Cuento de Rocío Bonilla y de Elisenda Roca, sendas autoras e ilustradoras con unas buenas trayectorias en la literatura infantil que no dejan de sorprenderme. Una historia divertida que nos podemos encontrar en cualquier barrio de nuestra ciudad, de sus fiestas y sus gentes.

Una gran familia
Autoras: Elisenda Roca, Rocio Bonilla
Sello: BEASCOA
Fecha publicación: 05/2019
Idioma: Español
Páginas: 48
ISBN: 9788448853563
Temáticas: Infantil
Colección: Cuentos Infantiles
Edad recomendada: A partir de 4 años
Precio con IVA: 6.99€

¡Hola! Soy Violeta. Tengo un perro travieso que se llama Cepillo. Estoy preparando con mis amigos y amigas, una fiesta en el barrio. Aquí viven familias muy distintas. Pero hay una cosa que nos hace iguales: todos nos ayudamos y nos queremos. Somos una gran familia. ¿Nos acompañas?

Por cierto, ¿habéis visto dónde se ha escondido Cepillo?

Después de conocer varios libros de estas autoras, sobre todo de Rocío Bonilla, este cuento está a su nivel e incluso un punto más, al juntarse con Elisenda Roca que también conoce muy bien al mundo infantil y familiar.

Una niña, desde su perspectiva, nos describe, a través sus amigas y amigos las diferentes familias que viven en su barrio con sus diferentes profesiones y diferencias entre ellas. El tema principal para Violeta y sus amigos y amigas es la preparación de una fiesta en su barrio, el tema principal de las autoras dadnos a conocer las diferentes familias que nos podemos encontrar en un vecindario y su armonía entre ellas.

La claridad con la que nos lo cuenta Violeta nos hace ver que a través de los ojos de una niña se pueden contar con naturalidad algo que a los adultos, a veces, nos resulta complicado explicarlo y que le damos más importancia a las cosas que nos diferencia que a las cosas que nos unen como personas. ¡Qué equivocados estamos!

En el cuento nos encontramos familias que tienen solo una mamá, a dos papás, de otras culturas, a dos mamas, a una mujer que no tiene ni hijos ni hijas a una familia reconstruida, numerosa,…

Además para la fiesta necesitan a las familias o mejor dicho a sus profesiones: panadero, pastelero, floristas, con tienda, músicos, en el centro social,… donde las mujeres tienen un papel importante: directoras de orquesta, con negocios propios, de responsables, conduciendo un camión,…y se les ve en diferentes funciones como a un papá barriendo o a una mamá arreglando una bombilla o una mama dibujando y pintando,… mostrando toda la variedad que nos encontramos en un barrio y cómo pueden trabajar todas estas personas juntas por un bien común. Mostrando que la interculturalidad, interprofesionalidad y las diferentes familias son una riqueza que suma más que resta.

Todo ello con un lenguaje inclusivo, con unas imágenes de igualdad y con un cuidado y mimo a todas las personas que hacen que no te canses de leer este cuento y descubrir cada vez ilustraciones o ideas nuevas.

Un cuento que nos sirve para divertirnos y además puede ir calando en la infancia pero sobre todo en las personas adultas. Este libro después de que una persona adulta acompañe a leerlo a algún niño o niña que empieza a leer, esta personita lo puede realizar ella sola sin ayuda ya que hay muy poca letra y la ilustración narra perfectamente lo que va sucediendo, estas ilustraciones están bien cuidadas y armoniosas que acompañan perfectamente, por lo que la puede ir siguiendo sin perderse.

Una historia divertida que nos muestra la vida cotidiana de cualquier barrio de una forma cuidada y con mucho mimo que nos sirve para hablar un tema tan importante y a la vez complicado de explicar a la infancia como es la familia y toda su diversidad.

Este respeto que se palpa desde la primera página viene de la experiencia de las dos autoras que han sido reconocidas y traducidas a varios idiomas, además han trabajado con personas reconocidas por la sociedad por sus conocimientos.

Por último señalar el guiño que quieren hacer con la protagonista del cuento que la dibujan pero no nos quieren enseñar su cara hasta el final del cuento ¿Por qué? Quién sabe, pero fue algo que me hizo volver a mirar el cuento otra vez para darme cuenta de ello y por su puesto volver a disfrutar de él.