La amnesia, total o parcial, ha sido un recurso argumental muy utilizado por los escritores y los guionistas de cine y televisión. El olvido, las lagunas en la memoria, esos hechos ocurridos pero borrados de la mente del protagonista que deben vivirse (y narrarse) de nuevo para que el lector los descubra son una rica fuente de argumentos, historias y aventuras. El thriller psicológico “No confíes en nadie” de S.J. Watson se alimenta de ello para obtener una novela sólida y sorprendente.

image1La habitación me resulta extraña. Desconocida. No sé dónde estoy ni cómo he llegado hasta aquí. No sé cómo voy a volver a casa… ¿Y si olvidaras quien eres cada vez que despiertas? ¿Qué sucedería si no recordaras tu nombre, tu identidad, tu pasado e incluso a todos a los que amas cada mañana al despertar? Todo olvidado durante la noche, tu vida convertida en un rompecabezas. ¿Y si, además, sospecharas que la única persona en la que confías no te está contando toda la verdad?

Imaginad que os despertáis una mañana cualquiera de un día cualquiera en una cama desconocida, junto a una persona desconocida que duerme plácidamente a vuestro lado. Os levantáis desorientados y os acercáis al baño, mientras intentáis ordenar vuestra mente y refrescar vuestros recuerdos. ¿Qué sucedió ayer? ¿Cómo terminé aquí? Al mirar la imagen reflejada en el espejo no os reconocéis. Los ojos… Los ojos sí son los mismos pero el cuerpo… Arrugas, canas, manchas. Habéis envejecido. Parecéis mayor, como si hubieran pasado más de veinte años en un suspiro. Es una pesadilla. ¡¿Qué ha sucedido?!

En “No confíes en nadie” la protagonista y centro del relato es Christine Lucas, una entrada en los cuarenta que se levanta cada mañana sin saber quién es ni dónde está. Desde hace dieciocho años, y a causa de un extraño accidente, sufre una lesión cerebral severa que le hace olvidar todos sus recuerdos en cuanto se duerme y le impide recordar todo lo que hizo el día anterior.
Esta mujer casada se despierta cada día en una cama extraña, junto a un hombre extraño, desorientada y asustada. Su disfunción cerebral hace que cada día sea como una página en blanco para ella. Sólo consigue retener recuerdos durante un día, que se borran durante la noche, como un corazón de tiza dibujado en el suelo durante una tormenta. Vive apresada por una existencia en la que se despierta cada mañana creyendo que es joven y que tiene todo el futuro por delante, para darse cuenta después de que es una mujer de cincuenta años, casada y con una vida ya formada.
Y sin embargo, en su mundo sin referencias, en su vida sin pasado, comienzan a aflorar pequeños fragmentos de lo que ella fue, de todo lo que tuvo y también de aquello tan terrible que la ha llevado a esta situación. Son breves escenas, como flashes: su madre en la cocina, su padre enfermo en el hospital, fragmentos de conversaciones con una muchacha que tal vez fue su mejor amiga… Christine se aferra a esos momentos esperando que algún día esa compuerta, la de su dañada memoria, deje entrar como en una marea imparable todo lo que ella tuvo, lo que hizo y lo que fue. Pero estos breves destellos, estas piezas del puzzle, no coinciden con la información que le han ido dando sus allegados, su marido Ben y su médico, el doctor Nash, un joven neuropsicólogo especializado en pacientes con trastornos cerebrales. Siguiendo el consejo del médico cada noche se apresura a escribir en su diario secreto esas breves iluminaciones que sabe que al día siguiente ya no recordará. Una herramienta muy útil para avanzar en su tratamiento, para acercarse a la curación, y para descubrir que hay muchos secretos, muchas mentiras y muchas lagunas alrededor de su dolencia y del misterioso accidente que las causó. ¿Le dice su incondicional y paciente esposo toda la verdad? ¿Son ciertas las circunstancias del accidente que la dejó sin memoria veinte años atrás? ¿Quién es y qué pretende ese joven doctor que tanto se ocupa de ella?
Cuando el lector se sumerge en “No confíes en nadie” Christine lleva varias semanas haciendo progresos y consiguiendo recuerdos nuevos que guarda celosamente en su diario oculto. Con la ayuda de éste, Christine cada día irá reconstruyendo su vida, con los destellos que llegan a su mente y con la información que recibe de Ben y de Nash.

“No confíes en nadie” es el primer libro de S. J. Watson, inglés, licenciado en medicina que ha trabajado en varios hospitales de Londres dedicado al tratamiento de la sordera en niños. Una opera prima que ha obtenido un éxito inesperado, incluso para el propio autor. Hasta el momento, ha sido traducida a más de 30 idiomas (incluido el castellano en esta edición de Grijalbo) y se rumorea que sus derechos cinematográficos han sido adquiridos por la productora de Ridley Scott y podría ser llevada al cine por el guionista y director británico Rowan Joffe, en su segundo largo como director tras “Brighton Rock. Y es que “No confíes en nadie” parece una novela hecha a medida para una película: Pocos personajes, pocas localizaciones, una historia ágil y un potencial montaje no lineal con flashbacks.

El autor estructura la obra en tres partes diferenciadas, tres actos de una historia con un final abierto. La primera parte presenta a los personajes, nos explica la dolencia de Christine y sus síntomas, y nos pone en situación. La segunda parte de la novela es el texto íntegro del diario secreto que el doctor Nash entregó a Christine. En esta segunda parte, la más extensa de la obra, cada capítulo nos ofrece un detalle, nos desvela una pista distinta, nos entrega una pieza del puzzle de la verdad detrás de Christine, para deshacer la tupida madeja y la telaraña de secretos y pistas. A veces son datos aislados e inconexos que la protagonista (y nosotros, como lectores en primera persona) no consigue entender ni situar en el contexto adecuado. Y, para cerrar el relato, el autor nos ofrece el desenlace en una tercera parte que transcurre toda en un único día, desde que Christine se despierta hasta que se cierra el misterio de su amnesia al encajar todas las piezas y todos los datos en un único lienzo, creíble y real.

La protagonista, Christine Lucas, es una mujer vulnerable que está padeciendo las secuelas de un terrible accidente pero a la que el autor le otorga la fuerza de voluntad, y las herramientas necesarias, para afrontar su situación y buscar respuestas a todos los interrogantes que envuelven su vida. La narración en primera persona por su protagonista identifica al lector con la angustia de la amnésica Christine ante la ausencia de respuestas a sus numerosas preguntas, su nerviosismo ante la constatación de que está envuelta por mentiras y engaños de los únicos en quienes podía confiar, de miedo ante el reto diario de levantarse de la cama como un lienzo en blanco. La elección del narrador por parte de S.J. Watson es un acierto, pues retrata de forma convincente la situación desesperada de la protagonista.

“No confíes en nadie” de S. J. Watson es un thriller psicológico perturbador y aditivo, que engancha al lector en busca de respuestas. No es una historia original, puesto que hemos podido ver y leer historias parecidas en el Latro de “Soldado de la Niebla” de Gene Wolfe, un mercenario del ejército de Jerjes al que las secuelas de una herida en combate le provocan que cada mañana olvide todo aquello que ha vivido el día anterior, o en el Leonard de “Memento” de Christopher Nolan, que sufrió un trauma cerebral que le causó amnesia anterógrada y es incapaz de almacenar nuevos recuerdos. Pese a esto no es justo quitar méritos a una historia de angustia, en una atmósfera claustrofóbica, que mantiene al lector enganchado hasta el final. Y eso es algo que, en los tiempos que corren y con la cantidad de libros que se extienden en los kilómetros de estanterías de las librerías, no es fácil de encontrar.

No confíes en nadie.
Autor: S. J. Watson
Editorial: Grijalbo
Título original: Before I Go to Sleep
Traducción: Matuca Fernández de Villavicencio
ISBN: 9788425346545
Formato: Tapa blanda
Páginas: 384
Precio: 19,90 euros