Sorprendido y encantado. La lectura de “Cielos Rebeldes“, de Ann Sei Lin, me ha dejado sorprendido con su originalísima ambientación con aromas orientales y encantado tras una lectura que rebosa aventura, giros inesperados y personajes carismáticos. De largo, una de las mejores lecturas de este año.
El imperio Mikoshima está en guerra. Las ciudades flotantes y las terrestres luchan por el poder y el cielo está lleno de shikigamis, feroces monstruos de papel que no responden ante nadie.
Cuando éstos destruyen su hogar, la joven Kurara se une a la tripulación de una aeronave que se dedica a darles caza. Allí descubre que su habilidad para controlar el papel es mayor de lo que había imaginado, pero las respuestas que encuentra sólo le generan nuevas dudas sobre el imperio, sobre los shikigamis y sobre sí misma.
La verdadera batalla está a punto de comenzar… y para salvar a la persona que más quiere Kurara deberá escoger un bando.
Lo primero que hay que destacar de “Cielos Rebeldes“, de Ann Sei Lin, es su ambientación: un mundo de ciudades flotantes, un imperio en guerra, el conflicto entre los habitantes de las ciudades del aire y los terrestres,… y el papel. Sí, el papel, la delgada lámina elaborada a partir de pulpa de celulosa sobre la que escribimos nuestros sueños. El papel en “Cielos Rebeldes” como una metáfora de la magia de cualquier novela de fantasía convencional. El papel plegado, conocido como papiroflexia en occidente y origami en oriente, como herramienta de poder. Los artesanos como una reimaginación de los magos y los shikigamis, feroces monstruos de papel que no responden ante nadie, como manifestación de sus habilidades.
“Cielos Rebeldes” (“Rebel Skies“), publicado originalmente en inglés en marzo del 2022 por la editorial Walter Books, nos llega en castellano del sello Salamandra del grupo editorial Penguin Random House en un libro de tapa blanda de edición convencional, traducido por Begoña Hernández Sala, que hace un trabajo excelente.
La novela nos cuenta la historia de Kurara, una joven sirvienta que nunca ha salido de la ciudad flotante de Midori, ni tampoco recuerda nada de su vida hasta que llegó allí junto a su amigo Haru. Pero toda su vida cambia para siempre cuando Midori es destruida y abatida por un shikigami, un monstruoso dragón hecho de papel, y su amigo Haru muere durante la huída, descubriendo a la vez un gran secreto sobre su verdadera identidad. En medio de una guerra que asola el imperio Mikoshima y de la que Kurara no sabe ni quiere saber nada, en un mundo en el que las diferentes ciudades flotantes luchan por el poder, y los sorabitos (los habitantes de los cielos) y los terrestres están en conflicto, Kurara se verá obligada a unirse a la tripulación de una aeronave de cazadores de shikigami para utilizar su habilidad única como artesana, pues ella tiene una capacidad única para dar forma al papel y crear shikigamis… o destruirlos.
La autora de esta primera entrega de “Cielos Rebeldes” (pues su desenlace abierto presupone que veremos nuevas aventuras de Kurara, Haru, Tomoe, Sayo y compañía) es Ann Sei Lin, británica de origen asiático, escritora y bibliotecaria, aficionada al origami. Aquí nos ha ofrecido una obra mayúscula, una preciosa novela de fantasía con aires orientales, que funcionaría perfectamente en manos de Hayao Miyazaki y su Studio Ghibli pues maneja con habilidad las mismas herramientas, las claves estéticas y temáticas, que utiliza el popular estudio de animación japonés: una heroína fuerte, independiente y valiente (podría ser Mononoke, o Chihiro,… y aquí es Kurara), un mundo donde se trasgreden los límites de la tecnología pero con aires de la era Meiji japonesa (el castillo ambulante del mago Howl, el castillo de Laputa en el cielo,… y aquí son las ciudades flotantes de Midori y Sola II), la naturaleza en peligro (los mares de Ponyo, el mundo post-apocalíptico de Nausicaa,… y aquí son los animales shikigamis, dragones, tigres, zorros o águilas, esclavizadas por los artesanos), el paso de la infancia a la madurez de la protagonista (la aprendiz de bruja Nicky, la Chihiro perdida en el mundo de Yubaba y con sus padres convertidos en cerdos,… y aquí tenemos a Kurara que, una vez fuera de Midori y sin Haru junto a ella, debe seguir adelante con su vida), la ternura la acción, el ritmo,… “Cielos Rebeldes” se lee igual que uno vería una película de Hayao Miyazaki.
La historia tiene todo lo que se puede esperar de una novela de fantasía, e incluso más. Hay aventuras, por supuesto, pero también traiciones, engaño y corrupción de los personajes que suelen encarnar el papel de villanos de la función, enfrentados a la amistad, valentía, lealtad y la tenacidad que siempre acompaña a los personajes protagonistas, pero Ann Sei Lin es hábil y sabe poner líneas difusas, límites borrosos, de manera que los personajes son como todos los seres humanos, y los villanos tienen destellos de bondad y los héroes tienen momentos de debilidad. Esta construcción de personajes donde no hay buenos buenos y malos malos me ha parecido excelente, pues también le sirve a la autora para introducir giros argumentales inesperados perfectamente sostenidos sobre las reacciones lógicas de unos personajes imperfectos, con los mismos defectos que tenemos todos.
Hay quien ha ubicado “Cielos Rebeldes” en el género de la fantasía juvenil, y creo que es injusto. De hecho la editorial recomienda la lectura a partir de los 9 años, que es correcto, pero eso no significa que este sea el target, el público potencial. Esta novela es apta para todos los lectores, pero encajarla en el hueco del subgénero es ser poco ambicioso pues en mi opinión es una de las lecturas más sorprendentes que me han caído en las manos en los últimos años y no puedo presumir para nada de ser un lector joven, sino todo lo contrario.
Cielos Rebeldes
Autora: Ann Sei Lin
Traducción: Begoña Hernández Sala
Fecha de publicación: Febrero de 2023
ISBN: 9788418797934
Formato: 13,5x22cm. Tapa blanda con solapas
Páginas: 304
Precio: 16,95 euros
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…