Los cómics de superhéroes habitualmente se han caracterizado por ofrecer al lector dos vías de narración distintas: o nos contaban emocionantes aventuras de los héroes en entornos cotidianos y contra antagonistas recurrentes como en los tebeos de Spiderman o, cuando el marco más cercano y convencional se hizo insuficiente, nos empezaron a explicar hazañas emplazadas en los límites del tiempo y del espacio, más allá de la realidad, desde las profundidades del infierno hasta otros universos lejanos o paralelos, como la “Odisea Cósmica” de Jim Starlin y Mike Mignola, reeditado recientemente por ECC Ediciones.

ecc_odiseacosmicaDurante el Salón del Cómic de Barcelona del año 2009 tuve ocasión de entrevistar a Jim Starlin y, entre otras preguntas, le interrogué acerca de su obra ‘cósmica’: Cuando nos llega a las manos una obra de Jim Starlin casi siempre viene acompañada del adjetivo Cósmico. El Guantalete del Infinito, Capitán Marvel, Thanos, Warlock, Dreadstar,… ¿cuál es la importancia de este concepto en su obra?

Odio dibujar caballos y coches. No, en serio, mis historias tratan sobre las cosas que le suceden a cualquier persona normal: cambiar de opinión, aprender, arrepentirse,…  Mis historias son siempre pequeñas historias aunque envueltas en un halo cósmico, porqué me encanta dibujar naves espaciales y todo este tipo de objetos tecnológicos que lo envuelven. Esto es lo primero que ves, pero si te sientas y profundizas en la historia que se narra en el cómic descubres que detrás del Capitán Marvel hay un chico que decide seguir el camino de la paz, detrás de Thanos hay un individuo insatisfecho con su propia vida y detrás de Warlock hay un paranoide esquizofrénico que se quiere matar a si mismo. Todo lo demás son extras, añadidos. Siempre intento que mis historias traten de algo pequeño, algo que puedas entender.

Hay cosas que no hace falta pedirlas para necesitarlas, desearlas y echarles el guante en cuanto asoman la nariz. Por ejemplo, la “Odisea Cósmica” (“Cosmic Oddisey”) de Jim Starlin y Mike Mignola, una clásica serie limitada de DC Comics que ECC Ediciones nos recuperó en mayo del pasado 2015 a través de un único tomo encuadernado en cartoné. Si no formaba parte de nuestra colección era el momento ideal para lanzarse a por esta obra que hoy, treinta años después, ha superado el paso del tiempo con muchísima dignidad y sigue mereciendo una relectura, y otra, y otra.
Publicada originalmente en el año 1988, esta serie de cuatro episodios estaba escrita por Jim Starlin, el verdadero y único creador del concepto ‘Universo Cósmico’ de Marvel Comics y dibujada por ese maestro llamado Mike Mignola, que aún no había alcanzado el enorme prestigio del que hoy goza y que a finales de los años ochenta empezaba a demostrar su potencial, el de un veinteañero con un talento desbordante y un trazo particular e inimitable, ese mismo que seis años después nos iba a deslumbrar con su Hellboy. Junto a ellos, la tinta de Carlos Garzon, la rotulación de John Workman y el color de Steve Oliff.

Como muchos ya sabeis, el guionista y dibujante norteamericano Jim Starlin había llegado a DC Comics desde Marvel Comics, un ‘traspaso’ mucho más habitual que el de los futbolistas que se mueven entre el Real Madrid y el Barcelona. Allí ya había dejado huella con su sello ‘cósmico’, obras enmarcadas en el género de la ‘space opera’ con cierto contenido pulp y filosófico, y para la historia quedaron su Capitán Marvel y su dignísimo cierre, “La Muerte del Capitán Marvel“, la creación de Thanos de Titan (un evidente y nunca ocultado homenaje al Darkseid de Jack Kirby) o la recuperación y redefinición de un olvidado Adam Warlock, así que cuando trasladó su trabajo a DC era cuestión de tiempo que su sello característico apareciera por algún lado. Así, tras su “Batman: Una muerte en la familia” o “Batman: The Cult“, entre otros, llegó esta epopeya titulada “Odisea Cósmica“.

Tras la renovación del universo DC posterior a “Crisis en Tierras Infinitas” de 1985, en esta ambiciosa aventura que aunaba la mayoría de los héroes más populares de DC Comics, Jim Starlin se jugaba una carta maestra des del principio: cambiaba de bando a Darkseid. Sí, el malvado gobernante del planeta Apokolips buscar aliados para hacer frente a una amenaza que podría conllevar la destrucción de todo el universoy para ello unía sus fuerzas a sus habituales antagonistas, héroes como Superman, Batman o Green Lantern, así como los Nuevos Dioses, sus némesis del planeta rival Nuevo Génesis. Enfrentados a la Anti-Vida, la ecuación que el villano había estado buscando con obsesión durante mucho tiempo y que había tomado una forma incontrolable devoradora de mundos, “Odisea Cósmica” se despliega ante el lector como una entretenida aventura independiente, pequeña pero muy ambiciosa, en un escenario galáctico (o como sería más preciso decir, cuando hablamos de una obra de Starlin, ‘cósmico’), narrada en cuatro actos (“Discovery”, “Disaster”, “Decisions” y “Death”) y que bebe de numerosos conceptos, ideas y personajes creados por el rey Jack Kirby en su saga de los años setenta conocida como “El Cuarto Mundo“.
Divididos los héroes en equipos tan sorprendentes como contradictorios, poderosos y conflictivos (Superman y Orion, el detective marciano J’onn J’onzz y el Green Lantern John Stewart, Batman y Buscador, Lightray y Starfire) en cuatro planetas diferentes (Rann, Xanshi, Thanagar y la Tierra), la historia no ignorará la frágil alianza entre los dioses del Cuarto Mundo y el dictador de Apokolips, Darkseid, que también librarán sus correspondientes batallas, sumaran nuevos aliados a sus filas (el demonio Etrigan o el Doctor Fate, por ejemplo) y trazarán sus propios planes, algunos con el objetivo de detener a la entidad ancestral conocida como la Anti-Vida, pero otros más retorcidos y particulares.

El resultado de este trabajo es, sin discusión, un clásico del cómic de superhéroes que aún hoy, ¡casi treinta años más tarde!, nos ofrece una lectura entretenida que derrocha acción e imaginación a raudales, equilibradas dosis de drama (la destrucción de Xanshi o el regreso de Etrigan) y suspense (la lucha final de los Cinco del Poder), giros argumentales sorprendentes, cameos y personajes invitados, dibujada por un maestro en ciernes como Mignola al que hoy todo el mundo tiene elevado a los altares y que entonces aún buscaba su sitio y su estilo, y en la que Starlin demuestra su fidelidad al maestro Kirby y a su mitología, así como su capacidad para renovar esas ideas y ajustarlas a su propio sello. Puesto que ECC ha ido recuperando desde su nacimiento las grandes sagas de DC Comics, era evidente que un éxito de crítica y de público como “Odisea Cósmica” iba a llegar tarde o temprano a las librerías. Y poder recuperar hoy esta obra, con el dignísimo formato que nos ofrece la editorial ECC Ediciones, es una ocasión ideal para que los recién llegados al cómic de superhéroes puedan descubrir las joyas que se habían quedado a sus espaldas.

Odisea Cósmica.
Guión: Jim Starlin
Dibujo: Mike Mignola
Edición original: “Cosmic Odyssey núms. 1 a 4” (USA, 1988-1989)
Editorial: ECC Ediciones
Fecha de publicación: Mayo de 2015
ISBN: 9788416374991
Formato: Cartoné. Color.
Páginas: 208
Precio: 20,50 euros