En agosto de 2014 todos perdimos a Robin Williams y el mundo se convirtió en un lugar mucho más triste. Este actor norteamericano, que había demostrado sobradamente su valía como intérprete en cintas como “Good Morning, Vietnam“, “El Club de los Poetas Muertos” o “El Rey Pescador“, y que nos divirtió con otras como “Señora Doubtfire“, “Jumanji” o “Aladdin“, donde cedió su voz al Genio genial, decidió poner fin a su vida a causa de una profunda depresión. Uno de los mejores comediantes de todos los tiempos se suicidó ahogado por su propia tristeza.
Una de sus mejores películas es “Good Morning, Vietnam“, del año 1987, ambientada en uno de los conflictos bélicos más sangrientos e incomprensibles del siglo XX: la guerra entre Estados Unidos y Vietnam. En la década de los setenta, periodistas, cronistas y fotógrafos fueron enviados a cubrir los hechos con la intención de informar de lo que estaba ocurriendo allí, pero los años ochenta fue la década en la que los cineastas norteamericanos echaron la vista atrás y pudieron explicar, criticar y expresar su visión sobre el conflicto bélico: “La chaqueta metálica“, “Apocalypse Now“, “Platoon“, “El cielo y la tierra“, “Corazones de hierro“, “Más allá del valor“, “Nacido el 4 de julio“, “La colina de la hamburguesa“, o esta “Good Morning, Vietnam“. Tocaba revisar el conflicto, y recordar a los hombres que combatieron en el frente o estuvieron en Vietnam, dejando parte de su vida y de su humanidad en el sudeste asiático.
Dirigida por Barry Levinson, escrita por Mitch Markowitz y protagonizada por Robin Williams, Bruno Kirby, Forest Whitaker, Noble Willingham, Robert Wuhl y Tung Thanh Tran, entre otros, “Good Morning, Vietnam” nos ubicaba en plena guerra, en 1965, y nos presentaba al descarado, irreverente y carismático presentador de radio Adrian Cronauer, que es enviado a Saigón para animar a las tropas norteamericanas. Su programa de radio será toda una carga de energía, música y humor, aunque el locutor tampoco se cortará ni un ápice a la hora de criticar a los políticos, sus decisiones o hacer comentarios irreverentes en su programa radiofónico, lo que le ganará el cariño del público y de la tropa pero también molestará a sus superiores, que lo pondrán en su punto de mira. Una historia basada libremente en la vida del locutor Adrian Cronauer durante la guerra de Vietnam, cuando fue director de noticias en la Radio de las Fuerzas Armadas y asumió también el puesto de locutor principal en el turno de mañana de la radio. Dicho programa, titulado Dawn Buster y Cronauer, comenzaba cada mañana con el saludo que años después se haría inmortal y que daba título a la película: Good Morning, Vietnam!!!
“Good Morning, Vietnam” supuso la primera nominación del añorado Robin Williams al Oscar a mejor actor, una estatuilla que se llevaría a su casa Michael Douglas por su papel en “Wall Street“. El actor conseguiría el ansiado premio en 1997 por su papel como el profesor Sean McGuire en “El indomable Will Hunting“, pero como actor secundario.
A ver, la de abogados cristianos (me la agarras con la mano) me parece tan estúpido... en fin, además ahora,…