¿Que pasaría si la hija del mayor asesino de la galaxia acudiera a hacerle una visita a la prisión de máxima seguridad donde se encuentra detenido? Tenemos la respuesta y aparece en el tomo que publica ECC Ediciones con el título “Crush y Lobo“, todo un despiporre de cómic.
A veces, un cómic del que no te esperas mucho te sorprende gratamente. “Crush y Lobo” entra en esta categoría, de puntillas. La editorial DC Comics aprovechó el Mes del Orgullo LGTBI+ para lanzar una serie de especiales y miniseries. Este que reseñamos fue de los primeros en aparecer en librerías, con el logotipo del arcoiris y la palabra PRIDE en la cajetilla de la izquierda. ECC Ediciones ha colocado un icono representando a Lobo en su lugar, quizás con el objetivo de atraer a los fans del personaje, uno de los más populares de los años noventa en España.
El asunto es que Crush, la hija biológica de Lobo y una mujer de la Tierra, es lesbiana. Su novia se llama Kate y no puede ser más diferente que ella. Acude a la fiesta de cumpleaños que da en su típica casa americana de clase media/alta y la arma. Eso provoca la ruptura de la pareja y que Crush opte por responder a la llamada de su padre czarciano, que se encuentra en una prisión de máxima seguridad en mitad del espacio. Pero claro, los motivos de Lobo, un tipo que no se casa con nadie, no pueden ser buenos. Y lo descubrirá en su propio pellejo la atribulada chica.
Crush es un personaje de reciente cuño, surgido tras el evento “Renacimiento” en la cabecera “Teen Titans Special #1” (agosto, 2018). Allí se nos cuenta que Xiomara Rojas, nombre auténtico de Crush, se estrelló en el desierto de Black Rock durante un festival de música. Fue descubierta por una pareja de drogadictos que la adoptaron como hija suya. La criaron de la peor manera posible, pero siempre estuvo protegida por su cadena de eslabones Obelus. Un día vio a Lobo luchando contra Superman en las noticias y adivinó que el cazarrescompensas era su auténtico padre. De regreso a casa se encontró a sus padres muertos y el hogar, una caravana, ardiendo. Decidió dedicarse a las peleas ilegales hasta que fue descubierta por Robin, que le pidió que se uniese a los Jóvenes Titanes.
“Crush y Lobo” arranca con una escena de acción en el que la chica se enfrenta a un tipo que se parece al Krang de las Tortugas Ninja y que regresará en en varias ocasiones durante la miniserie. Lobo, prisionero, manda un mensaje a la chica para decirle que quiere verla. Tras el fallido cumpleaños en casa de la novia de Crush, decide acudir con su padre, para despejarse un poco del desengaño amoroso. Lobo le tomará el pelo y la dejará en su lugar. Crush es un torbellino y propondrá, para recuperar su libertad, cazar a su odiado progenitor.
La guionista Mariko Tamaki y el excelente dibujante chileno Amancay Nahuelpan realizan un buen trabajo en este cómic. El humor es constante y está bien integrado en el discurrir de la aventura.Crush nos habla en primera persona en las cajetillas de texto. Aunque no se rompe la cuarta pared, tiene un tono parecido al que se usa con personajes como Masacre, Gwenpool o Harley Quinn con chascarrillos y ocurrencias cada pocas viñetas, que en esta ocasión no impiden que la trama se disfrute y todo resulte verosímil. Esta ‘buddy Movie‘ en cómics nos trae al auténtico Lobo, el que nos descoyuntó la mandíbula con sus barrabasadas. Su hija es como el padre y no tiene reparos en causar destrucción y caos.
ECC Ediciones recopila en un libro rústica la miniserie de ocho números “Crush & Lobo“ (2021). las portadas alternativas aparecen como único contenido extra. La portada del tomo homenajea a la del número uno de “Lobo’s back“ (1992), por Simon Bisley.
En resumen, la miniserie “Crush y Lobo” resulta divertida de principio a fin y nos trae la mejor versión del Czarciano junto a una hija que tiene cuerda para rato en el Universo DC.
Crush y Lobo
Guión: Mariko Tamaki
Dibujo: Amancay Nahuelpan
Edición original: “Crush & Lobo” núms. 1 a 8
Fecha de publicación: Agosto de 2022
Formato: Rústica. Color.
Páginas: 200
Precio: 21,00 euros
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…