Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor. Y la vida no es fácil para las guarniciones de legionarios romanos en los reducidos campamentos de Babaorum, Aquarium, Laudanum y Petibonum…
Hay un debate interminable sobre cúal es el mejor álbum de las aventuras de Astérix y Obélix, los héroes creados por René Goscinny y Albert Uderzo en las páginas de la revista “Pilote” un 29 de octubre de 1959. La realidad es que cada lector tiene su título favorito, aunque la mayoría coincidimos que lo mejor se ubica en la etapa de René Goscinny y Albert Uderzo, a finales de los sesenta y principios de los setenta: “Astérix Legionario“, “La cizaña“, “El combate de los jefes“,… y “La residencia de los dioses“, que en el año 2014 vivió una adaptación a la gran pantalla.
“Astérix: La residencia de los dioses” (“Astérix: Le domaine des Dieux“) es, posiblemente, la mejor película de Astérix y Obélix. Escrita por Alexandre Astier y dirigida por el mismo Astier y Louis Clichy, esta película de animación adapta, con ciertas licencias y cambios algo cuestionables, el decimoséptimo álbum de las aventuras de los irreductibles galos de la Armónica, aquellos que resisten firmes al invasor romano. Pese a los cambios introducidos en la trama, la historia es bastante fiel al original de Goscinny y Uderzo y, sobretodo, a su espíritu.
Ésta fue la octava adaptación cinematográfica de las aventuras de Astérix, Obélix, Idéfix, Panorámix y compañía en forma de película de dibujos animados (tras “Asterix, el Gladiador“, “Astérix y Cleopatra“, “Astérix en Bretaña“, “Las doce pruebas de Astérix“, “Astérix en América“, “Astérix: La sorpresa del César” y “Astérix: El golpe de menhir“, y antes de la última, “Astérix: El secreto de la poción mágica“), sin contar las cuatro adaptaciones en imagen real (“Astérix y Obélix contra César“, “Astérix y Obélix, Misión Cleopatra“, “Astérix y los juegos Olimpicos” y “Astérix y Obélix al servicio de su Majestad“), que no nos gustaron.
En la película de “Astérix: La residencia de los dioses“, exactamente igual que en álbum homónimo del año 1971, nos contaba como Julio César, sabedor de que no puede vencer a los galos por la fuerza, opta por someterlos construyendo junto a su aldea un complejo residencial de lujo: La Residencia de los Dioses. ¿Serán los galos capaces de resistirse a la tentación del mundo romano, sus lujos y sus comodidades, y su aldea se convertirá en una simple atracción turística? Los medios utilizados por los romanos para intentar someter a la irreductible resistencia gala son cada vez más retorcidos, y su nuevo plan pone en peligro la armonía que reina siempre en la aldea. Una propuesta que permite a los autores hablarnos del choque entre lo tradicional y lo moderno, y realizar una crítica del consumismo, el turismo, las moderneces, la especulación inmobiliaria, la explotación laboral, con aromas a Jacques Tati.
A ver, yo entiendo que estafa es cuando te quedas tú el dinero, no cuando el dinero es un donativo…