linea_separadora

DC Comics lleva muchos años intentando construir su universo cinematográfico particular, aunque es una evidencia que los resultados no le están acompañando. Han logrado alguna película afortunada, pero no han conseguido dotar de orden y coherencia el entorno en el que los personajes de la editorial viven sus aventuras. Trataron de establecer su estilo a través de las discutidas películas de Zack Snyder, y al mismo tiempo quisieron imitar el éxito de las películas y series de Marvel Comics que sí que habían dado con la tecla, pero no. No y no. Y ahora ponen toda su esperanza en James Gunn, que habrá que ver que es capaz de conseguir.

Pese a todo es un hecho que hay películas acertadas basadas en personajes de DC Comics, como el “Joker” de Todd Phillips, los dos “Batman” de Tim Burton, el “¡Shazam!” de David F. Sandberg, los tres “Batman” de Christopher Nolan o el “Aquaman” de James Wan, pero es curioso comprobar que la mejor de todas ellas tiene ya casi cincuenta años y sigue siendo insuperable: “Superman“, de Richard Donner.

En 1978 Richard Donner y Christopher Reeves nos hicieron creer que Superman podía volar, parar un tren con las manos y detener las balas con su cuerpo. El Hombre de Acero con el rostro del añorado Christopher Reeve convenció a los espectadores de todo el mundo que él era el Superman perfecto y todo el resto de actores que han llegado después (Tom Welling, Brandon Routh o Henry Cavill, entre otros), no han hecho más que luchar contra la sombra alargada de Reeves e intentar, como mínimo, emular la presencia del actor. Una película que, por cierto, no era la primera adaptación cinematográfica del célebre cómic de Jerry Siegel y Joe Shuster pues en los años cincuenta ya se había hecho alguna, protagonizada por George Reeves.

Protagonizada por Christopher Reeve, Gene Hackman, Glenn Ford, Margot Kidder, Marlon Brando (que cobró una fortuna por unos pocos minutos en pantalla como Jor-El, padre de Superman), Valerie Perrine, Terence Stamp, Ned Beatty, Jackie Cooper y Trevor Howard, “Superman” nos contó como el lejano planeta Krypton está a punto de estallar, y ante la inminente catástrofe, Jor-El decide salvar a su hijo único de la destrucción y enviarlo desde su galaxia remota al planeta Tierra, a bordo de una nave espacial. El viajero de las estrellas aterriza en cae en los campos de trigo de Kansas, y el niño es adoptado por un humilde matrimonio de granjeros sin hijos, Jonathan y Martha Kent, que le inculcan los mejores valores humanos. Con los años el joven Clark Kent se mudará a la populosa ciudad de Metrópolis y allí usará sus poderes sobrenaturales para luchar contra la injusticia y el mal y proteger a la humanidad de los numerosos peligros que la acechan. Para ello, adoptará una nueva identidad bajo el nombre de Superman y un traje rojo y azul con una gran S en el pecho.

El “Superman” de 1978 es una de las mejores películas de aventuras de la historia del cine por muchos motivos: la mítica banda sonora del no menos mítico John Williams, la excelente dirección de un Richard Donner que se acabaría convirtiendo en un maestro tras la cámara, las actuaciones de Margot Kidder y Gene Hackman como Lois Lane y Lex Luthor, los efectos visuales que nos hicieron creer realmente que Superman podía volar, la presencia del mítico Marlon Brando y, por supuesto, el mejor Superman: Christopher Reeve. El mejor Superman dentro y fuera de la pantalla pues tras el accidente del mayo de 1995, en el que el actor se rompió el cuello tras caerse del caballo y quedó paralizado de los hombros para abajo y tuvo que usar una silla de ruedas y un respirador por el resto de su vida, no se rindió, siguió adelante con firme voluntad y dedicó el resto de su vida, hasta el 10 de octubre de 1994 cuándo falleció, al altruismo y el activismo en favor de la investigación de lesiones espinales con células madre.

linea_separadora