Marvel Studios, y quizás también Warner Bros. con sus frustrados intentos de llevar el Universo DC al cine, han convertido las películas de superhéroes en uno de los géneros de moda del siglo XXI, los que mayor éxito de público e ingresos en las taquillas de los cines de todo el mundo han obtenido, pero películas sobre hombres y mujeres con poderes sobrehumanos se han hecho desde hace muchos años. Empezando, por supuesto, por el “Superman” de Richard Donner. Y sin ignorar ningún subgénero, como las versiones cómicas. “Mi super ex-novia“, “Thunder Force“, “Hancock“, “Superhero Movie“, la española “Superlópez“, “Mistery Men“,… Hacer reír no está reñido con los tipos con capa y en mallas intentando salvar el mundo con sus poderes extraordinarios.
“Mistery Men“, que aquí se estrenó como “Mistery Men (Hombres misteriosos)“, con ese peculiar añadido entre paréntesis con el que el distribuidor quería echar un cable a esa parte de la población local que desconoce la lengua de los anglosajones, nos contó la historia de Roy, Jeffrey y Eddie (Mr. Furious, El Zarpador y el Rajá Azul), tres supertipos de Champion City que se esforzaban con todas sus fuerzas para llegar a convertirse en los superhéroes de su ciudad rescatando al Capitán Asombroso, el único superhéroe de verdad que ha sido secuestrado por el malvado Casanova Frankenstein. La película se basaba en los cómics de “Flaming Carrot” de Bob Burden, que habían sido galardonados con tres premios Eisner.
Dirigida por Kinka Usher y protagonizada por Ben Stiller como Mr. Furious, William H. Macy como El Zarpador, Hank Azaria como el Rajá Azul, Lena Olin, Claire Forlani, Janeane Garofalo, Paul Reubens, Wes Studi, Geoffrey Rush, Eddie Izzard, Louise Lasser y Greg Kinnear, “Mistery Men” es un ejercicio de humor autoparódico en la que algunos vemos como un avance de lo que después sería “The Boys“, pero en su momento esta producción de Dark Horse Entertaiment fue un fracaso rotundo. Fue tal fracaso (costó 68 millones y recaudó menos de la mitad) que su director, Kinka Usher, no volvió a dirigir nunca ninguna película. Lamentablemente el público no entendió que “Mistery Men” era una parodia del género de superhéroes, pero es evidente que las malísimas películas de Batman de Joel Schumacher ya lo habían conseguido sin pretenderlo y que el público estaba harto de ello.
El paso del tiempo no ha servido para que “Mistery Men” mejore ni tenga una segunda vida como film de culto, y sirve solamente para constatar que es demasiado larga y que la mayoría de los chistes y los gags no tienen mucha gracia.
Una de las películas más divertidas que he visto y, desde luego, una cafrada que hay que ver con alguna que otra neurona desconectada, pero HAY QUE VERLA.