Entre 1955 y 1975 Vietnam estuvo en guerra. Fue la llamada Segunda Guerra de Indochina, que enfrentó al gobierno comunista de Vietnam del Norte, respaldados por China y la Unión Soviética, contra el gobierno de Vietnam del Sur y su principal aliado, Estados Unidos, que aportó financiación, tropas y armamento. La participación de los americanos en el conflicto se cimentó sobre la Doctrina Truman, una política de contención del comunismo proclamada en 1947, que establecía como prioridad de la política exterior estadounidense evitar la expansión comunista de la Unión Soviética y sus aliados del bloque socialista. A partir de 1964, y sobretodo a raíz del incidente del golfo de Tonkín, el presidente Lyndon B. Johnson ordenó una intervención directa sobre el terreno de los ejércitos de los EE.UU., pasando de los 60.000 soldados que ya operaban en Vietnam a 500.000. Tras diez años de guerra, el 29 de marzo de 1973, los EE.UU. completaron la retirada de los últimos soldados norteamericanos de Vietnam y dejaron el país a merced de los comunistas.
En 1979 el escritor Gustav Hasford publicó su novela “The Short-Timers“. Hasford era un ex-marine de los Estados Unidos que había participado en la Guerra de Vietnam, principalmente como corresponsal de guerra, escribiendo para los medios de comunicación propios del ejército americano. Su regreso a casa tras el conflicto no fue fácil, como no lo fue para casi ningún soldado, y el escritor quiso hablar sobre ello en sus novelas. En 1990 publicó una secuela de “The Short-Timers“, titulada “A Novel of Vietnam“, pero Hasford murió poco después de completarla y antes de escribir la tercera entrega de lo que él confiaba que fuese una trilogía.
“La Chaqueta Metálica” (“Full Metal Jacket“) es la adaptación cinematográfica de “The Short-Timers“. Protagonizada por Adam Baldwin, Arliss Howard, Dorian Harewood, Matthew Modine, R. Lee Ermey y Vincent D’Onofrio, entre otros, está escrita y dirigida por uno de los autores más singulares, fascinantes, polémicos y con mayor talento de la historia del cine. Sí, estamos hablando de Stanley Kubrick. Un genio. Era uno de esos directores que controlaba hasta el último detalle de sus rodajes, obsesivo y maniático, y en este caso decidió incluso cambiar el título pues la ‘full metal jacket‘, una bala con un núcleo blando encamisado por una ojiva de metal más duro, le parecía más adecuado para su película… cosa que mandó al libro de Gustav Hasford al olvido.
La película nos cuenta la historia de un grupo de soldados que se prepara en un centro de entrenamiento de la marina estadounidense. Se encuentran bajo las órdenes un sargento duro e implacable, cuya única misión es endurecer el cuerpo y el alma de estos soldados para que puedan defenderse frente a sus enemigos en el campo de batalla. Sin embargo, no todos los jóvenes están preparados para soportar sus métodos, que pueden llegar a ser peores que enfrentarse a los vietcong en el frente.
“La Chaqueta Metálica” tiene dos partes claramente diferenciadas, la formación y el campo de batalla, y la crítica suele destacar la primera por encima de la segunda. Sobretodo la escena en la que el actor Ronald Lee Ermey ‘The Gunny’, un sargento retirado con una dilatada carrera como instructor del ejército estadounidense que interpreta al rudo y duro sargento Hartman en el film, soltaba un discurso humillante a la tropa de reclutas de Parris Island, improvisando buena parte de sus diálogos. Algo que, con un detallista y controlador Stanley Kubrick tras la cámara, parece casi imposible.
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…