Al principio me daba un poco de vergüenza reseñar Oglaf, pero después de lo muchísimo que disfruté con la primera entrega de la serie de Doug Bayne y Trudy Cooper estaba claro que el segundo volumen también iba a caer.

OglafOglaf #2
Edición original: Oglaf ESP
Fecha de edición: septiembre de 2022
Guión: Doug Bayne
Dibujo: Trudy Cooper
Formato: Rústica, 132 páginas. Color.
14€

Una serie inspirada en el medievo con magia y sexo. Vaya novedad. Ubicado en un mundo fantástico con caballeros y magos, monstruos y elfos, Oglaf satiriza tropos del genero de fantasía y movidas sexuales contemporáneas resultando en escenas hilarantes y guarrillas entre gente (y, a veces, criaturas) de todo tamaño, forma y color, combinando tiras autoconclusivas con arcos cortos de historias. Viviremos las aventuras de la ladrona Vanka de Brogoria, el corto reinado de Morag la Inmortal, el debut del ayudante Ivan como El Putón o el proselitismo puerta a puerta de los seguidores de Sithrak. Eso por no hablar de que hay que matar a un dios que provoca que la gente sea feliz y monte juergas del copón.

Ha habido que esperar un poco, al menos aquellos que no seguimos la edición gratuita de Oglaf que Fandogamia publica semanalmente en Fanternet, pero el pasado mes de septiembre salió por fin a la venta la segunda entrega de este hilarante mundo de fantasía en el que los personajes parecen estar sólo interesados por follar, con lo que sea, criatura mística, humano, otras razas fantásticas, fantasmas… aquí todo vale en un mundo que también recuerda mucho la hipocresía y la doble moral que vivimos en nuestra sociedad, y que es lo que critican Doug Bayne y Trudy Cooper mientras nos hacen reír. El mensaje cala, aunque es mucho más divertido si una de las corridas de Iván, un díscipulo/ayudante/esclavo sexual, cobra vida cada vez que Iván le da al muñeco y va inmediatamente a chivarse a su ama y reina.

Como habréis podido comprobar por mi pequeño resumen Oglaf no es una serie para todos los públicos, ni siquiera para todo lector adulto, es una obra para lectores con mucho sentido del humor y que disfruten con las historias de fantasía ya que estamos ante una parodia muy divertida con altas dosis de sexo de todo tipo (así que, pensándolo mejor, los homófobos que tampoco se acerquen a este tebeo) en la que es necesario que el lector tenga cintura para poder disfrutar y reírse enormemente con las desaventuras de los personajes de Oglaf, aunque sinceramente, disfruto muchísimo más con toooodo lo que le pasa al pobre Iván.

Las pegas que le encuentro a la historia de Doug Bayne es que estamos ante tiras de prensa que a ratos nos ofrecen una historia lineal y a ratos… a ratos nos hacen reír a mandíbula batiente con idas de olla que nada tienen que ver con la trama del momento, porque hablar de trama en Oglaf es un poco una locura. Aún con todo son situaciones tan divertidas que merece la pena dejar a Bayne divagar si los resultados son así de buenos, aunque reconozco que me gustó más la trama del primer volumen.

Por otra parte el trabajo de Trudy Cooper es ideal para una tira de prensa como la de Oglaf, no es que se trabaje en exceso los fondos, pero sí lo suficiente como para darle ambientación a las tiras y después también explota bien la expresividad necesaria para cada uno de los guiños del guión de Bayne.

En cuanto a la edición de Fandogamia no hay mucho que decir, es un formato en rustica apaisado con papel de calidad y buena encuadernación.

En definitiva puede que Oglaf no sea el cómic que dejarías a todo el mundo, pero aquellos que buscan diversión en un mundo de fantasía donde lo primero que parecen buscar todos los personajes es sexo, sabrán disfrutar de esta serie.