Por fin está en nuestras manos el sexto volumen de “Saga“, la space opera de Brian K. Vaughan y Fiona Staples que continua la acción vista en el volumen anterior y que aquí irá un paso más allá cuando Alana y Marko unan fuerzas para rescatar a Hazel, su hija.
Saga. Capítulo 6
Edición original: Saga #31-36 USA
Guión: Brian K. Vaughan
Dibujo: Fiona Staples
Color: Fiona Staples
Formato: Libro cartoné, 152 págs. a color
16,95€
La historia familiar sobre la confianza, el amor, la amistad y cómo sobrevivir con tu hija en brazos.
En Saga seguimos la historia de Alana y Marko, una pareja que encuentra el amor entre el caos de la guerra y forma una familia con el nacimiento de su hija. Su objetivo: dejar todo atrás, arriesgando todo lo que tienen en su vida para traer una nueva a este peligroso y antiguo universo.
Hemos tenido que tener mucha paciencia, pero por fin podemos regresar a Saga, la space opera de Brian K. Vaughan y Fiona Staples, en la que Alana y Marko, dos miembros de dos especies bélicamente enemistadas, se enamoran, tienen una preciosa hijita, Hazel, y, años después, tienen que luchar por recuperarla, y por salvar su relación. Naturalmente el argumento de Saga no se resume tan rápidamente porque por el camino Marko y Alana se las han apañado para enemistarse con medio universo y aunque intentan mantener en secreto su amor y a Hazel, bueno, digamos que las cosas no están resultando tan sencillas como ellos esperaban.
En este sexto volumen de Saga asistiremos al reencuentro entre Alana y Marko y a la reaparición de una cierta cantidad de secundarios (casi todos, para qué mentiros) entre los que, para mi, destaca la personalidad del Príncipe Robot IV. Es un acierto recuperarlos porque eso permite desviar la atención de lo que sucede entre Alana y Marko para que la sorpresa de la última página aún sea mayor.
Por otra parte Hazel se sigue ganando el corazón de los lectores con una personalidad arrebatadora y un encanto que demuestra hasta qué punto se han involucrado Vaughan y Staples en ofrecernos personajes auténticos. Sí, es posible que lo que sucede en Saga, los hechos en bruto, estén manipulados por ese Contador de Historias que es Vaughan, pero os aseguro que si Hazel, Alana, Marko, etc, funcionan tan bien es porque están muy bien construidos y desarrollados. Y no es que el escenario de Saga no sea espectacular, Vaughan se ha asegurado de ofrecernos un vistazo a diversas sociedades y es innegable que el rico crisol que conforma Saga no va a dejar de crecer y sorprendernos.
No puedo evitar hablar del trabajo de Fiona Staples en Saga, justo el momento en el que su arte ha dado el salto cuantitativo y cualitativo que su carrera necesitaba. Su trabajo aquí está más cercano a la ilustración que al cómic en sí, no hay más que ver cuánto se trabaja los fondos y escenarios (apenas unas líneas y colores para distinguir zonas), un sacrificio a pagar por ofrecer una narrativa tan bien ejecutado y una expresividad que pocos dibujantes pueden igualar o superar. El trabajo de Staples tiene sus detractores, pero aguantar el ritmo mensual de publicación de Saga implica sacrificios y si el resultado gráfico final es así de bueno, no puede haber quejas por la falta de fondos, o no demasiadas.
En cuanto a la edición de Planeta Cómic diré que este sexto volumen viene precedido de un extenso e interesante artículo dedicado precisamente a Fiona Staples y su trabajo en Saga, lo que embellece una edición ya de por sí hermosa.
En definitiva, puede que la frescura y originalidad de los primeros números se haya disipado, pero Saga nos ofrece ahora personajes auténticos, una acción vibrante y todas las emociones que podáis pedir. Uno de los cómics imprescindibles del año.
En realidad estamos de acuerdo en lo básico porque lo que dices lo suscribo prácticamente todo. Aquí simplemente es que…