Es imprescindible que empiece esta reseña con un aviso para navegantes: el autor de este texto es un gran aficionado al “Dragon Ball” de Akira Toriyama, de los primeros que pudieron disfrutar de las aventuras de Goku gracias a las televisiones autonómicas, de los que habían reído a carcajadas antes con las aventuras de Arale Norimaki, y de los que dejaron de disfrutar con la serie en cuanto Goku creció, dejó de ser un niño con cola para convertirse en un alienígena, los enemigos multiplicaron su ferocidad y su poder, y los combates se convirtieron en batallas épicas que duraban varios episodios y dejaban un rastro de destrucción y muerte. Dicho esto, ya sabéis a que ateneros.
Descubre las aventuras de Jaco, un poderoso patrullero galáctico varado en la Tierra y enviado para detener a un Saiyan del planeta Vegeta.
Mal empezamos si, para hablar de “Jaco: El patrullero galáctico”, tenemos que poner en contexto al lector de esta reseña explicando antes quien es Akira Toriyama. Digamos, para quienes ignoran la reconocida figura del cómic que se esconde detrás del nombre, que el japonés Akira Toriyama es uno de los creadores de manga más conocidos del mundo entero, inmensamente popular en Japón y en el extranjero gracias a los mangas de la editorial japonesa Shueisha, a las series de televisión animadas de Toei Animation, y a personajes como Senbee Norimaki y Arale de “Dr. Slump” o los Goku, Bulma, Krilin, Yamcha, Muten Roshi y compañía del ‘manga más famoso del mundo’ “Dragon Ball” y que, en el año 2012, recibió el Premio Especial del cuadragésimo aniversario del certamen de cómic más importante de Europa, el Festival International de la Bande Dessinée d’Angoulême.
“Jaco: El patrullero galáctico” (fonéticamente “Ginga Patororu Jako” en su edición original en japonés) es un manga escrito y dibujado por Akira Toriyama, y publicado por primera vez en la revista “Shonen Jump”, de la editorial japonesa Shueisha, en julio del año 2013. Consta de once capítulos donde el autor nos contará la historia de Jaco, y sus aventuras junto a Omori y Tight. Este peculiar personaje es un alienígena que forma parte de un cuerpo policial espacial, que a causa de un desafortunado accidente se estrella en la pequeña isla del huraño científico Omori. Ha llegado destinado al planeta Tierra para protegerla de un terrible invasor que se acerca con intenciones hostiles, pero su nave está estropeada y su sistema de comunicaciones averiado, no conoce las costumbres de nuestro planeta y parece poco dispuesto a congeniar con la población nativa, a la que considera atrasada y prescindible. Por fortuna para él, su nave se ha estrellado junto a la isla del único hombre capaz de repararla y ayudarle a regresar a su base sano y salvo.
Este misterioso extraterrestre que se dirige al planeta, el mcguffin de la historia (una expresión acuñada por Alfred Hitchcock y que hace referencia a un elemento de la trama que ayuda a avanzar en el argumento aunque no tiene ninguna relevancia en si mismo) es, como se puede deducir sin mucha dificultad, Son Goku. El mismo adorable chico con una cola de mono que había viajado por el mundo junto a Bulma en busca de las siete bolas mágicas y que Akira Toriyama nos explicó en “Dragon Ball Z” que era, en realidad y para la decepción de muchos a causa del vuelco que le daba a la serie con estas revelaciones, un Saiyajin, miembro de una raza de despiadados guerreros del planeta Vegeta que conquistaban planetas al servicio del malvado Freezer.
Recopilada en un único volumen por Planeta Cómics (en una doble edición en catalán y en castellano), “Jaco: El patrullero galáctico” (o “Dragon Ball 0: Jaco”) del sensei Toriyama se presenta, se vende y funciona como la precuela de “Dragon Ball” y, entre otras cosas, revela uno de los grandes misterios de la serie: la identidad de la madre de Son Goku. “Jaco: El patrullero galáctico” es, por fortuna, una obra que tiene mucho más en común con el universo surrealista de Arale Norimaki en Penguin Village o con las primeras aventuras de Son Goku que con las épicas batallas intergalácticas de los Saiyajin de “Dragon Ball Z”,… aunque algunos puedan sentirse defraudados justamente por eso. Hay humor, del simplón e ingenuo que pueden difrutar y entender todos los públicos y todas las edades, hay poca violencia y la que hay está justificada, hay acción y ritmo, hay estrellas de la canción, agentes del gobierno, máquinas del tiempo, tiburones gigantes y astronautas en apuros, y hay los necesarios e inevitables guiños a los seguidores habituales de la saga con cameos de una pequeña Bulma, del abuelo Gohan, del señor y la señora Brief de Capsule Corp… y una breve aparicón de Goku. Primero, como una estela de luz cruzando el horizonte a bordo de su cápsula espacial y luego, en el último capítulo (“10 + 1: DB11”), enlazando la historia de Jaco con el primer episodio de “Dragon Ball”. Como si este entretenido manga fuese el primer capítulo de la mítica saga de Akira Toriyama que aún hoy, treinta años después de su debut, sigue seduciendo a todos los lectores y espectadores.
En conclusión, este manga es una pequeña joya, amena y entretenida, que hará las delicias de los todos los lectores de shonen de humor, y no solamente de los aficionados al universo de Son Goku. Y constata que Akira Toriyama sigue en plena forma y aún es un maestro del género que él mismo convirtió en un fenómeno de alcance mundial.
Jaco: El patrullero galáctico
Autor: Akira Toriyama
Colección: Manga
Traducción: Daruma
ISBN: 978-84-16090-20-4
Formato: 14,8x21cm. Shonen Lectura oriental
Páginas: 248
Precio: 12,95 euros
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