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En la clásica obra de teatro “Hamlet” de William Shakespeare, estrenada en 1602, Rosencrantz y Guildenstern son dos personajes secundarios que tratan de ganarse la confianza del príncipe Hamlet por orden del rey Claudio, que quiere ayudar al príncipe en su aparente locura y, si es posible, averiguar la causa. Hamlet no llega a confiar en ellos del todo, pero los mantiene a su lado para averiguar más de los planes de su tío. El rey manda a Hamlet de viaje a Inglaterra, acompañado por sus dos amigos, que reciben una carta sellada con la orden de matar al príncipe al llegar a puerto. Rosencrantz y Guildenstern están dispuestos a traicionar a su amigo, pero Hamlet intercepta la carta y cambia su nombre por el de sus dos amigos, de manera que son ellos dos los que mueren. Los dos desdichados hacen su primera aparición en el Acto II, Escena 2 y en el Acto VI, Escena 2 su destino queda sellado. Pim, pam.

En la película “Rosencrantz y Guildenstern han muerto” (“Rosencrantz and Guildenstern are dead“) de Tom Stoppard, estrenada en 1990, Rosencrantz y Guildenstern son los dos personajes protagonistas de la historia en la que el rey Claudio manda a Hamlet de viaje a Inglaterra, acompañado por sus dos amigos, tan incompetentes como deshonestos, que reciben una carta sellada con la orden de matar al príncipe al llegar a puerto. Rosencrantz y Guildenstern están dispuestos a traicionar a su amigo, pero Hamlet intercepta la carta y cambia su nombre por el de sus dos amigos, de manera que son ellos dos los que mueren mientras él escapa de vuelta a Dinamarca. Sí, la historia es exactamente la misma que en Hamlet, pero en esta ocasión el centro de la acción se centra en Rosencrantz y Guildenstern, interpretados por Gary Oldman y Tim Roth. La película obtuvo el León de Oro en el Festival de Venecia de ese año 1990.

La película de Tom Stoppard, uno de los dramaturgos europeos más destacados de la segunda mitad del siglo XX y guionista de éxito (responsable del de “Shakespeare enamorado“, dirigida por John Madden, que fue galardonada con el Oscar a la mejor película en 1999), está basada en su propia obra de teatro homónima, definida como absurda y existencialista, con referencias a la obra de Samuel Becket “Esperando a Godot“, estrenada en el Festival de teatro de Edimburgo en 1966. El título de la obra de teatro, y de la película, tiene su origen la última escena de “Hamlet“, en la que mientras la mayoría de los personajes principales yacen muertos en Elsinor, el castillo real de Dinamarca, un embajador inglés llega e informa a los presentes que “Rosencrantz y Guildenstern han muerto” (5.2.355).

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