Era inevitable que Paco Roca y el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) se encontraran. Uno es uno de los dibujantes de cómic valencianos más reconocidos y premiados y el otro es uno de los centros artísticos de mayor prestigio del país, con una apuesta firme por el cómic. Al menos lo era hasta el año 2020, cuándo la llegada de una nueva directora puso en duda que el noveno arte tuviese un lugar entre las paredes de su museo.

En 2019 el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) encargó a Paco Roca la realización de un cómic ex profeso para el centro de exposiciones. Si entonces el reto que se le planteaba era cómo podría ser un cómic contado en las cuatro paredes de un museo, dos años después de ese “experimento efímero” que tituló El dibujado, en el que los visitantes se pasearon por una de las salas del museo entre marzo y junio de aquel año 2019 prepandémico leyendo la propuesta prácticamente muda realizada para ese espacio, lo que Roca pretende ahora es “recuperar aquella historia para darle una lectura más íntima”, tal y como él mismo afirma.

José Miguel G. Cortés, director del IVAM entre los años 2014 y 2020 apostó siempre por el cómic como arte en mayúsculas, convencido que tenía suficiente categoría como para mostrarlo en un centro de arte o en un museo, pero su sucesora en el cargo, Nuria Enguita, abrió un debate innecesario al ponerlo en duda. “La misión de este museo es el arte contemporáneo. La pregunta sería si es el cómic es arte. A mí me interesaría mucho que hubiera lugares donde se investigara sobre cómic, sobre diseño, fotografía, etc. Debe haber instituciones donde eso sea posible. ¿Va a estar el cómic en este museo? Tendré que verlo en el contexto de la programación y de la colección“, afirmó al poco de llegar a la institución valenciana. Una polémica con poco recorrido, pues en pleno siglo XXI son pocos quienes se muestren dispuestos a defender que el cómic no es un arte.
¿El cómic es arte? No hay debate. Lo es. El cómic es arte desde el mismo momento que es una forma de expresión artística del ser humano, un medio para representar los sentimientos o de las ideas como hace también la literatura, el teatro, la pintura, la música, el cine, la fotografía, o los videojuegos. Quizás no es un arte clásico ‘stricto sensu’ sinó que es un arte contemporáneo nacido en el siglo XX como el cine o la fotografía, pero es un hecho que exponer páginas originales del “Watchmen” de Moore y Gibbons o del “Maus” de Art Spiegelman en el mismo espacio que obras de vanguardias históricas como Robert Rauschenberg, Jean Arp, Alexander Calder o Paul Klee es perfectamente viable y no debería causar ninguna polémica.

Durante varios meses el dibujante Paco Roca, Premio Nacional de Cómic en 2008 por su excepcional novela gráfica “Arrugas“, desarrolló un proyecto específico para la galería G6 del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). Una apuesta que analizaba las posibilidades expresivas del cómic como disciplina artística, dentro del discurso consolidado alrededor del noveno arte que tenía abierto este prestigioso centro cultural bajo la dirección de José Miguel G. Cortés. La propuesta de Paco Roca no era una exposición antológica de su obra, colgando páginas en las paredes, sinó que era un proyecto desarrollado directamente para un museo, desde cero. Éste consistía en que el cómic abandonará la comodidad de la página de papel, su soporte natural y habitual, para que fuesen las propias paredes de la sala escogida el espacio en blanco por el cual extenderse, tomando vida propia para desbordar los límites de la propia sala, contaminando todos los espacios del museo, sus salas, sus escaleras, su vestíbulo, sus pasillos, y reivindicando el cómic como arte, al margen del soporte elegido para expresarse. Entre el mes de marzo y el mes de junio del año 2019 la exposición efímera “El dibujado“, comisariada por Álvaro Pons, estuvo abierta para que los visitantes se pasearan por las salas del museo y pudieran descubrir las sorpresas que les tenía preparadas Paco Roca.

La edición de “El dibujado” que ha publicado Astiberri Ediciones es, sin duda, un proyecto extraño y forzado porqué su concepción es ajena al papel. Primero del papel a la pared, y ahora de vuelta al papel. Como el mismo Paco Roca comenta, “para intentar mantener la lectura, ha hecho falta una edición cuidada en la que se aprovecharan las cualidades que nos da el libro, recurriendo a desplegables en algunas de las páginas, por ejemplo“. Para quienes no tuvimos ocasión de visitar la exposición en Valencia, debemos superar primero esa impresión extraña de las viñetas en disposición anormal, de las páginas en formatos poco habituales, y disfrutar de esta narración con tintes surrealistas que nos propone Paco Roca, con aromas a las tiras de los añorados Quino y Picanyol, la experimentación de David Mazzucchelli en “Asterios Polyp“, las pruebas con el formato de Chris Ware en “Building Stories” y el juego con el lector de Max en “El Rey Carbón”. No podremos pasear a través de las composiciones, interactuando con el espacio, y no viviremos como los personajes se escapan o el punto de vista del narrador se bifurca pero podremos entender el original relato que había planteado el autor, y esa divertida dualidad entre el artista y su lienzo, el dentro y el fuera, y los juegos visuales que propone. Todo ello en una edición muy cuidada por parte de la editorial vasca Astiberri Ediciones, con una portada troquelada y dos desplegables.

Además de este “El dibujado” que ha publicado Astiberri Ediciones también vió la luz “Diario del dibujante de El Dibuixat“, un cómic en edición limitada editado por el IVAM que narraba en viñetas el proceso creativo de la exposición. Tal y como explicaba Paco Roca, esta publicación “consiste en la visión del autor frente a un encargo, cómo se construye, mostrar que detrás del trabajo hay mucha gente y este diario habla de esa gente que hay detrás. A su vez, funciona como un catálogo, sin ser un catálogo, ya que tiene un epílogo al final en el que se incluyen fotografías“. Así, mientras “El dibujado” es la adaptación a papel de la exposición el “Diario del dibujante de El Dibuixat” se dedicaba a poner su centro de atención en el proceso creativo, tanto el del propio autor como la de todos los departamentos del museo, desgranando de forma didáctica las historias cotidianas de una institución tan importante como el IVAM, desde el inicio del proyecto hasta el momento de la inauguración, con dosis de humor y ternura.

El lenguaje del cómic es un ente vivo y apasionado, un diablillo al que le gusta desesperar a los estudiosos demostrando continuamente que no admite límites ni definiciones, sintiéndose tan a gusto en las páginas de un libro como en las paredes de un museo. Saltando de unas a otras como este personaje sin nombre que nos anima a seguirlo a mundos imposibles de maravillas por descubrir, haciéndonos intuir que el nombre de El dibujado ya lo sabíamos: Cómic.Álvaro Pons.

El dibujado
Autor: Paco Roca
Colección: Sillón Orejero
Fecha de publicación: Octubre de 2021
ISBN: 978-84-18215-96-4
Formato: 19.5×32.0cm. Cartoné. Color (incluye dos despegables de 6 y 4 páginas)
Páginas: 58
Precio: 30,00 euros