Loba Negra” no se siente como un paso previo al final, sino como una novela integra, fuerte en concepto, donde sus protagonistas se deshacen de las comparaciones obvias y ganan personalidad, acercándose al lector de forma mucho más cruda y sincera.

“Loba Negra” - Portada“Loba Negra”, de Juan Gómez Jurado

  • Nº de páginas: 552
  • Editorial: S.A. EDICIONES B
  • Idioma: CASTELLANO
  • Encuadernación: Tapa dura
  • ISBN: 9788466666497
  • Año de edición: 2019
  • Plaza de edición: ES

El thriller que los 250.000 lectores de Reina Roja están esperando.

SEGUIR VIVA
Antonia Scott no tiene miedo a nada. Solo a sí misma.

NUNCA FUE
Pero hay alguien más peligroso que ella. Alguien que podría vencerla.

TAN DIFÍCIL
La Loba negra está cada vez más cerca. Y Antonia, por primera vez, está asustada.

Juan Gómez-Jurado (1977) no es un recién llegado a esto de publicar novelas. Su carrera como novelista empezó en 2006 cuando publicó su primera novela, Espía de Dios, que ya apuntaba claramente el género en el que mejor se iba a mover con el tiempo, el thriller, y que fue uno de los primeros libros en venderse en formato electrónico de nuestro país.

Tras un año legó la segunda novela, Contrato con Dios, para en 2008 publicar El Emblema del Traidor. Fueron unos inicios muy prolíficos, con trabajos muy correctos e interesantes que funcionaron muy bien en ventas pero que fueron capaces de catapultar el nombre de su escritor. Todo eso cambio en 2012, cuando llegó a las tiendas, La Leyenda del Ladrón, el libro que viene a dar el empujón definitivo a Gómez-Jurado y es todo un punto de inflexión en su carrera. Un libro que se aleja del género al que le había dedicado tres novelas y que se sumerge de lleno en la novela histórica. Un libro que si une éxito editorial con éxito personal dado que Gómez-Jurado también da un giro a su carrera con la puesta en marcha de nuevos proyectos paralelos a los de la escritura, con el lanzamiento del podcast Todopoderosos (2014), acompañado de Rodrigo Cortes, El Monaguillo y Arturo González Campos, siendo hoy un de los podcasts más seguidos por los aficionados.

Y todo cambia a partir de este punto, con el lanzamiento de nuevas novelas, El Paciente (2014), Cicatriz (2015) y Reina Roja (2018), de la que hace solo unos meses ha llegado su continuación, Loba Negra (2019). Inquieto por naturaleza, explora también el difícil género juvenil con la serie Rexcatadores y Alex Colt.

Si en Reina Roja se ponían en marcha una serie de engranajes a la hora de presentar a Jon y Antonia, una pareja unida por las circunstancias, obligada a colaborar como un trasunto de Holmes y Watson, que han de intentar resolver un caso de secuestro de alto vuelos, con Loba Negra la idea se mantiene, pero existen sutiles cambios sobre los que es necesario hacer un alto.

Reina Roja nos trajo a sus dos protagonistas y las comparaciones eran inevitables. En Loba Negra el caso pierde cierta relevancia (en el sentido que es más un mero trámite narrativo) apostándolo todo a la interacción y caracterización de Antonia y Jon. No es de extrañar que Gómez-Jurado intente evitar la maldición de las segundas partes que, en toda trilogía, quedan en tierra de nadie como meras historias bisagra con las que unir planteamiento y desenlace. Y lo consigue.

Loba Negra no se siente como un paso previo al final, sino como una novela integra, fuerte en concepto, donde sus protagonistas se deshacen de las comparaciones obvias y ganan personalidad, acercándose al lector de forma mucho más cruda y sincera. Y esa es la clave de esta segunda entrega, sus protagonistas, que se vuelven más humanos y por tanto el interés del lector por lo que pueda sucederles aumenta.

Como novela negra que es se adscribe al género de forma clara y concisa, con una prosa sencilla, que no simple, sembrada de potentes frases construidas con elegantes palabras. Una prosa fluida que se desliza de forma muy rápida a lo largo de la trama que se dosifica de manera inteligente a través de los capítulos que la componen.

Una historia en la que Antonia se debe enfrentar a sí misma como nunca, mientras el enemigo en la sombra se hace más fuerte y no se lo va a poner nada fácil a Jon y Antonia.  Un trabajo lleno de revelaciones, una porción de algo mucho más grande que se esta fraguando desde hace tiempo y que en manos de Juan Gómez-Jurado crece de forma clara y concisa. Hay tintes de derrota, de fracaso, de desesperación, de victoria agridulce, de locura inminente, de riesgo de muerte, de perdida de la identidad y nada parece poder protegerlos.

La obra se muestra más equilibrada y el conocimiento de Gómez-Jurado de sus personajes y herramientas narrativas se siente más sólido. Sin duda hay aspectos que no acaban de encajar y se siente que el conjunto se mueve por aguas pantanosas al apostarlo todo a los personajes y no tanto al caso a resolver. Esto puede generar alguna que otra decepción a los amantes del género en su expresión más dura, pero no debe desanimar y se debe entender que hay ciertas necesidades narrativas que se han de cumplir para poder avanzar y sin duda es necesario pagar un peaje por ello.

Loba Negra no es mejor que Reina Roja, pero si es mejor a la hora de perfilar lo que va a venir con la tercera entrega. Hay unos personajes mucho más definidos, mejor estructurados, tridimensionales, que aportan el extra que es necesario para que todo thriller que se precie funcione.  Las apuestas han subido y el desenlace de esta trilogía marcará hasta donde es de creíble lo narrado en esta novela.

Una obra con menos garra en el fondo, que mejora en la forma y que destaca en caracterización, dejando un regusto agradable pero insatisfactorio en su conjunto.