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Se conocen como palíndromos las curiosas palabras que se escriben igual al derecho y al revés y que, por lo tanto, se pueden leer de la misma forma en ambos sentidos. Las más comunes son las de tres letras, como ojo, oso, ama o oro, pero las hay de más largas. Rotor, rodador, arenera o orejero son algunos ejemplos. Más difícil todavía son las frases palíndromas, donde no es la palabra sinó toda la frase la que se puede leer en ambas direcciones: “Sé verlas al revés”, “A ti no, bonita”, “Yo hago yoga hoy”, “Somos o no somos”,… “TENET“, el título de la película de Christopher Nolan es un palíndromo, y no es mera casualidad.

Dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Aaron Taylor-Johnson, Michael Caine, Kenneth Branagh y Clémence Poésy, entre otros, “TENET” nos presenta a una agente anónimo de la CIA que, armado con un gesto y una sola palabra, TENET, deberá recuperar una misteriosa y poderosa arma capaz de alterar el flujo del tiempo que está en manos de un traficante ruso para detener una guerra que podría destruir el mundo, en una misión que va más allá de los límites del tiempo real.

La undécima película de Christopher Nolan, “TENET“, es muchas cosas a la vez. Es una película de espías al estilo 007 pero sin James Bond. También es una película de ciencia-ficción puesto que nos habla de tecnologías que aún no existen, y un thriller de acción con escenas como el asalto al furgón blindado en las calles de Tallin que quitan el aliento. Y nos presenta una originalísima interpretación no lineal del tiempo como Nolan ya había hecho en “Memento“. Pero, es cierto, este complejo trabajo del director de “El truco final (El prestigio)“, “Origen“, “Interestelar“, “Dunkerque” y la trilogía de “Batman” no es su mejor película. Algo confusa, trepidante pero desordenada, es un espectáculo visual brillante que propone un mucho y que, a su vez, exige un mínimo de atención y predisposición al espectador para no perderse en su intrincada trama. Y en esta ocasión al espectador no le llega.

A “TENET” tampoco le ayudó estrenarse tras la pandemia mundial del coronavirus, con los cines aún lastrados por las mascarillas y la distancia social, de manera que las restricciones impuestas en las salas de cine afectaron a su recaudación. Por lo menos “TENET” recibió dos nominaciones a los Óscars, de las cuales ganó el de los mejores efectos visuales. Merecidísimo. Y no estaba nominada la música, de Ludwig Göransson, recomendado por un Hans Zimmer que en aquel momento estaba ocupado con la banda sonora del “Dune” de Denis Villeneuve.

Como hemos explicado, el título de la película es un palíndromo. Y no es un palíndromo cualquiera: forma parte del llamado Cuadrado Sator, que se puede encontrar en las ruinas de Pompeya, en restos romanos en Inglaterra o incluso en la Catedral de Santiago de Compostela. Es una matriz de cinco por cinco letras, compuesta por cinco palabras latinas: SATOR, AREPO, TENET, OPERA, ROTAS. Leídas en conjunto (de izquierda a derecha o de arriba abajo), todas ellas son palíndromos. Y TENET, del verbo latino tenere (sostener), ocupa la posición central.

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Where to watch TENET