Cuando pensamos en anime seguramente en la mayoría de las ocasiones nos vienen a la cabeza las fábulas de Studio Ghibli, con Isao Takahata y Hayao Miyazaki al frente, y los trabajos de Katsuhiro Otomo (“Akira“), Mamoru Hosoda (“El niño y la bestia“), Satoshi Kon (“Paprika“) o Makoto Shinkai, el gran autor anime de nuestro tiempo gracias a películas como “El tiempo contigo“, “Suzume” o “Your name“. La lista de creadores y películas de animación japonesa es enorme, y la mayoría de lectores tienen su preferida, incluyendo obras de los años ochenta que muchos quizás desconozcan. Por ejemplo “Urotsukidoji“, una película del director Hideki Takayama que se puede clasificar en el género del seinen con toques de hentai. Osea, manga para mayores de edad de género masculino con contenido erótico.
“Urotsukidōji” (“Chōjin Densetsu Urotsukidōji” en japonés) es una adaptación en anime del manga de Toshio Maeda, publicado en la revista “Manga Erotopia” entre 1986 y 1987 en seis volúmenes. Esta adaptación era el resultado de la fusión de las seis OVAs que se estrenaron en Japón, dando como resultado un único largometraje de casi dos horas de duración, que cuenta como el dios Chojin está a punto de llegar a la Tierra. Este ser superior que se presenta cada 3.000 años ha de traer la paz definitiva entre los tres mundos que coexisten a la vez y están siempre enfrentados: el de los humanos (Ningenkai), el de los hombres-bestia (Jyujinkai) y el de los demonios (Makai). Sin embargo, cuando Amano Jyaku de los hombres-bestia descubra el lugar repugnante en el que Chojin convertirá el mundo con su llegada, se compromete a evitar que eso suceda con todas sus fuerzas.
“Urotsukidōji: La Leyenda del Señor del Mal“, que es el título con el que se estrenó en España (en formato VHS, en 1992, bajo el sello de Manga Films), es una película no apta para todos los públicos, pues incluye muchas situaciones de carácter sexual, muy explícito, destacando las emblemáticas violaciones con tentáculos que impactó tanto que fue censurada, o directamente prohibida, en muchos países. También incluye numerosas secuencias de violencia explícita de tipo gore que harán las delicias de los aficionados al género pero que provocarán arcadas y indisposición a los espectadores más sensibles. Y es que no se puede negar que la propuesta de Hideki Takayama es espeluznante, con una violencia y un erotismo tan explícitos, que el horror con evidentes influencias lovecraftianas queda engullido en un festín que fascina y se aborrece a partes iguales.
En el año 2002 vieron la luz en Japón tres nuevas películas basadas en este manga. Eran “Urotsukidōji: The Urotsuki“, que llegaron a Europa con el título de “New Urotsukidōji: New Saga“.
Pues yo la disfruté, no me pareció tan absurda porque, bueno, ya se veía que algo raro iba a pasar.…