“El expediente Samael” es la primera incursión de Enrique Vila Torres en el mundo de la novela y lo hace en el ámbito del terror. Leyendo sus entrevistas previas a la puesta en venta de la novela me llamó la atención dos de sus referencias: las obras de Stephen King y las famosas aventuras de Enid Blyton.
El expediente Samael
Autor: Enrique J. Vila Torres
Editorial: Algaida
Primera edición; 19 septiembre 2019
Precio: 19,00 €
Horrendos y macabros asesinatos comienzan a sucederse en diferentes ciudades del mundo. El primero de ellos, el que da la voz de alarma, sucede en Odessa (Texas, USA), donde el padre Brian, a través de una ventana de su iglesia, ve cómo lo que parecen demonios violan y atacan con brutalidad a dos chicas adolescentes. Antes de que pueda avisar a nadie el propio sacerdote es bestialmente decapitado.
Enrique ha juntado su trabajo real, el de abogado, con un thriller de terror lo que inevitablemente nos lleva a encontrar huellas de su vida real; su trabajo de abogado, su condición de hijo adoptado y su residencia en la ciudad che, incluso anécdotas como su participación en Cuarto Milenio algo que también aparece en la vida de su alter ego en la novela, sin olvidarnos que protagonista y autor también comparten el nombre-
La trama de El expediente Samael trascurre entre violentos asesinatos, muchos de ellos con un tinte sexual, que se producen a lo largo del planeta con solo algo en común; la firma de Samael uno de los ángeles caídos que parece haber poseído a la asesina terrenal de los terribles crímenes. Armagedón, un bufete de abogados expertos en temas relacionados en lo paranormal y afincado en Valencia, será el encargado de defender a la acusada junto a los abogados del Vaticano que buscarán un veredicto de culpabilidad para el diablo. Entre todos estos crímenes diabólicos un antiguo miembro del Mossad intentará dar una explicación racional y terrenal a los fenómenos que están aterrando al mundo entero.
La novela en sí es de rápida lectura con una narración ágil pecando en exceso de capítulos excesivamente cortos. La trama es muy interesante y enganchará a los y las lectoras. Quizá lo que le falta es el suspense de las tramas de terror, suspense que se suple con un exceso de salvajadas, sangre, sexo y bilis.
En cuanto a los personajes todo se centra en torno a Enrique que narra en primera persona mientras en el resto de la novela se utiliza la tercera, dejando como secundarios al resto de protagonistas. Se echa de menos que el autor profundice en el resto de personajes, tanto en los compañeros de bufete como en el protagonista de toda la trama del cual apenas leemos unas pocas páginas muy superficiales sobre su figura. Hay otros protagonistas, como los relacionados con la trama vaticana de los cuales apenas se profundiza. Es quizá la parte menos cuidada de la novela y la que más juego podría darle.
Y siendo seguidor confeso de Stephen King no podría faltar un final totalmente abierto y que deja a la imaginación del lector su continuidad.
Muy arriesgada la temática para ser su primera novela aunque el autor se aferra al mundo que conoce; el jurídico. Se nota el paso de los ensayos y libros jurídicos a la novela algo que seguramente pulirá en sus próximas obras, que seguro que las habrá.
No podemos dejar de reseñar la magnífica portada de El expediente Samael que refleja a una de las protagonistas de la novela.
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…