Pero dediquemos un momento a analizar el “universo” de Félix Castor, se dedica a hacer de exorcista de fantasmas, para ello utiliza un flautín (sí,sí, como suena, un flautín). No se sabe a ciencia cierta cómo pero desde hace unos años los muertos… no parecen tan decididos a marcharse como antes, de hecho algunos, muchos, regresan a modo de fantasmas, de zombies o de loup-garou (licántropos). La misión de Félix es exorcizarlos, pero desde hace un año no “ejerce”, ¿por qué? Bueno, digamos que “algo” pasó en Newcastle… perdón, perdón, un error del pasado ha hecho que Félix no quiera tener nada que ver con los muertos… pero un nuevo caso le obligará a replantearse su decisión, un caso en el que se jugará su vida.
No quiero destriparos más elementos de la novela por lo que, ya perdonaréis, no voy a descender a los detalles, pero me gustaría decir que Carey no se ha conformado con hacer una novela de John Constantine “al uso”, no, en El Diablo que ya conoces, el autor realiza una más que dura denuncia social que, seguramente, os impactará por su crudeza. No es que el libro tenga un tono serio, sino que Carey sabe moverse de un lado al otro de la balanza jugando con la acción, con la tensión, el drama y los momentos pausados.
La única pega que se le puede poner al escritor es que no logra dotar a Félix Castor de personalidad propia, algo que él mismo sabe ya que en un momento de la novela, cuando le preguntan a éste su nombre se identifica como “John”, pero lo cierto es que dejando ese pequeño detalle aparte la lectura de este libro ha sido una más que grata sorpresa. Está mucho mejor de lo que pensaba.
Esto me da pie a comentar la edición de Dolmen, cierto es que en un principio el precio, 22 euros, me tiró un poco hacia atrás. Me planteé seriamente la compra porque, sinceramente, no anda el horno para bollos. Por suerte para mi “piqué” y me llevé a casa una joyita, no sólo por la calidad per se del libro, sino también por la más que cuidada edición de Dolmen. Creo que tan sólo he visto 1 ó 2 errores gramaticales en todo el libro y eso… en fin, habla de una gran profesionalidad.
En definitiva, si eres un amante del sello Vértigo o de John Constantine o disfrutas de las lecturas de fantasía con toques de terror, El Diablo que ya conoces es una cita que no debes dejar pasar.
Yo me quedé a falta de 2 libros, creo, así que en algún momento tendré que ponerme al día. No…