Hay algo mucho peor que cometer un crimen en Gotham City y ser condenado a prisión: que se te declare desequilibrado y el juez te mande al Asilo Arkham. Ese es el terrible error que cometió ‘Pez’, el recluso más reciente del infame psiquiátrico, un criminal de guante blanco que se creía más listo que nadie y que, a partir de ahora, va a compartir las duchas con el Joker, Killer Croc, Dos Caras y un sinfín de dementes, asesinos y malhechores de todo tipo que van a convertir su vida en un infierno.

Warren White, alias el Gran Tiburón Blanco, se las prometía muy felices. Alegó enajenación mental para librarse de una condena por fraude, pero su destino fue… ¡el Asilo Arkham! ¿Será capaz de convivir con elementos como el Joker? Y cuando alguien trate de echarle una mano, ¿tendrá intenciones sinceras o será una trampa?

El Asilo Arkham es uno de los lugares más emblemáticos del Universo DC. También, uno de los más oscuros y aterradores. Este lugar apareció por primera vez en DC Comics en octubre de 1974, en las páginas de “Batman #258“, de la mano de Denny O’Neil, Irv Novick y Dick Giordano, y ya entonces se presentaba como un manicomio ubicado en las afueras de la ciudad de Gotham que servía para encerrar a los presos más perturbados, que en su mayoría habían sido detenidos por Batman. El nombre del lugar, como muchos lectores sabrán, es un guiño a la ciudad ficticia ubicada en Massachusetts que aparece en algunos relatos de H. P. Lovecraft.

La historia del Asilo Arkham se ha desarrollado en muchas historas de DC Comics a lo largo de los años, siendo la más célebre la obra maestra de Grant Morrison y Dave McKeanBatman. Asilo Arkham: Un lugar sensato en una tierra sensata“. Se ha construido una extensa mitología a su alrededor, leyendas oscuras sobre pactos con demonios, el funesto destino de su fundador Amadeus Arkham, quien irónicamente se acabó convirtiendo en un interno más de su institución, la facilidad con la que los villanos se escapan del lugar para volver a cometer fechorías en Gotham City,… En las páginas de “Batman: Asilo Arkham – Purgatorio” el guionista Dan Slott recoge todas estos ladrillos para construir su propio relato.

El que más adelante iba a ser el mítico guionista de Spiderman, el responsable de una de las mejores etapas que ha vivido el Trepamuros en Marvel Comics, nos ofrece en la miniserie de seis números “Batman: Asilo Arkham – Purgatorio“, publicada originalmente como “Arkham Asylum: Living Hell” entre julio y diciembre de 2003, las consecuencias de los crímenes de Warren White, un tiburón de las finanzas estafador y tramposo, que pensó que podría eludir la cárcel alegando locura y que terminó con sus huesos en las celdas del Asilo Arkham. Aquí, reconvertido de ‘tiburón’ a un simple ‘pez’, White se verá obligado a convivir con verdaderos monstruos, compartir habitación dementes y asesinos, con tipos peculiares tan conocidos como el Joker o Killer Croc, y nuevos inquilinos como Perro de Vertedero, Larva, Humpty Dumpty, Temblor Mortal o Jane Nadie. Sobrevivir a este lugar, mantener la cordura, va a ser realmente difícil para ‘Pez’.

Pero Dan Slott no pone toda su atención en este estafador sin escrúpulos llamado Warren White, intentando sobrevivir como puede encerrado en un hoyo en el que mandan los monstruos, sino que nos propone una segunda historia, quizás innecesaria, sobre un plan secreto para liberar un demonio del infierno que llevará a los lectores a los recovecos más oscuros y terroríficos del Asilo Arkham, a sótanos olvidados por el tiempo donde moran los seres del inframundo.

En esta miniserie Slott nos presenta un elenco de personajes secundarios de la galería de villanos del Hombre Murciélago, algunos de ellos creados para la ocasión, para contarnos la historia de Warren White y el complejo encaje de un cuerdo, un delincuente cuerdo, en un mundo de dementes, locos, psicópatas, perturbados y enajenados de todo tamaño y color. Aquí es donde “Batman: Asilo Arkham – Purgatorio” brilla con luz propia, y nadie espera a Batman, ni se le necesita. Pero cuando lo sobrenatural hace acto de presencia, la historia se tuerce. Y aunque el planteamiento inicial del guionista es brillante, y los aromas a “Alguien voló sobre el nido del cuco” de Miloš Forman son inconfundibles, la decisión de sumergirse en una historia de terror sobrenatural parece una decisión forzada para alargar la narración unos pocos capítulos más. Un aquelarre infernal prescindible.

Capítulo aparte merece el trabajo de Ryan Sook, sobresaliente. Su estilo encaja como un guante en la propuesta de Dan Slott. Sus personajes casi grotescos, con cierta tendencia a la exageración, aunque bien definidos y siempre reconocibles, y los entornos de pesadilla del Asilo Arkham, donde cada rincón sombrío es la amenaza de algo terrible acechando, sirven perfectamente para contarnos la odisea de Warren White pero, también, la aventura sobrenatural que cierra el tomo y los flashbacks que nos sirven para conocer a los distintos personajes, como el guardia manco Aaron Cash o el adorable Humpty Dumpty. Me atrevería a decir que veo algo del añorado Tim Sale en los dibujos de Ryan Sook en “Batman: Asilo Arkham – Purgatorio“.

ECC Ediciones ha rescatado en el año 2024 este excelente trabajo del guionista Dan Slott y el dibujante Ryan Sook del 2003, que ya había publicado en 2014, y nos lo ha presentado recopilado en un tomo de tapa dura, con un buen montón de extras, y nos ha hecho felices. Las portadas de la edición original de la miniserie son de Eric Powell, y también están incluidas en el tomo.

Batman: Asilo Arkham – Purgatorio
Autores: Dan Slott y Ryan Sook
Edición original: “Arkham Asylum: Living Hell” núms. 1 a 6
Fecha de publicación: Mayo de 2024
ISBN: 978-84-10134-94-2
Formato: Cartoné. Color
Páginas: 176
Precio: 24,00 euros