Entre otras muchas cosas el cómic es un medio capaz de contar una historia añadiendo muchos matices al medio original para el que fue concebida. Igual que hay novelas basadas en películas, películas que adaptan obras de teatro y obras de teatro que originalmente fueron un libro, el cómic también tiene la capacidad de dar imagen, color, texto, contexto, fondo, matices y muchos otros aspectos nuevos a obras que no fueron inicialmente pensadas para ser publicadas como cómic.

Scarlett O’Hara, una joven de una familia adinerada de Atlanta, en el sur de los Estados Unidos, conoce una vida apacible y cómoda, llevada al ritmo de su carácter decidido y atrevido. Cuando comenzó la Guerra Civil, en 1861, su vida tal y como la conocía se derrumba y se le imponen grandes responsabilidades.
En medio de la destrucción y la muerte Scarlett, sin embargo, sueña con el amor, el de Ashley Wilkes, pero prometido a otra, y que siempre ha llevado en secreto. La llegada de Rhett Butler, un hombre sin fe ni ley, tan inmoral como seductor, volverá a barajar las cartas de las que dispone la joven para alcanzar la felicidad.

La historia de Scarlett O’Hara y su tempestuoso amor por Rhett Butler en el marco de la Guerra Civil norteamericana forman parte de la historia de la literatura. Y del cine, claro. Un clásico para ambos medios, considerada por muchos como “la gran novela americana“, y que recientemente, con la llegada de los tiempos de lo políticamente correcto y la última ola reaccionaria de revisionismo, ha sido tachada de racista. Injustamente, pues la obra, leída sin prejuicios y situándose en la época en la que fue escrita, es excelente. En todo caso, ofrece una versión edulcorada de la esclavitud, y se supone que los lectores del siglo XXI son lo bastante maduros como para disfrutar de este libro, o de la versión dibujada que nos presenta Nuevo Nueve Ediciones, sin que por ello caigan en la perdición y se conviertan en racistas.
Escrita por Margaret Mitchell (1900-1949), la historia cuenta que tras un accidente en 1926, durante la recuperación, empezó a escribir una novela ambientada en el sur esclavista que publicó diez años después, que le deparó el premio Pulitzer, el éxito del público lector y, poco tiempo después, una de las adaptaciones cinematográficas más famosas de todos los tiempos. La película de Victor Fleming, producida por David O. Selznick, recibió ocho de los trece premios de la Academia a los que aspiraba. Diez años después, en agosto de 1949, Margaret Mitchell falleció a los 48 años tras ser atropellada por un taxista que conducía en estado de embriaguez.

El argumento de “Lo que el viento se llevó” (“Gone With the Wind“) es sobradamente conocido, y Pierre Alary se mantiene fiel a él en este primer volumen, de dos, de la adaptación al cómic de la novela de Margaret Mitchell. Y no es solamente la historia de amor imposible entre una joven y caprichosa dama sureña, Scarlett O’Hara, y un apuesto y singular contrabandista algo mayor que ella, Rhett Butler sinó que va mucho más allá y retrata de forma despiadada la elegante y estirada sociedad de las tierras del sur de los Estados Unidos, el Reino del Algodón, que se negaba a perder sus privilegios y a aceptar las reformas sociales y económicas impulsadas por el presidente Abraham Lincoln, lo que provocó la Guerra de Secesión que dividió a los EE.UU. en dos bandos irreconciliables que, durante cuatro años, anegaron de sangre el país.

Publicado originalmente como “Autant en emporte le Vent” por la editorial Rue de Sevres en abril de 2023, la versión dibujada de Pierre Alary sabe presentar a Scarlett tal y como nos la imaginamos los lectores, y superando la imagen icónica de Vivien Leigh, la pelirroja desconocida que fue elegida para la versión cinematográfica del personaje. “Scarlett O’Hara no era una belleza, pero los hombres casi nunca se daban cuenta cuando su atractivo los seducía tanto como a los gemelos Tarleton“, nos contó Margaret Mitchell. Y en apenas cinco páginas sabemos que es una niña malcriada, caprichosa, que no sabe lo que quierey que juega con el corazón de los hombres sin escrúpulos ni vergüenza alguna, para desesperación de su família.

Pierre Alary es uno de los autores favoritos de ViaNews. Formado en la prestigiosa escuela de artes gráficas parisina de Gobelins y curtido como animador en los estudios Disney de Montreuil (participando en “El jorobado de Notre Dame”, “Hércules” y “Tarzán”). De hecho, y como también le sucede a Juanjo Guarnido, su estilo bebe de la línea cartoon de Disney para dotar a su trazo de dinamismo, estilizado dibujo y una caracterización de personajes excelente. Su curriculum empieza a ser extenso, y su trabajo en la trilogía de “Belladona“, “Simbad” con Scotch Arleston y Audrey Alwett, la revisión del mito de El Zorro en “Don Vega“, “Conan El Cimmerio” con guion de Jean-David Morvan, “Mi traidor”, las dos entregas de “Silas Corey“, o su personal reinterpretación del clásico de Hermann Melville “Moby Dick”, con guion de Olivier Jouvray, le han merecido numerosos elogios. Los nuestros, también. Y no tuvo ningún prejuicio por dibujar para Marvel (“Spiderman Family”) cuándo tuvo la ocasión.

Aunque ni la novela ni la película posiblemente no pasarían una revisión actual, y sería tachada de racista y machista, lo cierto es que Pierre Alary ha sabido navegar por encima de estos conceptos tan vagos, y la polémica (en los EE.UU., la cadena HBO retiró la película de su parrilla cuando el periódico Los Angeles Times publicó una columna exigiendo la desaparición de la novela en todas las estanterías y la película de todas las plataformas), y se ha lanzado a por un nuevo desafío. Una novela de estilo elegante, con diálogos convincentes y con un esmerado trabajo de creación de personajes, que nuestro amado Pierre Alary consigue convertir en un BD magistral donde centra su atención en los personajes. Sobretodo en Scarlett, un personaje que evoluciona desde la caprichosa de vida cómoda en Tara, la plantación de algodón de su familia en el estado de Georgia, una superficial joven de la alta sociedad sureña alejada por completo de la realidad que hierve a su alrededor, fascinada por la vistosidad de los uniformes sudistas y sintiéndose dichosa por la atracción que despierta entre los hombres, a una viuda y madre en la populosa ciudad de Atlanta, en casa de la familia de su marido fallecido en la guerra, que se enamora del descreído y amoral Rhett Butler, un hombre de fortuna que se aprovecha del esplendor, y también de las ruinas, para llenar sus bolsillos. Y, como siempre cuando hablamos de una obra de Pierre Alary, con una magnífica paleta de colores, una gran capacidad de elegir el mejor encuadre para cada viñeta, el ritmo de la narración o la expresividad de los rostros de los personajes. Como dice la editorial en su presentación de forma acertada, “el autor se apodera de la obra“.

La edición de Nuevo Nueve, como nos tiene acostumbrados, es de lujo. Tapa dura, papel de gran calidad, una portada con repujados dorados,… pero ningún extra. A estas alturas ya no debería sorprender a nadie que la editorial que impulsó hace unos años Ricardo Esteban tras salir de Dib·buks nos ofrezca obras tan bien editadas y, además, muy poco tiempo después de su publicación en Francia.

Al final del primer tomo, la guerra ha terminado y Scarlett ha regresado a Tara. Los estragos del conflicto han hecho mella en todos, vencedores y vencidos, y la plantación de la familia O’Hara está en dificultades. Scarlett ya no es una joven caprichosa y juguetona, y se ha convertido en una mujer de carácter, con coraje y valentía para luchar y levantar a Tara de sus cenizas. Estamos esperando con impaciencia la secuela, la segunda parte de este díptico, aunque lamentablemente sabemos que será también el final de “Lo que el viento se llevó” de Pierre Alary.

Lo que el viento se llevó
Autor: Pierre Alary
ISBN: 978-84-19148-68-1
Formato: 22x30cm. Cartoné. Color.
Páginas: 152
Precio: 30,00 euros