Ya nos ha llegado la segunda entrega de “Jodido Bastardo“, un BD ambientado en la inexplorada jungla tropical que mezcla, de forma equilibrada, la aventura con la crítica social. Mientras Max busca sus raíces y se adentra en la selva junto a Baia, las tres chicas francesas Christelle, Charlotte y Corinne se ven envueltas en un turbio asunto que las enfrentará a criminales locales.
Para escapar de los secuaces del campamento minero, Max y Baia se pierden en la jungla. Baia guía, alimenta y trata a Max. Al adentrarse más y más en este bosque tropical llegan a los restos de un avión que se estrelló hace unos años. A bordo, el esqueleto de un niño cuyas muñecas aún están atadas. ¿Será este el naufragio de aquella vieja historia del secuestro de la hija del jefe de la mina?
Por su parte Christelle y Charlotte huyen en dirección a Corinne. Salen del dispensario donde abandonan un cadáver. Buscadas, las dos enfermeras pueden contar con la ayuda de Rego, un viejo policía de la región con un pasado dudoso. Este álbum es un cruce de matones, cazadores de tesoros y viejos secretos enterrados.
Las entrañas de la selva amazónica son uno de esos rincones del mundo donde la civilización apenas ha asomado la nariz, en los que la naturaleza sigue resistiéndose al ser humano y donde, como pasaba en el Far West norteamericano, la ley que rige no es la más justa. No hay más que echar la vista atrás y recordar como, en 1988, el activista ambiental brasileño Chico Mendes fue trágicamente asesinado. “No quiero flores porque sé que las sacaréis del bosque. Lo único que quiero es que mi muerte sirva para frenar la impunidad de la que gozan los asesinos“, dijo pocos días antes de morir. Sí, la creciente deforestación de la Amazonia no debe esconder otra realidad tan cruel como real: las mafias campan a sus anchas y asesinan, ante la escasa o nula acción del Estado, a todo aquello que se interponga en su camino.
“Jodido Bastardo: O Maneta” (“Un putain de salopard: O Maneta“) es la segunda entrega de una serie que Régis Loisel ha creado junto al dibujante Oliver Pont y el colorista François Lapierre, publicada originalmente en Francia en noviembre de 2020 de la mano de la editorial Rue de Sèvres y que Nuevo Nueve Ediciones nos trae en castellano en una edición, como siempre, impecable.
Esta segunda entrega nos sumerge de nuevo en la exótica selva amazónica en los años setenta, un territorio inhóspito y sin ley plagado de violencia, hasta donde viajó Max, un joven que buscaba a un padre que jamás conoció. Tras los acontecimientos narrados en la primera entrega, que finalizaba con la huida de Max y Baia a través de la jungla, retomaremos la aventura para ver como, gracias a los conocimientos de la niña, logran escapar de los hombres de la mina que andan tras sus pasos. Su respiro será corto, pues les esperan otras sorpresas, incluyendo el botín perdido de un secuestro que nunca se resolvió y que quizás se encuentra entre los restos de un avión que se estrelló hace unos años en mitad de la selva. Por su parte, Christelle y Charlotte, las dos enfermeras francesas, encuentran refugio junto a Corinne después del incidente en el dispensario.
Persecuciones, ajustes de cuentas, viejos rencores y hasta un tesoro perdido, la versión de la selva amazónica de Régis Loisel y Olivier Pont no es sencilla, ni el vergel que los lectores podrían pensar que se iban a encontrar. El peligro en este lugar proviene más de las personas que de la naturaleza que las rodea. La maldad anida en el corazón de los hombres, y solamente Max se libra en una historia donde las heroínas son ellas. Mujeres fuertes, valientes, que no se dejan intimidar por los hombres en una tierra sin ley, y algunas de ellas no dudan en aplicarla de manera precisa y justa. Y como telón de fondo esa Amazonia frágil y exótica, dónde la defensa de la naturaleza, el medio ambiente, la vida digna de las comunidades y la supervivencia de los pueblos indígenas más vulnerables está en inferioridad de condiciones ante la violencia, los abusos de los derechos humanos, la militarización del territorio o los intereses económicos de las grandes empresas, petroleras, mineras, hidroeléctricas y madereras, que explotan el territorio sin escrúpulos.
Hay que buscar las raíces de este álbum en el viaje que los dos autores, Loisel y Pont, hicieron a Guyana, un país fronterizo con Brasil que tiene un territorio selvático conocido como la amazonía guyanesa. Régis Loisel se prodiga poco, y sus trabajos nos llegan en cuentagotas, pero su bibliografía es de las mejores del BD francobelga: “La Búsqueda del Pájaro del Tiempo“, “Peter Pan“, “El Gran Muerto” o “Magasin Général” se cuentan entre los mejores trabajos del ganador del prestigioso Grand Prix du festival d’Angoulême del año 2002.
En las páginas de “Jodido Bastardo: O Maneta” la aventura que nos proponen Olivier Pont y Régis Loisel se vuelve cada vez más compleja, mucho más que la búsqueda inicial de Max, tras los pasos de su padre desconocido. Una historia densa y fascinante a la que todavía le queda mucho por contar aunque solo está pendiente de ver la luz el tercer, y último, volumen para cerrar la historia de Max, Baia, las garçons Christelle y Charlotte… y el misterioso O Maneta.
Jodido Bastardo #2: O Maneta
Autores: Olivier Pont y Régis Loisel
ISBN: 978-84-19148-09-4
Formato: 30x22cm. Cartoné. Color.
Páginas: 82
Precio: 18,00 euros
Pues de empatía con las pelis de zombies entre 0 y nada, así que hice bien en no verla. Y…