Tras un inesperado bajón en el cuarto número, en el que llegamos a afirmar que tenía aromas a ‘déjà vu‘, la quinta entrega de “Aposimz” de Tsutomu Nihei corrige su rumbo y recupera lo mejor de esta serie de ciencia-ficción que nos ha enganchado con su mezcla de cyberpunk y ‘body horror‘, con aromas a la nueva carne de David Cronenberg.
La desmedida ambición de Khadziwan termina en fracaso y el regulador climático Prunus se estrella. Eso da al traste con la leve esperanza de Etherow de derrotar a Suau Nitzschyco, el emperador de Libedore, y el impacto le provoca graves heridas que le dejan a las puertas de la muerte. Poco después de la gran destrucción, la región del Bloque compuesto Norte se vuelve más gélida y un nuevo poder empieza a emerger… ¡Esta es la quinta entrega del nuevo clásico de la fantasía oscura!
En “Aposimz: Tierra de Glenes” hemos viajado hasta el planeta helado de Aposimz, un objeto artificial de miles de kilómetros de diámetro que esconde en sus entrañas un núcleo habitable, que está separado de la corteza exterior por una barrera impenetrable. Al parecer hace muchos años se produjo una guerra y los humanos fueron derrotados y exiliados al helado exterior de Aposimz mientras que el interior quedó reservado al Ctonos, el vencedor de la contienda. Desde entonces los seres humanos intentan sobrevivir en este mundo hostil y devastado, donde los alimentos y la tecnología escasean, mientras una peligrosa enfermedad infecciosa convierte a las personas en muertos vivientes. Y para empeorar la situación de las escasas comunidades esparcidas por la superficie gélida del planeta, la maquinaria de guerra del Imperio Libedoriano avanza implacable y sin rival, conquistando y aniquilando a todos aquellos que se cruzan en su camino. El objetivo final del Emperador del Imperio Libedoriano es forzar las puertas del Ctonos y llegar hasta el núcleo que les fue negado tras la guerra.
La quinta entrega de “Aposimz: Tierra de Glenes” ha superado el tomo de transición que resultó ser el número anterior y nos vuelve a ofrecer una ración de acción trepidante en un entorno postapocalíptico con nuevas sorpresas, nuevos personajes y nuevas amenazas. Los conocedores de la obra de Tsutomu Nihei están acostumbrados al tipo de narración que propone Nihei, que se asemeja a una montaña rusa, llena de curvas ascendentes y descendentes que nos provocan vértigo. Así, tras unos números de transición, la caída del satélite Prunus sobre la faz de Aposimz nos ubica en un nuevo escenario: Etherow de la Viga del Losange Blanco está hecho trizas, y sus restos guardados en un tarro; Titania de Ctonos y su joven aliada Khersha de Ilfnik cuidan de él y buscan placentas de ortónomos del Imperio Libedoriano para acelerar su recuperación; la región del Bloque Compuesto Norte que ha sufrido el impacto de Prunus se vuelve más gélida y hostil para los humanos que viven allí; y la aparción de un glene ortónomo al servicio de Khadziwan, Anax de Ilfnik y hermano mayor de Khersha, y las acólitas de Satsampradaya Ctónico, quienes han convertido la infección en un nuevo poder al que temer y respetar en el mundo de Aposimz.
Una vez más nos engancharemos sin remedio a esta trama llena de misterios, cargada de violencia y combates épicos contra enemigos que parece invencibles que llenan de emoción cada página. De nuevo los conceptos (los glenes ortónomos, los palíngenos, la panoplización, las placentas, las dvijas,…) nos seguirán pareciendo extraños, y nos encallaremos en el particular léxico con el que el autor define las criaturas, la tecnología y sus habilidades, pero tras cinco entregas ya navegamos con soltura por las páginas del manga y entendemos sus códigos sin ninguna dificultad. Lo que ha cambiado también con el paso de los capítulos es el dibujo de Tsutomu Nihei, que se ha vuelto níveo, tan claro y con un trazo tan fino que a veces cuesta ver con claridad lo que sucede en este planeta helado, tan blanco y brillante. Hay vastas extensiones vacías en cada página pero el estilo de dibujo del mangaka sigue siendo inconfundible: dócil y suave, luminoso, de trazo fino y delicado, y lleno de detalles. Siempre con una atención especial al escenario, a las construcciones complejas (no hay que olvidar que Tsutomu Nihei es arquitecto), a los artefactos y la tecnología, al diseño de criaturas y, por supuesto, a las espectaculares a la vez que espeluznantes transformaciones en glenes ortónomos, huesos y armaduras, carne y metal.
En resumen, tal y como ya manifestamos en las reseñas de las cuatro entregas precedentes, en las páginas de “Aposimz: Tierra de Glenes” el lector va a encontrar una mezcla de cyberpunk y ‘body horror‘ con aromas a la Nueva Carne de David Cronenberg, la “Nausicaä del Valle del Viento” de Hayao Miyazaki, “Ghost in the Shell” de Masamune Shirow y “Akira” de Katsuhiro Otomo. Este manga, publicado por Panini Manga en formato ‘tankobon’ a partir del original de Shueisha, encandilará a los seguidores habituales del autor japonés, responsable de “BLAME!”, “Knights of Sidonia”, “Biomega” y “Abara“.
Aposimz: Tierra de Glenes #5
Autor: Tsutomu Nihei
Fecha de publicación: Junio de 2023
ISBN: 9788411504706
Formato: 13x18cm. Rústica con sobrecubierta ‘Tankobon’. Blanco y negro.
Páginas: 168
Precio: 8,95 euros
Yo me quedé a falta de 2 libros, creo, así que en algún momento tendré que ponerme al día. No…