El universo entero se rige por medio de leyes, que se cumplen sin error, y el karma es una de ellas: causa y efecto, recibes todo lo que das. Sobre esta premisa se construyó la sitcom “Me llamo Earl” (“My name is Earl”), creada por Greg Garcia y emitida en la cadena NBC entre los años 2005 y 2009.
El protagonista de la serie es Earl Hickey, un paleto norteamericano al que le toca la lotería, le atropella un coche, el viento se lleva el boleto mientras está inconsciente, pierde el premio y, mientras se encuentra ingresado en el hospital, su mujer Joy le abandona y se entera que ninguno de sus hijos es suyo. Earl descubre entonces la teoría del karma y decide enmendar las malas acciones que ha realizado a lo largo de su vida, una a una. Para ello elaboraba una lista con todas las cosas que ha hecho mal, que iban desde robarle el coche a una chica que sólo tenía una pierna hasta fingir su propia muerte para evitar una desagradable ruptura, robar una biblioteca móvil infantil o dejar embarazada a la canguro, para ir compensándolas con buenas acciones.
“You know the kind of guy who does nothing but bad things and then wonders why his life sucks? Well, that was me. Every time something good happened to me, something bad was always waiting around the corner: karma. That’s when I realized that I had to change. So, I made a list of everything bad I’ve ever done, and one by one I’m gonna make up for all my mistakes. I’m just trying to be a better person. My name is Earl.”
Protagonizada por Jason Lee, Ethan Suplee y Jaime Pressly, “Me llamo Earl” no llegó nunca a su final, pues quedó interrumpida tras cuatro temporadas y 96 capítulos sin que Earl Hickey terminase su lista de errores por enmendar y alcanzase el perdón del karma. Quizás es el mejor final posible para la serie pues hace unos pocos años el creador de la serie, Greg Garcia, desveló el final que pensaban darle a la historia, en la quinta temporada: Earl nunca terminaría su lista, conocería a alguien que también había escrito una lista de malas acciones siguiendo su ejemplo y se daría cuenta que había hecho el bien.
Cuando la serie fue cancelada por los bajos índices ya había ganado dos premios Emmy y nos habíamos enganchado sin remedio a sus divertidísimos secundarios, como el atontado hermano pequeño, la maquiavélica ex-mujer de Earl o el nuevo marido de su ex-mujer.
Pues yo recuerdo está película con mucho cariño. Quizás no llegue al nivel de Toy Story o Gremlins pero... ¿qué…