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La zona muerta” es el punto de encuentro de dos de los creadores más reverenciados de ViaNews: David Cronenberg y Stephen King.

Stephen King es el maestro de la literatura de terror y suspense, adjetivo que se ha ganado con todo merecimiento por constancia en el género. Tiene una legión de seguidores fieles que esperan con impaciencia cada nuevo título, que llegan de forma constante, año tras año, por su enorme capacidad de trabajo y su imaginación desbordante. Aunque muchos eruditos estirados consideran que su obra está formada por novelas baratas de consumo rápido tipo pulp, de poca calidad, repetitivas, de consumo rápido y construidas siempre sobre los mismos mimbres, pero algunas de estas novelas son clásicos de la literatura contemporánea, como “El Resplandor”, “IT”, “Misery” o “22/11/63”. Y no solo eso: quizás haber recibido el National Book Award, por su trayectoria y contribución a las letras americanas, confirme que hay mucho talento detrás de sus páginas de lectura compulsiva y que sus numerosas adaptaciones cinematográficas (“El Resplandor”, “La Niebla”, “Misery”, “Carrie”, “Christine”, “Cadena perpetua”, “La Milla Verde”, “IT”,… hasta sumar más de cincuenta) y televisivas (“Salem’s Lot”, “La Cúpula”,…), de gran éxito la mayoría, constatan que Stephen King es mucho más que un superventas sino que se puede considerar un icono de la cultura de la segunda mitad del siglo XX. Además no se puede negar que, pese su prolífica obra, el gran maestro de la narrativa oscura aún es capaz de sorprendernos y de dar una vuelta de tuerca más, un giro argumental sorprendente, un final inesperado.

Por su parte el singularísimo director canadiense David Cronenberg (“La mosca”, “Inseparables”, “Videodrome“, “Crash”, “Una historia de violencia”, “Promesas del Este”,…) es el responsable de grandes películas al que nunca se le ha reconocido bastante el inmenso talento que atesora. Es cierto que la mayoría de sus películas tienen su sello personal, un lenguaje y una mirada tan perturbadora, desasosegante, repleta de violencia y sexualidad, que no deja indiferente a nadie e inspira en el espectador desde el rechazo más absoluto hasta una admiración sin límites, pero eso no pone en duda la elevada calidad de su filmografía. No hay que olvidar que él acuñó un movimiento al que se llamó ‘Nueva Carne‘, en el que se fusionaba el cuerpo humano y la máquina y que sentía auténtica fascinación por mostrar mutilaciones y cuerpos deformes, eliminando las fronteras entre lo mecánico y lo orgánico.

En 1983, tras el estreno de su rompedora “Videodrome”, David Cronenberg ya contaba con una prolífica y reconocida filmografía de películas de terror (“Rabia”, “Vinieron de dentro de…”, “Cromosoma 3” o “Scanners”), y por ese motivo fue el primer candidato para adaptar la sexta novela de Stephen King a la gran pantalla. Para Cronenberg era su primera producción estadounidense y también la primera con presupuesto importante. “La zona muerta” (“The dead zone“), protagonizada por Christopher Walken, Tom Skerritt, Martin Sheen, Brooke Adams, Anthony Zerbe y Herbert Lom, nos contaba la historia de un tímido profesor que, tras sufrir un accidente de tráfico y permanecer en coma durante cinco años, despierta de su letargo con un regalo envenenado: puede conocer el pasado, el presente y el futuro de toda persona a la que toque. La policía le pedirá que colabore en la investigación de una serie de asesinatos, pero todo cambiará cuando conozca a Greg Stillson, un político local con aspiraciones de senador.

¿Si, sabiendo lo que hizo, tuvieras la posibilidad de viajar en el tiempo y matar a Hitler, lo harías?“, le pregunta el protagonista a su terapeuta. Ese es el gran dilema de “La zona muerta“.

La zona muerta” aparece en todas las listas de buenas adaptaciones cinematográficas de novelas de Stephen King (junto a “Carrie” de Brian De Palma, “Misery” y “Cuenta conmigo” de Rob Reiner, “El resplandor” de Stanley Kubrick, y “La milla verde” y “Cadena perpetua” de Frank Darabont) aunque, es una lástima, las malas adaptaciones son mayoría. Stephen King siempre ha defendido esta versión de Cronenberg, bastante fiel al espíritu original de su novela, a diferencia de como se sentía con “El Resplandor“, por la cantidad de cambios que Stanley Kubrick había introducido con respecto a la historia original.

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