“Remo, desarmado y peligroso” (Guy Hamilton, 1985)

En 1985, con “Remo, desarmado y peligroso” (“Remo Williams: the adventure begins“), se intentó dar inicio a una franquicia cinematográfica que iba a adaptar a la gran pantalla la saga “The Destroyer“, una serie de más de cien novelas ‘pulp‘ escritas por Warren Murphy y Richard Sapir a principios de los años setenta y protagonizadas por Remo Williams, un agente secreto del gobierno. Se quedó en eso, en un intento, aunque la película no estaba mal para la época.

Protagonizada por Fred Ward (fallecido hoy hace apenas un año), Joel Grey, Wilford Brimley, J.A. Preston, George Coe, Charles Cioffi y Kate Mulgrew, entre otros, “Remo, desarmado y peligroso” de Guy Hamilton nos presentaba a Sam Makin, un policía de Nueva York y veterano de Vietnam sentenciado a muerte por un crimen que no cometió que es reclutado por una organización secreta que depende del Presidente de los Estados Unidos y cuya misión es acabar con los políticos y los funcionarios corruptos. Con una nueva identidad, bajo el nombre de Remo Williams y con un nuevo rostro tras una operación de cirugía estética, Remo tendrá que ser adiestrado por un estricto e impasible maestro coreano de artes marciales que le convierten en una arma letal.

El director encargado de dar forma a la primera (y única) adaptación de las aventuras de Remo Williams fue el británico Guy Hamilton, que se había curtido en el género con cuatro películas de la franquicia 007 (“James Bond contra Goldfinger“, “Diamantes para la eternidad“, “Vive y deja morir” y “El hombre de la pistola de oro“) pero algo no salió como debía, pues Hamilton no volvió a dirigir ninguna otra película y se retiró a la isla de Mallorca hasta su muerte.

El tiempo ha llevado “Remo, desarmado y peligroso” al olvido. Algunos ni siquiera saben que la película existió. Es cierto que hay motivos más que suficientes, como la ridícula escena de la Estatua de la Libertad, la extraña mezcla de humor y acción que no funciona, que parece una película de serie B, o el hecho de ser el intento fallido de crear una franquicia cinematográfica. Queda a años luz de las mejores películas del género, como “Arma Letal” o “Superdetective en Hollywood“. Lo mejor, sin la menor duda, el entrenamiento de Remo con su maestro de artes marciales coreano.