Al final de “Star Wars: El Imperio Contraataca” suceden un montón de cosas que ya son parte de la cultura popular y que los aficionados a la saga galáctica conocen al dedillo: Han Solo termina congelado en carbonita y a bordo de la Slave-1 de Boba Fett rumbo a Tatooine, Lando Calrissian se alista en las filas de la Rebelión y huye de Bespin a bordo del Halcón Milenario junto a Leia y Chewie, Darth Vader se desvela como padre de Luke Skywalker y el joven aprendiz de Jedi pierde su mano y su espada láser en el duelo contra el Lord Sith. El escenario quedaba así preparado para “El Retorno del Jedi” y el desenlace final de la trilogía.

La Alianza Rebelde se ha visto obligada a diseminarse tras su derrota en Hoth. Para escapar del Imperio, Han Solo, la princesa Leia Organa, Chewbacca y C-3PO huyeron en el Halcón Milenario con la esperanza de encontrar refugio con Lando Calrissian, un viejo amigo de Han.
Sin embargo, Darth Vader se les adelantó y llegó antes a Ciudad Nube.
El Señor Oscuro obligó a Lando a detenerlos como cebo para atraer a Luke Skywalker a una trampa y, aunque Leia lideró una fuga muy valiente, Han Solo se quedó atrás como botín para uno de los cazadores de recompensas del señor de los sith. Ahora, Luke está a punto de desmoronarse tras su derrota a manos de Darth Vader…

Entre el final de “Star Wars V: El Imperio Contraataca” y el principio de “Star Wars VI: El Retorno del Jedi” se produce lo que, en lenguaje cinematográfico, se llama una elipsis. Eso es, simplemente, un salto en el tiempo en el que el espectador no pierde la continuidad ni el hilo aunque se hayan eliminado los pasos intermedios. Así pues, en la escena final de la quinta película de la saga dejamos a Luke Skywalker y a Leia Organa, junto a C3PO y R2D2, viendo por el ventanal de una nave de la Rebelión como el Halcón Milenario, con Lando Calrissian y Chewbacca, salen en busca de Han Solo y en la primera escena de la sexta película nos presentan a C3PO y R2D2 andando por las ardientes arenas de Tatooine, de camino a la morada del infame Jabba el Hutt. ¿Qué sucedió entre esas dos escenas? Aquí es dónde nos quiere arrojar algo de luz el cómic “Star Wars: La senda del destino“, escrito por Charles Soulé y dibujado por Jesus Saiz, de la misma manera que otros tantos autores han ido rellenando los huecos de todas y cada una de las elipsis que el universo galáctico creado por George Lucas ha ido diseminando por aquí y por allá a lo largo de las nueve películas.

Hace algunos años ya se publicó un cómic en el que Boba Fett intentaba escapar de otros cazarrecompensas que le intentaban arrebatar su preciado botón, el contrabandista Han Solo congelado en carbonita, y cobrar la recompensa que Jabba el Hutt había puesto a su cabeza. Así pues, la idea de Charles Soulé no es original ni novedosa, pero destaca sobretodo por profundizar en la personalidad de Lando Calrissian y en la desconfianza que existe entre Leia y Chewie hacia un tipo que les acaba de traicionar, les ha mandado de cabeza a una trampa y les ha vendido al Imperio, y por la búsqueda del sable láser de Luke Skywalker. Sobre este segundo punto nos vamos a detener un poco porqué el asunto necesita de contexto…
Recordemos que el sable láser de color azul que Luke Skywalker perdía al final de “Star Wars: El Imperio Contraataca“, cuando Darth Vader le cortaba la mano durante su duelo en Ciudad Nube, había sido construido por Anakin Skywalker y lo empuñaba en “Star Wars III: La venganza de los Sith“. Era el segundo sable láser de Anakin, puesto que el primero había sido destruido durante la batalla de Geonosis. Este sable era el mismo que Obi-Wan Kenobi le entregaba a Luke en Tatooine como legado de su padre y el que, años después, Rey recibiría de manos de Maz Kanata, que lo tenía guardado en un cofre en Takodana. ¿Y cómo consiguió Maz el sable de luz de los Skywalker si al cortar la mano del joven Luke éste cayó por el pozo de Bespin? Al final de “Star Wars IX: El ascenso de Skywalker” Rey enterraba el sable de luz de Luke junto al sable de luz de Leia en Tatooine y cerraba el círculo.
Así pues, la búsqueda de la espada perdida de Luke obligará a los héroes a regresar a Bespin, ocupada por las fuerzas imperiales, y hurgar en sus depósitos de basuras, ocasión que Lando Calrissian aprovechará para saldar cuentas pendientes y echar una mano a un amigo en apuros.
Además de estos hilos, “Star Wars: La senda del destino” nos cuenta también como el Imperio ha descifrado las claves secretas rebeldes y ha empezado la caza y captura de las flotas de la Rebelión diseminadas por el Borde Exterior. Aislados, sin posibilidad de comunicarse entre ellos, la Alianza Rebelde se encuentra al borde del abismo y a merced de sus perseguidores.

En resumen, este primer volumen de “Star Wars: La senda del destino” que recopila los seis primeros números de la colección “Star Wars: The destiny path“, no es una gran historia dentro del universo de “Star Wars“. No tiene ni épica, ni grandes aventuras, ni sorpresas. Carece de ritmo y de emoción. Es un título menor, aunque entretenido, pues Soulé es todo un experto en esta saga: guionizó series de cómics como “Lando“, “Obi-Wan“, “Darth Vader” o “Poe Dameron“, la miniserie “El ascenso de Kylo Ren“, el videojuego “Star Wars: Battlefront II“, y la novela “Luz de los Jedi“. Pero, pese a todo ello, abre el apetito con el hilo argumental acerca del sable láser perdido y la aparición de algun personaje invitado tan emblemático como el Gran Inquisidor de “Star Wars: Rebels“.

Muchos artistas han colaborado a lo largo de casi cuarenta años en convertir “Star Wars” en un universo monumental y sin límites, tanto el viejo Universo Expandido (ahora llamada ‘Leyendas’) como la nueva versión cánon que Walt Disney ha levantado más recientemente. Algunos aficionados a la saga galáctica de George Lucas quizás dirán que eran más felices sin saber que había sucedido antes del asalto imperial a la corbeta coreliana rebelde Tantive IV de la Princesa Leia, o que había sucedido después de la derrota final del Emperador Palpatine en la batalla de Endor,… pero muchos otros coincidirán conmigo que es fantástico disponer de tanto material adicional alrededor de las películas, tantas novelas, cómics o videojuegos con historias y aventuras originales que nos cuentan lo que sucedió antes, durante y después. ¿Y qué sucedió entre “El Imperio Contraataca” y “El Retorno del Jedi“? “La senda del destino” es la respuesta.

Star Wars: La senda del destino
Guión: Charles Soulé
Dibujo: Jesus Saiz
Traducción: Víctor Manuel García de Isusi
Fecha de publicación: Marzo de 2021
ISBN: 978-84-1341-597-0
Formato: 16,8×25,7 cm. Cartoné. Color.
Páginas: 160
Precio: 14,95 euros