Los multimillonarios del mundo se han refugiado en Billionaire Island, un paraíso sólo para ricos, Mark Russell y Steve Pugh nos cuentan qué le sucederá a esa isla cuando un par de personajes acudan allí, uno buscando venganza y la otra un artículo.
Billionaire Island
Edición original: Billionaire Island 1-6 USA
Fecha de edición: enero de 2022
Guión: Mark Russell
Dibujo: Steve Pugh
Formato: Cartoné, 152 páginas. Color.
15,95€
Una sátira salvaje que reúne a Mark Russell (guionista de Second Coming) y a Steve Pugh (dibujante de Harley Quinn y Breaking Glass), que también están al timón de The Flintstones, el cómic de DC tan aclamado por la crítica.
Bienvenido a la isla de los multimillonarios, donde todo vale… ¡siempre que te lo puedas permitir! Ahora bien, los riquísimos habitantes de la isla no van a tardar en descubrir que a cambio de esas ganancias ilícitas suyas van a tener que pagar un precio muy alto. Altísimo.
Steve Pugh (dibujante de Harley Quinn: Breaking Glass), que también están al timón de The Flintstones, el cómic de DC tan aclamado por la crítica.
Hace ya un tiempo que tomé la decisión de que seguiría a Mark Russell en cualquier trabajo que tuviese a bien escribir, así fue como me hice con Los Picapiedra: Integral, Huyamos por la izquierda: las crónicas del León Melquíades y Second Coming y todas son obras que me parecieron tremendamente interesantes y con un contenido y mensaje que casa muy bien con mis propias ideas políticas y éticas. Estaba claro que iba a reseñar Billionaire Island en cuanto saliese a la venta.
El concepto de Billionaire Island presupone que los multimillonarios del mundo han creado una isla móvil en la que imponen sus reglas y viven en un paraíso sin leyes al que no permiten que acudan aquellos que no tengan un mínimo de mil millones de dólares (y aquellos que llegan pero no tienen tal cantidad de dinero son abandonados en mitad del océano por unos drones de vigilancia). El plan consiste en sobrevivir allí cuando el mundo caiga en el abismo para poder reconstruir la Humanidad. Pero, claro, vivir en esa isla (a la que irónicamente llaman Libertad Ilimitada) también supone ser un blanco, tanto para la prensa (a la que tratan de un modo especial) como para las víctimas de sus maquinaciones (que suelen acabar en mitad del océano) hasta que la llegada de dos personajes, una joven periodista, Shelly, que investiga ciertos alimentos contaminados con un virus de la esterilidad y un exmilitar, Trent, que busca venganza, acabará por dinamitarlo todo.
Mark Russell es uno de esos guionistas que me gustan porque además de construir historias interesantes les dota de una segunda lectura, en lo social, que normalmente resultan pura dinamita. Sin embargo en Billionaire Island no llegamos a los niveles de perfección de Los Picapiedra o Melquíades, pero sigue siendo una historia muy interesante que, aunque de forma paródica, nos demuestra que, a fin de cuentas, a los billonarios tan sólo les importan ellos y que jamás se van a desprender de su dinero para hacer lo que deberían: devolver al planeta los mismos cuidados que éste nos ha dado a todos los seres que le habitamos y donde es más creíble que se construyan una isla para ricos y sin leyes que el verlos actuar por el bien común.
Aún con todo la trama es muy divertida y aunque siento que Billionarie Island quizás hubiese necesitado unos pocos números más para desarrollar la trama y profundizar aún más en las ideas que nos expone Russell también es cierto que queda bastante clara la motivación de cada personaje y el mensaje que el guionista pretende hacernos llegar.
A Steve Pugh no hace falta ni presentarle, es un veterano del mundo del cómic y su trabajo es conocido por todos, de hecho ya trabajó junto a Russell en Los Picapiedra, una auténtica maravilla de cómic y aquí repetimos sensaciones con un trazo limpio, buena narrativa y capaz de dibujar todo lo que le pongan delante, incluso al perro de los negocios (ya lo veréis cuando leáis Billionaire Island).
La edición de Planeta Cómic es correcta, lo que esperamos de la línea Aftershock, aunque se incluyen dos artículos: uno de presentación de Brian Michael Bendis y otro de Mark Russell.
En definitiva, Billionaire Island no es el mejor trabajo de Mark Russell, pero sigue siendo una lectura más que interesante con varios momentos humorísticos, y un mensaje que, quieras o no, te llegará.
Pues de empatía con las pelis de zombies entre 0 y nada, así que hice bien en no verla. Y…