 1 de Forum, que continuaba la etapa iniciada en Mundicomics/Vértice. Ha llovido mucho desde aquello y ahora por fin podemos disfrutar estas sagas con una traducción y rotulación a la altura e impresas en un papel ideal.
“Capitán América: La Corporación” es una pieza fundamental en la historia del Centinela de la Libertad. Reúne “Captain America #215-246“, “The Incredible Hulk #232” y “Marvel Premiere #49” publicados entre 1977 y 1980. A lo largo de este tomo, se abarca una época de transición en la que el personaje del Capitán América pasa por varias manos creativas, lo que añade una riqueza y diversidad a su desarrollo. Iniciando con Roy Thomas, quien da el pistoletazo de salida con una reinterpretación del origen del Capitán América, esta etapa se caracteriza por una reflexión sobre los valores que encarna el personaje y su relevancia en un mundo cambiante. Thomas, conocido por su profundo respeto hacia los personajes clásicos, consigue traer de vuelta la esencia del héroe que comienza a hacerse preguntas sobre su pasado como Steve Rogers. De la etapa anterior quedan flecos sueltos, como la ceguera que sufrió el Capi y el destino del Halcón, ahora a cargo de un variopinto grupo de superhéroes instalados en la base de S.H.I.E.L.D.
Roy Thomas cede la máquina de escribir a Don Glut, un guionista no muy conocido pero que aterriza con ideas frescas e interesantes. El serial de cine de los años cuarenta se usa como referencia para una serie de historias en la que Steve Rogers busca desvelar un pasado que no recuerda. por ello viaja a la isla de Terranova y en un ejercicio de retrocontinuidad, descubre un personaje de su pasado cuyo plan villanesco es crear una criatura llamada Ameridroide, una especie de copia del Capi de gran altura.
Don Glut no acaba esta trama, que es resuelta por Steve Gerber de una manera un poco extraña. Aunque su tiempo en “Capitán América” es breve, Gerber añade una capa de introspección al personaje, explorando su identidad más allá del símbolo patriótico. Este enfoque es crucial para comprender la evolución del Capitán América como un héroe que no solo lucha contra enemigos físicos, sino también contra las dudas internas y las contradicciones de su propia existencia. Pero Gerber dura lo que un caramelo en un colegio, porque se queda en una historia a medias que es Roger Mckenzie el encargado de llevarla a buen puerto.
Recomiendo encarecidamente leer los textos introductorios del tomo, a cargo de Raimon Fonseca, Don Glut y Roger Stern (editor del Capitán América por aquellos tiempos) para hacerse una idea del por qué de este baile de guionistas que sufrió este título, con varios números de relleno, o fill-ins por enmedio, como el de Peter Gillis y Mike Zeck o la reedición de una historia de “Strange Tales” que Panini Cómics no ha querido meter aquí. Fueron tiempos algo convulsos en cuanto a la contratación de escritores para la serie del Capi. Con todo, este tomo resulta una delicia para los fans del personaje. Sobre todo por un nombre propio: Sal Buscema.
Sal Buscema se encarga del arte en gran parte de este tomo. Su estilo dinámico y expresivo define visualmente esta era del Capitán América. El bueno de Sal logra capturar tanto la grandeza icónica del héroe como su vulnerabilidad en los momentos más íntimos, creando un equilibrio visual que complementa perfectamente las narrativas en las que el Capitán América enfrenta no solo a villanos de gran calibre, sino también a las organizaciones secretas que amenazan con socavar la seguridad del país desde dentro.
Una de ellas es la organización secreta conocida como La Corporación, un grupo que actúa como una especie de hidra moderna, con tentáculos extendiéndose en todos los rincones de la sociedad y la política estadounidense. Esta organización se convierte en una amenaza constante para el Capitán América, quien debe utilizar no solo su fuerza física, sino también su intelecto y habilidades estratégicas para desmantelar sus operaciones.
La trama alrededor de La Corporación abarca bastantes números y va creando momentos de tensión realmente surrealistas. Uno de ellos es el ataque que sufre el Capi por un Volkswagen que se cuela en su casa. Recuerdo ver una escena parecida en una de las comedias absurdas de Woody Allen. Por extraño que parezca, el enfrentamiento con La Corporación no se resuelve en las páginas del Centinela de la Libertad, si no en la serie de Hulk. El número correspondiente está incluido en el tomo, como no podía ser de otra manera. El Halcón había desaparecido números atrás y el Capi inicia su búsqueda. En el final de la saga Halcón sigue su camino y su nombre desaparece del título de la colección. “Marvel Premiere #49” que ya vimos en el tomo de “El Halcón: ganadores y perdedores” se incluye aquí, y me parece bien, porque tiene dibujo de Sal Buscema y encaja como un guante.
Además de La Corporación, el Capitán América se enfrenta a la Fuerza Nacional, un grupo que encarna las ideologías extremistas y neonazis que, lamentablemente, nunca han desaparecido del todo. Estas confrontaciones no solo brindan acción trepidante, sino que también permiten una reflexión sobre la perenne lucha del Capitán América contra el odio y la intolerancia. Esta fabulosa saga desarrollada por Roger McKenzie y Sal Buscema despide la estabilidad artística y argumental de la serie, y a partir de ellas tenemos todo un desfile de autores que van aportando su granito de arena. Son historias menos interesantes pero engrandecen el background del personaje, ahora instalado en un apartamento de Brooklyn, con nuevos secundarios y un oficio que le de para vivir: dibujante de cómics e ilustrador de publicidad. Chris Claremont es el que aporta este nuevo escenario que seguirá vigente hasta avanzada la etapa de Mark Gruenwald.
Panini Cómics publica “Capitán América: La Corporación” en formato Marvel Gold en un tomo en cartoné de más de seiscientas páginas. A los textos comentados antes hay que añadir otro de Jim Salicrup, igual de interesante. Entre los extras vemos material gráfico como son portadas, páginas originales y bocetos, además de publicidad de la época.
“Capitán América: La Corporación” es más que un simple recopilatorio de cómics; es un viaje a través de una era de cambio y adaptación tanto para el personaje como para la sociedad en la que se inscribe. A través del baile de autores que contribuyeron a estas historias, se exploran diversas facetas del Capitán América, desde su origen y los valores que defiende, hasta los desafíos más oscuros y complejos que enfrenta en su lucha continua por proteger a su país. Este volumen es imprescindible para los fans del Capitán América y para cualquiera interesado en ver cómo un personaje clásico puede ser reinterpretado y adaptado a diferentes tiempos y perspectivas. Es una obra que demuestra que, a pesar de los cambios en el mundo y en los equipos creativos, el espíritu del Capitán América sigue siendo un faro de esperanza, justicia y resiliencia. ¡No se lo pierdan, yo lo he disfrutado a tope!
Capitán América: La Corporación
Autores: Roy Thomas, Sal Buscema, Don Glut, Roger McKenzie, Steve Gerber
Fecha de publicación: Julio de 2024
Edición original: “Captain America #215-246”, “The Incredible Hulk #232” y “Marvel Premiere #49”
ISBN: 9788410513082
Formato: 17x26cm. Cartoné. Color
Páginas: 624
Precio: 55,00 euros
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…