Las legiones de fans que salieron de las salas de cine que proyectaban “Star Wars I: La Amenaza Fantasma” con el gesto torcido coincidÃan en, al menos, tres cosas que les molestaban. Primero, que George Lucas les habÃa defraudado. Segundo, que los midiclorianos que otorgan la Fuerza eran una estupidez. Y tercero, que Jar Jar Binks no deberÃa haber llegado con vida al final de la pelÃcula. Por fortuna hay cosas que tienen remedio…
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Un año más que no me acosté por ver la Gala de los Óscars, aunque con el error de que…