No las tenía del todo conmigo a la hora de leer El rey de los espías pero la verdad es que, en esta ocasión Mark Millar y Matteo Scalera nos ofrecen una historia completa y más que satisfactoria.

El rey de los espíasEl rey de los espías  
Edición original: King of Spies 1-4 USA
Fecha de edición: marzo de 2023
Guión: Mark Millar
Dibujo: Matteo Scalera
Color: Bill Cratbtree
Formato: Cartoné, 136 páginas. Color.
22€

Al agente secreto más importante del mundo le quedan seis meses de vida. ¿Morirá en silencio, en una cama de hospital, o tratará de ajustar cuentas con una vida llena de malas decisiones? Lleva más de cuarenta años apoyando un sistema injusto. Sabe dónde están enterrados todos los cuerpos y no tiene nada que perder, mientras apunta con sus armas a todos los que alguna vez ganaron dinero y crearon el lío en el que estamos metidos.

Me basta con echar un poco la mirada atrás para que me vengan a la cabeza varias obras de Mark Millar que no han terminado de convencerme en los últimos años; The Magic Order 1 y 2, Space Bandits, también con Matteo Scalera, Crononautas 2 y Sharkey Cazarrecompensas, por nombrar algunos, todos tenían un escenario realmente interesante con unas premisas muy potentes y a las que Millar había aplicado su firma de manera que entrabamos atraídos por los magníficos dibujantes y nos encontrábamos con que el guionista británico parecía utilizar la misma fórmula una y otra vez, siempre había un traidor que se desvelaba en el último arco y que cambiaba toda la trama a la par que explicaba todo lo que habíamos visto hasta ese momento. Por suerte en El rey de los espías, que es probablemente el título de Millar de los últimos 5 años que más me ha gustado, nos quitamos de encima la premisa del traidor porque, bueno, el protagonista, Roland King, es el mejor espía que jamás haya tenido Gran Bretaña y al saber que le quedan 6 meses de vida es cuando decide acabar con los verdaderos monstruos a los que ha protegido durante décadas. Así nos quitamos de encima el destapar al traidor ya desde el comienzo de la miniserie y Millar puede dedicarse a contarnos una fantasmada brutal tras otra en la que el arte de Scalera se las ve y se las desea para ilustrar la locura que ha creado la mente de Millar.

Roland King no es sino el enésimo personaje salido de la factoría de Mark Millar, un agente secreto que, bueno, parece inmortal y ha sobrevivido a todo lo que el mundo le ha tirado encima y cuando descubre que le quedan 6 meses de vida es cuando decide que va a hacer algo de verdad con su vida, que quiere que se le recuerde como aquél que acabó con los monstruos, los auténticos monstruos. Así que a lo largo de los 3 primeros números veremos cómo Roland va haciendo el cafre aquí y allá, cómo contactan con su hijo, otro agente secreto, para que le capture y cómo Roland, oh, sorpresa, también ha sido un mal padre. Vamos, que tenemos a uno de esos personajes molones de Millar que, aunque sean unos capullos integrales, siempre tienen algo interesante que hacer o que decir, y King no será ninguna excepción.

Por una vez creo que puedo afirmar que a Mark Millar le ha salido una historia redonda, cierto es que El Rey de los Espías podría haber dado para más, pero tal y como nos ha presentado la historia siempre tendremos a junior por ahí por si quieren retomar la serie, aunque es Roland el personaje que brilla en todo momento con una historia hecha por y para él que, por una vez, se cierra perfectamente y no juega al típico guión de Millar. Y eso se agradece.

En cuanto al trabajo de Matteo Scalera, y al color de Bill Cratbtree, hay que decir que el resultado es notable, quizás la paleta de colores podría variar un poco en un momento u otro pero nadie puede negar la espectacularidad y crudeza del dibujo de Scalera. Hay momentos absolutamente espectaculares, hay viñetas, o páginas, detalladísimas y en todo momento el lector se siente como si estuviese viendo una película de acción.

Panini Cómics publica los cómics del Millarworld en un formato muy próximo al europeo que nos permite disfrutar a toda página del arte de los dibujantes y lo cierto es que es un formato que cuadra muy bien con el trabajo de Matteo Scalera y Bill Cratbtree.

En definitiva, Mark Millar es uno de esos autores que te puede decepcionar, ligeramente, en algún que otro trabajo pero que siempre se las apaña para satisfacer al lector y contar con grandes dibujantes que mejoran sus escritos y en El Rey de los Espías nos ha dado mucho más del mínimo al que nos tenía acostumbrados.