linea_separadora

¿Podría el Real Zaragoza ganar la Champions League de fútbol en los próximos años? La pregunta no es una broma. ¿¡Y porqué no!? Una buena política deportiva, que acierte con los fichajes, el entrenador y la táctica, y algo de suerte, podría permitir a un equipo modesto alzarse entre los presupuestos millonarios de los jeques para obtener tan ansiado premio. “Moneyball: rompiendo las reglas” es una película del año 2011, basada en hechos reales y ambientada en el mundo del deporte rey en los EE.UU., el beisbol, que cuenta justamente esto: como un innovador sistema de selección de jugadores mediocres, descartados por otros equipos, puede convertir un grupo sin brillo en un proyecto ganador.

Moneyball“, dirigida por Bennett Miller a partir del libro “Moneyball: the art of winning an unfair game” de Michael Lewis, cuenta la historia de Billy Beane, una prometedora estrella del béisbol que, incitado por el fracaso de no haber demostrado en el campo todo lo que se esperaba de él, enfocó toda su naturaleza competitiva hacia el área de la dirección de equipos. Al comienzo de la temporada 2002, Billy se enfrenta a una situación deprimente: su modesto equipo, los Oakland Athletics, ha perdido, una vez más, a sus mejores jugadores a manos de los clubes grandes -y sus contratos millonarios- y encima tiene que reconstruirlo con sólo un tercio del presupuesto. Decidido a ganar, Billy se enfrenta al sistema desafiando a los más grandes de este deporte. Busca opciones fuera del mundo del béisbol y topa con las teorías innovadoras de Bill James. Es entonces cuando se decide a contratar a Peter Brand, un economista de Yale, inteligente y con talento para los números. Juntos se enfrentan a las teorías establecidas para medir la actividad en el juego y las reexaminan apoyándose en el análisis estadístico por ordenador, hasta entonces despreciado por la clase dirigente del béisbol. Llegan a conclusiones que desafían la imaginación y van a por jugadores descartados por los demás por raros, mayores, lesionados o problemáticos, pero con habilidades claves poco valoradas. A medida que Billy y Peter avanzan, sus nuevos métodos y su lista de «inútiles» irritan a la vieja guardia, a los medios de comunicación, a los forofos y al propio director de campo que se niega a cooperar. Finalmente, el experimento no solo cambiará la forma de jugar, sino que también aportará a Billy una nueva comprensión que trasciende del juego y que lo hará avanzar en el terreno personal.

Eternamente joven, belleza imperecedera, marido de una mujer de bandera, padre de numerosa prole, profesional de reconocido prestigio, envidia de la mayoría de los hombres y objeto del deseo de la mayoría de las mujeres,… ¿Qué no tiene Brad Pitt? Un Óscar, que le reconozca su talento frente a la cámara para la posteridad. “Moneyball“, una historia ambientada en el mundo del béisbol, le dejó muy cerca: cinco nominaciones al Oscar (mejor película, actor, actor de reparto, guión adaptado, montaje y sonido) y ninguna estatuilla dorada.

Con un reparto encabezado por el ex-marido de Angelina Jolie, “Moneyball” contaba con un magnífico trabajo de un Jonah Hill al que muchos, todos, tenían vinculado al género de la comedia gamberra y ambos daban forma a la sorprendente pareja protagonista, incoporando profundos matices de humor y patetismo a sus personajes. Junto a ellos, el añorado Philip Seymour Hoffman, Robin Wright, Stephen Bishop, Chris Pratt, Frankie Ingrassia, Olivia Dudley, Sergio Garcia o Erin Pickett, entre otros, que consiguieron que “Moneyball” fuese algo más que otra película de deportes.

linea_separadora