Tocar la fibra de un cuarentañero es taaaaan fácil… Demasiado fácil. La nostalgia de los nacidos en los años setenta está a flor de piel, y la música, el cine o las series de televisión de su juventud arranca a los de nuestra generación tanto una lagrima como una sonrisa. Muchos se han dado cuenta de ello en los últimos años, y estan haciendo negocio.
En 1982 el mercado de la informática doméstica eclosionó en medio mundo. En países como el Reino Unido o España, esto ocurrió en gran parte gracias al microordenador ZX Spectrum, de la empresa británica Sinclair Research. “ZX Spectrum: un recorrido visual” fija su atención en esta maravillosa máquina, su concepto, diseño y programación, pero sobre todo en lo que realmente hizo que siguiera viva hasta nuestros días: los videojuegos.
No hay mejor negocio que comerciar con los sentimientos. Y no hay forma más adecuada de tocar la fibra sensible que despertar ese niño que todos llevamos dentro, pero que permanece dormido entre facturas, declaraciones de la renta, viajes de negocios, y responsabilidades familiares. La nostalgia es una arma muy poderosa, que las editoriales de nuestro país estan usando de forma muy inteligente, y eficiente, con la generación de la EGB. Esta es la generación de los de cuarenta-y-tantos, esa maldita edad que muchos sienten como el fin de muchas cosas y el principio de la curva descendente. Y por si eso no fuese suficiente, nos toca vivir en una época molesta que insiste en recordarnos nuestra edad, pues empiezan a abundar los remakes de las películas de nuestra infancia, la música de nuestra adolescencia suena en las emisoras de radio de los clásicos, las series de televisión que veíamos solamente aparecen en los programas de recortes y de recuerdos nostálgicos, y las editoriales desempolvan del fondo de armarios olvidados los libros y los cómics de mi infancia para la alegría de nosotros, los padres, y la grata sorpresa de nuestros hijos.
Sí, el mundo de la nostalgia ochentera está en pleno auge y no hay semana que algún elemento que la homenajea llame nuestra atención. En esta ocasión el culpable tiene nombre y apellidos: “ZX Spectrum: Un recorrido visual” de J. Antonio Fernández Moreno.
En los últimos meses han pasado por aquí varios libros sobre videojuegos clásicos que hemos reseñado con devoción, algo de nostalgia y mucho interés, como “La Gran Historia de los Videojuegos” de Steven L. Kent, “Una partida más y me acuesto” de Guillermo Tato Reig, “Recuerdos de Commodore” de Javier Couñago o “El Mundo del Spectrum“, libro divulgativo escrito de forma coral por Manuel J. Rico Borrego, Jesús Martínez del Vas, Alejandro Ibáñez Muñoz, Javier Ortiz Carrasco, Juan Fº Torres Chica y David Saavedra Peña, y publicado por Dolmen Editorial. Este “ZX Spectrum: Un recorrido visual” de J. Antonio Fernández Moreno, publicado también por Dolmen Editorial, es un perfecto complemento a todos ellos y sobretodo al último de los cuatro, que se centraba más en el personaje (Clive Sinclair) y su máquina (ZX Spectrum) mientras que la propuesta de J. Antonio Fernández Moreno dirige su atención principal a los juegos.
El libro J. Antonio Fernández Moreno realiza un recorrido visual de casi un centenar de videojuegos de Spectrum en un período de tiempo que abarca desde la salida al mercado del ZX Spectrum hasta nuestros días, con los comentarios de sus productores, programadores, grafistas e ilustradores, así como valoraciones y críticas de revistas nacionales y extranjeras, muchas de ellas nunca antes aparecidas en nuestro idioma.
ZX Spectrum… El microordenador que revolucionó el ocio digital de los años ochenta y que formó a toda una generación en una nueva modalidad de ocio, el digital. Los primeros gamers nacimos en esta década, y nuestros primeros juegos se cargaban en casettes y se mostraban en forma de pocos pixeles de un puñado de colores. Y el ZX Spectrum de Sir Clive Sinclair era un microordenador accesible, económico, muy fácil de programar y sencillo de usar, del que se vendieron más de cinco millones de unidades. Somos muchos quienes recordamos con nostalgia las cintas de cassette, los eternos tiempos de carga que se introducían tecleando el legendario comando LOAD”” y sus chirriantes sonidos pero también, hay que reconocerlo, la sencillez abrumadora de la copia de juegos.
Olvidaos de Commodore 64, MSX y Amstrad, los hijos tontos de la época, plataformas de ocio digital primitivas que no ofrecían ni la mitad de aquello con lo que nos deleitaba el ordenador doméstico de 48Kb de Sinclair y sus adictivos juegos: “La abadía del crimen”, “Jet Set Willy” o “Saboteur”, “Arkanoid”, “Batman”, “Mad Mix Game” o “Manic Miner”, “Navy Moves”, “R-Type”, “Alien 8” o “Renegade”, “Sol Negro”, “Phantis”, “Coliseum” o “Sentinel”, “Fernando Martín Basket Master”, “Freddy Hardest”, “Knight Lore” o “Sir Fred”,… y las más de doscientas cáratulas del maestro Alfonso Azpiri (que Planeta recopiló hace algunos años en un libro imprescindible titulado “Spectrum”). Por precio, por prestaciones y por número de juegos, no había color: el ZX Spectrum era el rey.
El libro de este onubense apasionado de la tecnología retro es un placer para los ojos. Editado en tapa dura, a todo color, repleto de fotografías, imágenes, pantallazos y caratulas, incluye un prólogo de Ricardo ‘Kantxo’ Cancho y un épilogo de César ‘Gominolas’ Astudillo, de Topo Soft, y comentarios inéditos de los protagonistas de antes y de ahora, figuras esenciales de una época única del ‘soft’ nacional, nombres y apellidos de la primera industria de software español y de la llamada Edad de Oro que llevó a España a convertirse en la tercera potencia europea en producción de videojuegos, personajes clave que vieron el nacimiento de una industria, pero también su declive.
Y es que este libro, seamos honestos, no es para gamers ‘millennials’ que compiten en los eSports, nos llaman ‘pollaviejas’ y queman horas en la PS4, ni siquiera para la generación de los nacidos en los noventa, los gamers de las primeras consolas domésticas o de la Gamebox. Este libro es para los hijos de los setenta, los niños de la EGB, los de Naranjito, “La Bola de Cristal” y los Tigretón. Y eso es algo que Dolmen Editorial sabe hacer muy bien.
Los ochenta están de moda, ¡y con razón! La mejor música, como el pop de Michael Jackson o el “The Joshua Tree” de U2 son de esa década, así como las mejores series de televisión, los peinados, el maquillaje, y la moda con más ritmo, o las mejores películas de todos los tiempos. Sí, sí. Sin ir más lejos, solo en 1984 tuvimos en cartelera “Gremlins”, “Los Cazafantasmas”, “Terminator”, “Indiana Jones y el Templo Maldito”, “Karate Kid”, “Dune”, “Superdetective en Hollywood”, o “Pesadilla en Elm Street”. Y los mejores videojuegos, claro. Los del Spectrum 48k.
ZX Spectrum: Un recorrido visual
Autor: J. Antonio Fernández Moreno
ISBN: 978-84-17389-30-7
Formato: 17x24cm. Cartoné. Color
Páginas: 240
Precio: 21,90 euros
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…