Es imposible empezar a hablar de “La Misión“, la película de Roland Joffé, sin mencionar la música del genio Ennio Morricone. Por mucho que pasen los años, la melodía del tema principal, “Falls” (“Cascadas”), sigue siendo una de las piezas más memorables del compositor italiano. Apenas dos minutos, que quedan grabados para siempre en el alma de quién la escucha. La banda sonora de la película, que combina corales litúrgicas, tambores nativos, cantos guaranís y guitarras españolas, fue nominada al Óscar en el año 1986, ¡y no lo ganó! (el galardón fue para “Alrededor de la medianoche“, de Herbie Hancock) pero se llevó el Globo de Oro a la mejor banda sonora. De hecho Ennio Morricone no se llevó la estatuilla dorada en las cinco primeras ocasiones en las que fue nominado (“Días del cielo”, “La Misión”, “Los Intocables de Eliot Ness”, “Bugsy” y “Malena”), pero la Academia lo compensó primero con un Oscar honorífico a toda su carrera en el año 2007 y, más tarde, con el Oscar por la banda sonora de “Los odiosos ocho“, de Quentin Tarantino.
La película, dirigida por Roland Joffé, británico de ascendencia francesa, y protagonizada por Jeremy Irons, Robert De Niro, Aidan Quinn, Liam Neeson, Ray McAnally y Cherie Lunghi, está ambientada en la época del Tratado de Madrid entre España y Portugal, también conocido como de Límites o de Permuta por el que se dirimió momentáneamente la disputa por la Colonia del Sacramento, en la desembocadura de Río de la Plata, junto a las cataratas del Iguazú, para reemplazar la obsoleta demarcación establecida por el acuerdo de Tordesillas de 1494. También es una época de lucha y conflicto entre las monarquías absolutas europeas y el poder detentado por la Iglesia hasta la época centrado en la Compañía de Jesús y sus misiones jesuíticas. En concreto “La Misión” (“The Mission“) nos presenta al padre Gabriel, que vive en medio de una tribu de indios guaranies a los que intenta proteger contra los mercaderes de esclavos, cuyo jefe es Rodrigo de Mendoza, un hombre malvado y cruel que, tras un drama personal, cambia de actitud y se hace jesuita. Dos maneras de participar en la conquista de América personificadas en dos personajes: la vía pacífica de Gabriel y la violenta de Mendoza.
La música de Morricone es esencial para el argumento de “La Misión“, y forma parte de la historia, pues es la interpretación del Adagio del Concierto en re menor para oboe y orquesta de Alessandro Marcello por parte del padre Gabriel, en mitad de la selva acompañado solamente de una Biblia y un oboe, la que hace que los indígenas aceptan la palabra de Dios que les trae el jesuita evangelizador.
El compositor italiano Ennio Morricone llegó a componer más de cuatrocientas bandas sonoras para el cine y la televisión, algunas tan míticas como “El bueno, el feo y el malo“, “Cinema Paradiso“, “Por un puñado de dólares“, “Los odiosos ocho“, “Novecento” o “Los intocables de Eliot Ness“, pero ninguna de ellas llegó tan profundamente al espíritu que la de “La Misión“.
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…