Hay muchos caminos diferentes para llegar hasta Neil Gaiman. Si te gusta el cómic te recomendaré “The Sandman“, por supuesto. Si eres un lector joven te aconsejaría empezar con “Stardust“, “Coraline” o “El libro del cementerio“. Y si me confiesas que lees poco, te sugeriré probar con sus antologías, como “Objetos Frágiles” o este “Material Sensible“. De todas maneras, todo lo que toca Neil Gaiman se convierte en algo digno de tener en cuenta.
De Neil Gaiman creo que ya he dicho todo lo que podía decir en anteriores reseñas y referencias a su obra, puesto que no he escondido jamás mi devoción por este escritor y su obra. En ViaNews siempre nos hemos mostrado incapaces de abarcar la totalidad de su figura, e impotentes ante la imposibilidad de desgranar con justicia su amplio curriculum, su brillante carrera, los numerosos premios que lucen en la repisa sobre la chimenea de su casa victoriana en Wisconsin, las adaptaciones cinematográficas de varios de sus relatos, su capacidad creativa, sus brillantes textos para cómics, obras teatrales, ensayos, novelas de ciencia-ficción y fantasía, o su inmenso y galardonado trabajo en el cómic “The Sandman“.
Sus obras nos suelen ofrecer un billete de ida y vuelta a un universo de fantasía muy particular, inclasificable e inimitable, que seduce tanto como sorprende. Para quienes no conocen aún la obra de Neil Gaiman, una antología de relatos es una buena forma de comenzar. “Objetos Frágiles“, “Humo y Espejos” o esta “Material Sensible“, por ejemplo. Estas obras son un cajón de sastre que recogen relatos breves e historias cortas, cuentos y poesías, pequeñas bromas y homenajes, dedicatorias y secuelas, que pueden servir para seducir a los reticentes y a convencer a los menos habituales. Para quienes ya mostrábamos adoración sin límites por el escritor británico estas recopliaciones nos sirven para afirmar que Gaiman es uno de los grandes maestros de la ficción especulativa moderna, un escritor que sabe perfectamente cuando debe ahorrarse un adjetivo y un adverbio, para acelerar el ritmo de la lectura en paralelo a la velocidad de los acontecimientos que nos narra, y para los neófitos es una buena manera de entrar en un universo cargado de miedos infantiles, nostálgico, extraño pero, a la vez, cotidiano, fantástico y rural, cargado de un oscuro sentido del humor y, sobre todo, de una imaginación desbordante y fuera de lo común.
La antología “Material Sensible” (“Trigger Warning: Short Fictions and Disturbances“), publicada en castellano por la editorial Salamandra, nos presenta veinticinco historias diferentes, algunas de ellas publicadas en otras antologías, en las que Gaiman nos regala un nuevo punto de vista sobre el mundo, sobre su mundo, ese lugar aterrador pero tierno, hecho a medida de los adultos aunque los protagonistas sean, casi siempre, niños inocentes. Un mundo al que hay que entrar con prudencia, pues entre las páginas de esta antología hay ‘material sensible’, perturbador y desosegante, un universo cargado de máscaras, de miedos infantiles, nostálgico, extraño pero, a la vez, cotidiano, fantástico y rural, salpicado de un oscuro sentido del humor y, sobre todo, de una imaginación desbordante y fuera de lo común con la que Gaiman rinde homenaje a su arte, la narración, y a sus herramientas de trabajo con su estilo peculiar y particular, ese inconfundible sello del autor repleto de un imaginario característico a medio camino entre el romanticismo inglés y la novela gótica.
Son “Cómo montar una silla”, “Un laberinto lunar”, “Lo que pasa con Casandra”, “En la oscura profundidad del mar”, “La verdad es una cueva en las montañas negras”, “Mi última casera”, “Una historia de aventuras”, “Naranja”, “Un calendario de cuentos”, “El caso de la muerte y la miel”, “El hombre que olvidó a Ray Bradbury”, “Jerusalén”, “Clic-Clac, el sonajero”, “Un conjuro contra la curiosidad”, “Y llora, como Alejandro”, “Las nada en punto”, “Diamantes y perlas: un cuento de hadas”, “El retorno del delgado duque blanco”, “Terminaciones femeninas”, “Ceñirse a las formalidades”, “La joven durmiente y el huso”, “El oficio de bruja”, “En Relig Odhráin” y “Black Dog”, que incluyen una aventura en el universo del Doctor Who escrita para conmemorar el cincuenta aniversario de la serie de televisión de la cadena británica BBC, un cuento de hadas donde la bella durmiente esconde secretos muy oscuros, historias de terror y de fantasmas, djinns, doce mini-historias para los meses del año, objetos hechizados, fábulas perversas y versos sorprendentes, muchos homenajes (a Ray Bradbury, a Edgar Allan Poe, a Jack Vance, a Arthur Conan Doyle,…), una ingeniosísima vuelta de tuerca al universo de Sherlock Holmes, casas asesinas, iglús de libros y un regreso al mundo de “American Gods“. Un buffet libre para dar satisfacción a todos los paladares.
El resultado de “Material Sensible” es desigual, desequilibrado, como suele suceder con antologías de relatos compuestos a partir de retazos recogidos a lo largo del tiempo y el espacio, descontextualizados y sin ningún hilo conductor salvo el autor que las firma, pero todos ellos son diferentes y sorprendentes. Todos y cada uno de los veinticinco relatos de “Material Sensible” son un regalo de Neil Gaiman para sus lectores, y si tengo que destacar alguno de los textos que brille con más intensidad en medio del conjunto, aquellos que merecen la pena destacar son “El caso de la muerte y la miel“, “La verdad es una cueva en las montañas negras“, “Un calendario de cuentos” y “Las nada en punto“. La primera, una historia de Sherlock Holmes que poco tiene que ver con los casos de Arthur Conan Doyle, y que nos presenta a un maduro Holmes buscando retos para su intelecto en lejanos rincones del mundo. La segunda, ganadora de los premios Shirley Jackson y Locus de novela corta, es la historia de una búsqueda y de una venganza, de los secretos oscuros que se esconden en el alma de los hombre y de que el castigo siempre termina por llegar. La tercera, por ser una antología dentro de la antología, original en su formato y en su gestación. Y la cuarta, una aventura protagonizada por la undécima encarnación del Señor del Tiempo y su fiel acompañante Amy Pond, que siguiendo las pautas fijadas por Steven Moffat en la popular serie de televisión, se enfrentaran a unos misteriosos viajeros de tiempo. Esta última historia, en concreto, es un regalo para los aficionados al Doctor y a Gaiman, pues significa una nueva incursión en este maravilloso universo catódico entre las que destaca su magnífica “The Doctor’s Wife” de la sexta temporada, premio Hugo al mejor guión del 2012.
¡Por cierto! Es imprescindible degustar la introducción en la que el mismo Gaiman nos explica cómo, cuándo y dónde surgió la inspiración para dar forma a todas y cada una de sus fantasías de la antología. Es un manual de instrucciones, una mirada previa, un aviso a navegantes y una justificación del autor ante lo que se le avecina al lector. No es un ‘spoiler’. Mi recomendación: una primera lectura antes de empezar la novela, y otra al finalizar.
Neil Gaiman es uno de esos escritores capaces de emocionar a su público de mil maneras diferentes, un absoluto genio que lleva décadas deslumbrandonos y que ha ganado tantos premios que incluso obligó a los organizadores de los World Fantasy Awards a cambiar el formato de su galardón y, arrogantemente, decidieron que un cómic no volviese a ganar un premio. No importó, pues pocos años después Gaiman se pasó a la narrativa y todos se rindieron ante su prosa y su imaginación desbordante.
Sí, “Material Sensible” es miscelánea con altos y bajos, heterogéneo y desordenado, hay grano y hay paja, pero en su conjunto es una nueva demostración de que Gaiman es uno de los escritores de imaginación más fértil y perturbadora de la actualidad. Es evidente que cada relato, a su manera, demuestra que es la obra de un maestro cuentacuentos, el mejor en el arte de contar historias evocativas y conmovedoras, de lectura amena y rápida que saben llegar hasta esos rincones de la memoria que los adultos solemos esconder bien adentro, al fondo y en un rincón, y que activan la nostalgia que nos hace sonreir y llorar.
Al lector le aguarda un viaje literario en el que frotarse los ojos y padecer escalofríos, maravillarse y quedar noqueado por el genio de un escritor sofisticado que nos embelesa con sus hechizos y nos traslada a lo más profundo de un país inexplorado donde lo fantástico se hace realidad y lo cotidiano es incandescente.
Material sensible.
Autor: Neil Gaiman
Traducción: Laura Fernández (y Mónica Faerna, del relato “La joven durmiente y el huso”)
Título original: Trigger Warning
Sello editorial: Salamandra
Colección: Narrativa
ISBN: 978-84-9838-736-0
Formato: Rústica con solapas
Páginas: 400
Precio: 20,00 euros
Curioso porque justo ahora ando enganchado a la trilogía de los Arquitectos... y en cuanto acabe con ella iré a…